El crecimiento significativo del comercio digital en España durante el Black Friday y Cyber Monday de 2024, con un incremento del 32% en el volumen de compras respecto al año anterior, subraya no solo la creciente popularidad de estos eventos comerciales, sino también la necesidad imperiosa de fortalecer la ciberseguridad en el ámbito del ecommerce. Esta situación refleja un cambio en los hábitos de consumo, donde los españoles están cada vez más inclinados a realizar compras online, impulsando así un crecimiento notable en diversas categorías: marketplaces, productos de consumo general y restaurantes. Este patrón de gasto, que en solo un día alcanzó cifras como un 23% más de compras que el Black Friday del año anterior, resalta el impacto del comercio digital, no solo en la economía, sino también en la forma en que los consumidores interactúan con las empresas.
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La creciente actividad digital va acompañada de riesgos significativos relacionados con la seguridad. Según Eduardo Prieto, director general de Visa en España, el aumento en las transacciones en períodos de alta demanda como el Black Friday es un claro indicativo de la relevancia del comercio digitalizado. Sin embargo, este crecimiento también atrae a ciberdelincuentes que se aprovechan de la confusión y del aumento del tráfico en línea para lanzar ataques cibernéticos más complejos. En este sentido, el Informe Bianual de Amenazas de Visa de 2024 destaca la sofisticación creciente de los ataques y la necesidad de contar con medidas de ciberseguridad robustas que protejan tanto a los consumidores como a las empresas involucradas en el comercio digital.
En particular, el informe menciona un repunte en ataques como el fraude por devolución de compra, que ha crecido un 81% a nivel global, reflejando una vulnerabilidad que los comercios deben tomar en cuenta. Este tipo de fraude no solo afecta a los comerciantes, sino que también puede tener repercusiones económicas significativas en las instituciones financieras, lo que a su vez podría repercutir en la confianza del consumidor en el comercio electrónico. Asimismo, el uso de técnicas avanzadas por parte de los ciberdelincuentes, como el empleo de identidades sintéticas y herramientas de inteligencia artificial para la suplantación, complican aún más el panorama de la seguridad digital.
A pesar de que ha habido una disminución en incidentes como el ransomware en un 12.3%, las consecuencias de las filtraciones de datos siguen siendo preocupantes, ya que los atacantes ahora pueden acceder a un volumen significativo de datos personas. Por ello, Visa ha realizado importantes inversiones en tecnología y seguridad, con el fin de mitigar estos riesgos, invirtiendo más de 10.000 millones de euros en los últimos cinco años, y empleando más de mil especialistas dedicados a la protección de sus sistemas. Este enfoque proactivo ha permitido bloquear transacciones fraudulentas por un valor superior a 40.000 millones de dólares en el último año fiscal, lo que contribuye a mantener la confianza del consumidor.
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La realidad del comercio electrónico implica una doble responsabilidad: por un lado, fomentar la actividad comercial mediante una experiencia de compra fluida y accesible, y por otro, garantizar que los consumidores estén protegidos ante potenciales fraudes. Los consumidores, por su parte, también deben adoptar prácticas seguras al realizar compras en línea, como analizar la fiabilidad de los sitios web donde adquieren productos y ser cautelosos al compartir información personal. En conjunto, tanto el sector del ecommerce como los usuarios tienen la responsabilidad de crear un entorno digital más seguro y confiable.