Cuatro décadas de legado artesanal, innovación sostenible y compromiso con su materia prima emblemática, con una trayectoria que se extiende a lo largo de casi cuatro décadas, la marca colombiana Cueros Vélez se ha erigido como un referente indiscutible en el arte del trabajo artesanal del cuero, trascendiendo la mera fabricación de accesorios y calzado para consolidarse como un creador de productos de moda con un distintivo sello de autor, un profundo impacto social y un compromiso inquebrantable con la sostenibilidad en cada etapa de su cadena de valor. Desde sus inicios, Vélez ha sabido fusionar la tradición marroquinera colombiana con una visión contemporánea del diseño y una conciencia aguda sobre la responsabilidad ambiental, valores que la han catapultado a una posición de liderazgo tanto en el mercado nacional como en diversos escenarios internacionales.
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La marca, que cuenta con una sólida red de 230 tiendas estratégicamente ubicadas en Colombia y una presencia cada vez más robusta a nivel internacional con 28 puntos de venta en países como Panamá, Perú, Chile, Guatemala, El Salvador y Costa Rica, ha logrado construir una propuesta de valor singular que resuena con consumidores que buscan calidad, diseño con identidad y un compromiso ético por parte de las empresas que eligen. Su reconocimiento en mercados internacionales es un testimonio de la maestría artesanal colombiana y de la capacidad de Vélez para interpretar las tendencias globales de la moda sin perder su esencia y su conexión con la riqueza de su materia prima insignia: el cuero.
En el marco del Día Mundial del Cuero, Cueros Vélez pone de manifiesto los significativos avances alcanzados en su planta de producción de vanguardia, ubicada en Amagá, Antioquia. Esta instalación ejemplar integra de manera armoniosa procesos artesanales arraigados en la tradición con tecnología de última generación, lo que permite a la compañía ofrecer productos con un alto valor agregado en términos de diseño, calidad y durabilidad, al tiempo que minimiza su huella ambiental. Con una capacidad de producción que se acerca a los 6 millones de artículos anuales, la planta de Amagá se erige como un modelo de eficiencia y sostenibilidad en la industria del cuero.
El cuero constituye el eje central y la razón de ser de la operación de Cueros Vélez. Cada pieza que la marca crea comienza con una meticulosa selección de las mejores pieles, elegidas individualmente por su calidad intrínseca, su textura única y su potencial de durabilidad a largo plazo. Este material noble no solo representa la base fundamental de su amplio portafolio de productos, sino que también encarna un profundo símbolo de identidad cultural, una conexión con la rica tradición artesanal colombiana y un compromiso inquebrantable con la excelencia en cada etapa del proceso productivo.
Fabrizio Fiorillo, gerente superior de mercadeo en Vélez, subraya la visión transformadora que la marca tiene sobre su materia prima esencial. “En Vélez, creemos firmemente en el poder transformador del cuero como materia prima. Para nosotros, representa mucho más que un simple material; encarna la esencia misma de nuestra marca, y es el punto de encuentro donde convergen nuestro valioso legado artesanal, una búsqueda constante de innovación responsable y una profunda pasión por crear productos atemporales que establezcan una conexión significativa con nuestros clientes, sin importar en qué lugar del mundo se encuentren”, afirma Fiorillo.
Uno de los principales pilares que diferencian a Vélez en la competitiva industria de la moda es su modelo de integración vertical. Este enfoque estratégico permite a la compañía ejercer un control integral sobre toda la cadena de valor, desde la cuidadosa selección y procesamiento de las pieles hasta la experiencia final que el cliente tiene con el producto en sus manos. Esta gestión integral no solo garantiza el cumplimiento de los más altos estándares de calidad y eficiencia en cada etapa del proceso, sino que también asegura una coherencia absoluta con el ADN de la marca, potenciando sus capacidades internas y fortaleciendo la propuesta de valor única que la distingue en el mercado global.
