Transformación del mercado de cannabis en Colombia, oportunidades y retos para MIPYMES en la venta de flor seca, en un nuevo e importante giro para la industria del cannabis medicinal en Colombia, se ha propuesto un decreto que permitiría la venta de flor seca de cannabis en el mercado local, una medida que promete revitalizar el sector y, a la vez, beneficiar a pacientes y consumidores. Desde hace años, la industria del cannabis en Colombia ha luchado con restricciones regulatorias que limitaban sus oportunidades de mercado a las exportaciones. Con esta nueva normativa, muchas empresas vislumbran la oportunidad de generar ingresos significativos en el mercado doméstico, lo que podría marcar el comienzo de una nueva era para el cannabis en Colombia.
La propuesta, sin embargo, no está exenta de controversia. Mientras que algunos defensores del proyecto sugieren que ayudará a proteger a los pequeños productores, la realidad parece ser más compleja. De acuerdo con Efraín López, exfuncionario del Ministerio de Justicia y actual director de Árpez Company, el decreto no está diseñado específicamente para proteger a los productores pequeños o medianos, sino que se enfoca en las MIPYMES, o micro, pequeñas y medianas empresas, clasificadas según sus ingresos.
Esto significa que muchas empresas con grandes inversiones podrían igualmente beneficiarse de esta medida, siempre y cuando cumplan con los criterios de ingresos estipulados.
Vea: Pérdidas por robos en el sector retail colombiano
Impacto del Decreto en el Mercado Local
El nuevo decreto representa una transformación radical para la industria colombiana de cannabis, ya que abriría la puerta al mercado local, proporcionando a las empresas una alternativa viable al complicado mercado de exportación. En palabras de López, «Las regulaciones muchas veces no atendieron a las realidades, y no hay una demanda global realmente tan grande como se esperaba.» Para muchas empresas que han realizado importantes inversiones, las dificultades para acceder a mercados internacionales han sido un obstáculo importante. Por ello, la posibilidad de vender productos directamente en el mercado colombiano representa un cambio fundamental.
Además, el decreto estipula que, durante los primeros dos años, la prioridad se otorgará a las MIPYMES en el acceso al mercado local de cannabis, lo que significa que estas empresas podrán establecerse en el sector antes de la entrada de grandes compañías con capital extranjero. Este enfoque inicial en las MIPYMES refleja una intención de facilitar la participación de empresas nacionales y promover el desarrollo de una industria sostenible.
Clasificación de MIPYMES: Una Oportunidad para Todos
Un punto clave del decreto es su definición de MIPYMES, que en Colombia se basa en el nivel de ingresos, el número de trabajadores o los activos de la empresa. En este contexto, muchas empresas de cannabis en Colombia cumplen con los criterios de ingresos necesarios para calificar como MIPYME, independientemente de las grandes inversiones que puedan haber realizado en infraestructura o tecnología. Esto implica que el decreto no discrimina en función de los recursos invertidos, sino que clasifica a las empresas únicamente según su nivel de ingresos.
López explica que «las microempresas, por ejemplo, tienen un tope de ingresos de aproximadamente $1.100 millones de pesos colombianos,» lo que equivale a alrededor de 257,000 dólares estadounidenses. Así, muchas empresas de cannabis podrán calificar para beneficiarse de esta normativa, incluso aquellas que han realizado inversiones significativas para desarrollar sus operaciones en Colombia. Aunque esta medida es favorable para la mayoría de las empresas del sector, también significa que la competencia podría ser intensa, especialmente en los primeros años.
Nuevos Requisitos Regulatorios: BPM y Autorizaciones Sanitarias
A pesar de las oportunidades que presenta este decreto, la implementación no será un proceso sencillo. Uno de los requisitos centrales de la normativa es la necesidad de obtener una «autorización sanitaria» para la flor seca como producto terminado, algo que hasta ahora no era necesario en la industria de cannabis en Colombia. Este requisito se asemeja a la certificación de Buenas Prácticas de Manufactura (BPM), una normativa que exige ajustes importantes en las instalaciones de las empresas para cumplir con los nuevos estándares.
Actualmente, algunas empresas que ya operan en Colombia poseen las BPM otorgadas por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), pero su alcance está limitado a los derivados de cannabis y no incluye la flor seca. Esto implica que tanto la regulación como las instalaciones de las empresas deberán ser modificadas para cumplir con los estándares necesarios para la producción de flor seca. En consecuencia, las empresas que buscan capitalizar esta oportunidad podrían enfrentar importantes inversiones en infraestructura y certificación.
¿Cuándo Estará Disponible la Flor Seca en el Mercado?
Aunque el decreto representa una gran oportunidad para la industria del cannabis en Colombia, su implementación total podría tomar tiempo. Según López, “El Invima va a tener que adecuar su normativa para permitir el registro de la flor como producto terminado.» Esta adecuación de la normativa es crucial, ya que determinará el tiempo que las empresas deberán esperar antes de poder vender flor seca en el mercado colombiano. López sugiere que el tiempo estimado para ver los primeros frutos de este cambio regulatorio es de uno o dos años, especialmente para aquellas empresas que ya están en condiciones de cumplir con los requisitos de BPM.
Para agilizar el proceso, una de las posibles vías sería la adecuación de la Guía de Buenas Prácticas de Elaboración de Magistrales a Base de Derivados de Cannabis para incluir la flor seca, un cambio que podría facilitar la entrada al mercado de algunas empresas en menor tiempo. Sin embargo, este es solo uno de los varios pasos regulatorios que se deben cumplir antes de que la flor seca pueda ser dispensada en Colombia.
Oportunidades para las Farmacias y Droguerías
La apertura del mercado interno no solo beneficiará a las empresas productoras de cannabis, sino también a las farmacias y droguerías en Colombia. Una vez que el decreto entre en vigor, estos establecimientos estarán en condiciones de dispensar flor seca de cannabis, lo que podría representar una fuente importante de ingresos adicionales. La venta de productos de cannabis en farmacias podría ayudar a aumentar la accesibilidad para los pacientes y, a su vez, fortalecer las cadenas de distribución en el país.
López predice que «todos los que puedan ver una oportunidad de negocios se van a volcar a ella,» anticipando un crecimiento en la competencia en este mercado emergente. Sin embargo, este crecimiento también traerá consigo el reto de garantizar que los productos cumplan con los estándares de calidad y seguridad necesarios para el consumo.
Vea: La digitalización de documentos en Colombia
Una Nueva Era para el Cannabis en Colombia
La introducción de este decreto marca el comienzo de una transformación fundamental para el mercado de cannabis en Colombia. Aunque el proceso de implementación será complejo y requerirá tiempo, el potencial para crear un mercado interno próspero es significativo. Las empresas colombianas de cannabis, especialmente las MIPYMES, tienen la oportunidad de aprovechar este cambio para fortalecer su presencia en el mercado y desarrollar nuevas fuentes de ingresos en un sector que ha sido mayormente dependiente de las exportaciones.
Para los pacientes y consumidores, la disponibilidad de flor seca en el mercado local representa un paso adelante en el acceso a productos de cannabis medicinal. A medida que el decreto entre en vigor, la industria se enfrentará a retos y oportunidades, desde la certificación de instalaciones hasta la adaptación de las normativas sanitarias. Este desarrollo podría impulsar el crecimiento económico en el sector y proporcionar beneficios tangibles para una amplia gama de actores en el mercado del cannabis en Colombia.