El impacto de los aranceles en los coches chinos que llegan a España
El mercado de coches chinos en Europa sigue en expansión y, particularmente, en España, donde las importaciones de vehículos procedentes del gigante asiático se han disparado en los últimos años. Con un total de 92.000 coches de fabricación china que llegaron a España en lo que va del 2024, más de 19.000 de ellos han estado sujetos al nuevo arancel de la Comisión Europea, lo que representa más del 20% de las importaciones. Este arancel, aprobado a principios de julio de 2024, tiene un impacto significativo en el mercado de turismos eléctricos, y se aplica principalmente a los vehículos de motorización eléctrica.
El arancel y su impacto en los coches eléctricos chinos
El principal cambio radica en la decisión de la Comisión Europea de imponer un arancel adicional a los coches eléctricos fabricados en China. La medida afecta tanto a las marcas de origen chino como a aquellas que, aunque de origen europeo, fabrican en China, como es el caso de los modelos eléctricos de marcas como BMW, Mercedes, Dacia, y Seat. Estos gravámenes van desde un 9% para Tesla, hasta un 35,5% para marcas como SAIC, que vende modelos como MG y Maxus en España.
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Esta medida tiene como objetivo contrarrestar lo que la Comisión Europea considera una competencia desleal, ya que el gobierno chino subvenciona la producción de estos vehículos eléctricos, lo que permite a las marcas chinas venderlos en Europa a precios más bajos. Por lo tanto, el arancel actúa como un mecanismo de protección para los fabricantes europeos que se ven perjudicados por estas políticas de subsidios.
El 80% restante de los coches chinos importados a España son modelos con motorización de combustión interna o híbridos, tanto nuevos como de segunda mano. Estos vehículos no están sujetos al arancel que afecta a los eléctricos, lo que ha generado una tendencia hacia la importación de coches no eléctricos, especialmente en el caso de las marcas chinas que no han adoptado totalmente la motorización eléctrica.
Barcelona, el principal puerto de entrada
La mayor parte de estos vehículos llega por el puerto de Barcelona, que ha sido un punto neurálgico para la importación de coches chinos en Europa. En 2024, se estima que más de 90% de los 92.000 coches han desembarcado en este puerto catalán. Aunque el puerto de Valencia también recibe algunos vehículos, la cifra es considerablemente menor en comparación con la de Barcelona.
A través de estos puertos, se llevan a cabo los trámites aduaneros y se procede a la aplicación de los aranceles correspondientes, que son recaudados por la Agencia Tributaria española. Sin embargo, es importante destacar que España no se queda con la totalidad de la recaudación. Según la legislación de la Unión Europea, el 75% de los aranceles recaudados se destinan a la Comisión Europea, mientras que el 25% restante va a los Estados miembros, en este caso, a la Agencia Tributaria española, aunque este porcentaje se reserva solo para los vehículos cuyo destino final es el mercado local o no está especificado.
Aranceles diferenciados según el fabricante
No todos los fabricantes chinos están sujetos al mismo arancel. Marcas como BYD y Geely (propietaria de Polestar y Volvo) tienen un arancel más bajo, con un 17% y un 18,8%, respectivamente, debido a su colaboración en la investigación sobre las prácticas de subsidios en China. Por otro lado, las marcas del grupo SAIC, como MG y Maxus, han sido las más afectadas por el arancel más alto, que alcanza un 35,5%, ya que en su caso, una menor proporción de sus coches vendidos son eléctricos.
Este panorama ha generado cierto malestar en los fabricantes europeos como Seat, que se sienten desprotegidos por el arancel relativamente bajo que se aplica a marcas como Tesla, a pesar de que la compañía americana también produce sus modelos eléctricos en China. El arancel de solo un 9% ha sido visto por muchos como una ventaja competitiva injusta, que permite a Tesla seguir vendiendo sus vehículos a precios bajos en comparación con otros fabricantes europeos.
El impacto en el mercado español
En cuanto a las ventas de coches eléctricos fabricados en China, en España se han registrado 16.711 unidades entre enero y octubre de 2024. De estas, solo 6.026 son de fabricantes chinos como BYD, MG, y Polestar. Entre los modelos más vendidos se encuentran el MG4 y el BYD Atto3, que están ganando popularidad debido a su precio competitivo y características técnicas. Los modelos eléctricos chinos se están posicionando bien en el mercado, con una buena aceptación en comparación con otras marcas europeas.
Por otro lado, Tesla sigue liderando el mercado con sus modelos eléctricos, como el Model 3 y el Model Y, que ocupan los primeros lugares en las ventas de vehículos eléctricos en España. A pesar de que estos modelos están sujetos a un arancel más bajo, la cantidad de unidades vendidas sigue siendo significativa, lo que demuestra la fuerte demanda de estos vehículos en el mercado español.
La dualidad en el mercado de los coches chinos
En cuanto al resto de los vehículos chinos importados, que no son eléctricos, se estima que unos 73.000 coches de combustión interna e híbridos también llegaron a España durante el 2024. Aunque no se aplican los mismos aranceles, es probable que muchos de estos coches estén destinados a otros mercados de la Unión Europea, dada la amplia red de distribución de los fabricantes chinos en Europa. Algunos de estos vehículos también podrían ser de segunda mano, lo que añade una capa de complejidad al análisis sobre el impacto real de estos coches en el mercado español.
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El aumento de la importación de coches chinos a España, tanto eléctricos como de combustión, está transformando el mercado automovilístico español. El nuevo arancel impuesto por la Comisión Europea sobre los coches eléctricos fabricados en China busca nivelar el terreno de juego y proteger a los fabricantes europeos de la competencia desleal. Sin embargo, la medida no ha sido bien recibida por todos, ya que algunas marcas chinas se ven gravemente afectadas, mientras que otras, como Tesla, siguen manteniendo una ventaja competitiva gracias a los aranceles más bajos. Además, el puerto de Barcelona continúa siendo el principal punto de entrada de estos vehículos, lo que refuerza su importancia en el comercio automotriz europeo.