Además de su sólida presencia en Colombia, con 230 tiendas físicas que actúan como embajadoras de la marca, Vélez ha expandido estratégicamente su alcance a nivel internacional, contando con 28 tiendas en mercados clave de Latinoamérica. Asimismo, la marca ha incursionado con éxito en el mercado de Estados Unidos a través de su plataforma de comercio electrónico y mediante colaboraciones con plataformas de marcas aliadas, llevando sus productos insignia a consumidores en Panamá, Perú, Chile, Guatemala, El Salvador y Costa Rica.
Desde el año 2016, Cueros Vélez ha adoptado un modelo de producción pionero y profundamente enfocado en la sostenibilidad ambiental. La empresa ha implementado una serie de prácticas circulares innovadoras, estrategias efectivas para la reducción de residuos en todas sus operaciones y tratamientos eficientes de las aguas industriales generadas en sus procesos productivos. Como resultado de estas iniciativas conscientes, la planta de Amagá ha logrado una disminución significativa del 40% en el consumo de agua por cada piel procesada, en comparación con los modelos de producción tradicionales en la industria del cuero.
Además de la optimización en el uso del agua, Vélez ha sustituido un 80% de los solventes químicos utilizados en sus procesos por alternativas de base agua, menos dañinas para el medio ambiente y la salud de sus trabajadores. La compañía también ha implementado un sistema de reutilización del 90% de las sales de cromo trivalente utilizadas en el proceso de curtido, evitando su vertimiento a fuentes hídricas y minimizando su impacto ambiental. El 100% de las aguas residuales industriales generadas en la planta son sometidas a un riguroso proceso de tratamiento, y un 20% de esta agua tratada se recircula para ser utilizada en nuevos procesos productivos, cerrando el ciclo y promoviendo la eficiencia. Los residuos sólidos generados en la operación también son gestionados de manera responsable, aprovechándose como subproductos que se integran nuevamente a la cadena de valor, demostrando un compromiso genuino con la economía circular.
La operación de Cueros Vélez en Amagá también tiene un impacto significativo en el desarrollo social del territorio donde se encuentra ubicada. Actualmente, el 73% de los colaboradores de la planta reside en el municipio de Amagá y sus alrededores, lo que genera empleo local y dinamiza la economía de la región. Un aspecto destacable es la participación activa de las mujeres en la operación, representando el 32% de la fuerza laboral de la planta y liderando procesos clave en la manufactura y el tratamiento del cuero, lo que evidencia el compromiso de Vélez con la equidad de género y el empoderamiento femenino.
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“Para nosotros, el cuero es mucho más que un simple material con el que creamos nuestros productos. Es un símbolo de propósito, un puente que conecta nuestro origen con nuestro futuro. En cada pieza que creamos, llevamos implícito un mensaje de responsabilidad ambiental y social, de maestría artesanal transmitida de generación en generación y de profundo orgullo por lo que hacemos. Nuestro compromiso inquebrantable es seguir evolucionando e innovando para construir una industria del cuero que conecte de manera significativa con las personas y que, al mismo tiempo, respete y proteja el entorno que nos rodea”, concluye Fabrizio Fiorillo.
Durante casi cuatro décadas de trayectoria, Cueros Vélez ha consolidado su posición como una marca que enaltece el arte del trabajo del cuero, transformándolo en productos de moda que llevan consigo un sello de autor único y distintivo. Su compromiso constante con la sostenibilidad ambiental y su profundo impacto social se han convertido en pilares fundamentales de su crecimiento y éxito, demostrando que la rica tradición artesanal y la innovación responsable pueden coexistir de manera armoniosa para construir una industria más ética y consciente. Hoy, Vélez sigue siendo un referente global, no solo por la calidad excepcional de sus productos, sino también por su capacidad para generar un cambio positivo en la comunidad, el medio ambiente y la industria de la moda en su conjunto.
