El consumo de vino crece en 2024 pese a la caída en ventas
El consumo de vino en España sigue mostrando cifras positivas a lo largo del año 2024, aunque las ventas en volumen han registrado caídas en ciertos canales de distribución. Según datos de la Organización Interprofesional del Vino de España (OIVE) y el Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), el sector se enfrenta a retos importantes, aunque con matices que permiten mantener un balance general estable.
Los datos proporcionados por el Sistema de Información en el Sector Vitivinícola (Infovi) y recogidos por la OIVE indican que el consumo de vino en España creció un 1,3% en el interanual a julio de 2024, alcanzando los 9,76 millones de hectolitros. Este incremento ha sido posible a pesar de la caída en las ventas en volumen en los canales tradicionales de distribución y hostelería. Durante el mes de julio de 2024, el consumo de vino alcanzó los 0,84 millones de hectolitros, lo que representó un 6,5% más que el mismo mes del año anterior.
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Este repunte en el séptimo mes del año permitió que el crecimiento acumulado durante los primeros siete meses de 2024 fuera un 2,2% superior al registrado en el mismo periodo de 2023. Estas cifras reflejan un patrón de consumo positivo, a pesar de la caída en las ventas en algunos canales.
A pesar del crecimiento en el consumo, el informe elaborado por NielsenIQ para la OIVE reveló que las ventas en volumen en los canales de distribución y hostelería registraron una caída del 0,7% en los últimos doce meses hasta julio de 2024. Esto indica que, aunque el consumo general se mantuvo al alza, las ventas a través de los canales tradicionales han enfrentado dificultades.
Sin embargo, las ventas en valor en estos canales crecieron un 1,6%, gracias al aumento del precio medio del vino. En términos corrientes, el precio del litro de vino en estos canales alcanzó los 5,05 euros, lo que supone un incremento del 2,4% con respecto al año anterior. En total, las ventas en distribución y hostelería alcanzaron los 6,27 millones de hectolitros, que en valor se tradujeron en 3.169,8 millones de euros.
Uno de los aspectos más destacados en el análisis de la OIVE es la importancia de los canales alternativos de venta, que han compensado en parte la caída de las ventas en los canales tradicionales. Estos canales incluyen vinotecas, clubs de vinos, portales online y ventas directas de bodegas. Aunque no están auditados de manera tan regular como los canales de distribución y hostelería, su impacto en el consumo total de vino es significativo.
Estos canales permiten una mayor flexibilidad para los consumidores, quienes buscan nuevas formas de adquirir vino, ya sea a través de compras directas en bodegas o en plataformas digitales especializadas. Estos puntos de venta alternativos también han sido clave para mantener el consumo de vino en niveles estables durante los últimos meses.
El panorama de las exportaciones del vino español también ha mostrado una situación mixta en 2024. Durante el mes de julio, las exportaciones crecieron un 7% en valor, alcanzando los 252,6 millones de euros. Sin embargo, el volumen exportado cayó un 5,6%, situándose en 161,1 millones de litros.
En los primeros siete meses de 2024, la facturación por exportaciones de vino aumentó un 2,3%, alcanzando los 1.727,7 millones de euros. A pesar de este crecimiento en valor, el volumen exportado cayó un 0,5%, situándose en 1.182,8 millones de litros.
Si se consideran los últimos 12 meses hasta julio de 2024, que coinciden con la campaña vitivinícola 2023/2024, las exportaciones en valor descendieron un 1,1%, alcanzando los 2.944,4 millones de euros, mientras que el volumen cayó un 2,6%, situándose en 2.019,8 millones de litros. Estos datos reflejan una tendencia que, aunque positiva en términos de facturación, sigue marcada por una reducción en el volumen exportado.
El sector vitivinícola en España sigue enfrentando desafíos, especialmente en términos de ventas en volumen tanto a nivel interno como en el extranjero. A pesar de la caída en las exportaciones y las ventas en ciertos canales, el crecimiento en valor y el aumento del consumo muestran una industria que se adapta a los cambios del mercado.
La diversificación de canales de venta, con un peso cada vez mayor de las plataformas digitales y las vinotecas especializadas, parece ser una tendencia que seguirá en alza. Además, el aumento del precio medio del vino es otro factor que está permitiendo que el sector mantenga una facturación sólida, incluso en un contexto de menor volumen de ventas.
De cara al futuro, es probable que los canales alternativos continúen ganando relevancia, mientras que los productores seguirán adaptando sus estrategias para optimizar tanto las ventas en el mercado interno como las exportaciones. En este contexto, el sector vitivinícola español seguirá siendo una pieza clave en la economía del país, siempre y cuando continúe innovando y respondiendo a las demandas cambiantes de los consumidores y los mercados internacionales.
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El consumo de vino en España ha crecido un 1,3% en el interanual a julio de 2024, destacando un patrón de consumo positivo en medio de un entorno desafiante para las ventas en volumen. Mientras que los canales tradicionales de distribución y hostelería han registrado caídas en ventas, los canales alternativos, como vinotecas y portales online, han desempeñado un papel clave en el mantenimiento de la demanda. Las exportaciones también han mostrado un comportamiento mixto, con aumentos en valor pero caídas en volumen, lo que pone de relieve la necesidad de ajustar las estrategias comerciales para seguir siendo competitivos en los mercados globales.