Robos en supermercados en Colombia, un desafío creciente para el retail moderno, el sector retail en Colombia enfrenta un desafío cada vez más complejo: el aumento de los robos en supermercados y grandes superficies. Este problema no solo afecta las finanzas de las cadenas comerciales, sino que también genera un impacto significativo en la confianza del consumidor y en la percepción de seguridad en estos espacios. Según el último Censo Nacional de Mermas, las pérdidas por este concepto alcanzaron los $298.000 millones en 2024, un 8% más que el año anterior. Este artículo ofrece un análisis detallado de las cifras, modalidades de robo, impactos y estrategias para mitigar este fenómeno.
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Un problema en ascenso
La temporada navideña, que generalmente representa un repunte significativo en las ventas para el retail, también es considerada de «máxima alerta» debido al aumento de robos. Con un pico de visitantes y compradores en supermercados, los llamados «amigos de lo ajeno» aprovechan para llevar a cabo hurtos que dejan una huella profunda en las finanzas del sector. En 2024, el consumo en grandes superficies alcanzó los $11.000 millones, mientras que las pérdidas por merma operativa se situaron en $740.780 millones, según el informe de Fenalco, We Team Colombia y Sensormatic.
Las cifras de la merma
El concepto de merma operativa, definido como la diferencia entre el inventario teórico y el real, engloba tanto la merma conocida como la desconocida. En 2024:
- La merma conocida, que incluye pérdidas por deterioro, vencimientos y desperdicios, representó el 57% del total, equivalente a $443.280 millones.
- La merma desconocida, atribuida principalmente a robos y fraudes, alcanzó el 42%, es decir, $298.000 millones.
De este último monto, casi la mitad provino de robos, tanto internos como externos. Los robos internos, perpetrados por empleados, sumaron $42.000 millones, mientras que los robos externos, ejecutados por personas ajenas al comercio, representaron $103.000 millones.
Modalidades de robo
Los robos en supermercados se han vuelto cada vez más sofisticados, lo que dificulta su detección y prevención. Entre las modalidades más comunes se encuentran:
- Sustracción con bolsas de aluminio: Este método, que ocupa el primer lugar en los hurtos externos, utiliza bolsas que bloquean los sistemas de detección.
- Consumo en el punto de venta: Los clientes consumen productos dentro de la tienda sin pagarlos, generando pérdidas que alcanzaron $11.000 millones en 2024.
- Falsificación de tiquetes y cambio de códigos: Bandas organizadas manipulan los códigos de los productos para reducir su precio en el momento del pago.
- Uso de bolsas plásticas del almacén: Algunos delincuentes aprovechan estas bolsas para camuflar productos robados.
Productos más robados
El Censo Nacional de Mermas identifica los productos más «apetecidos» por los ladrones, que suelen ser fáciles de transportar y tienen alta demanda para consumo o reventa. Entre ellos se encuentran:
- Chocolates y dulces
- Productos cárnicos y carnes frías
- Artículos de aseo personal
- Licores
- Artículos digitales y electrodomésticos
Además, las secciones de textil masculino, textil femenino, papelería, cuidado personal y ropa de bebé también son frecuentemente atacadas.
Impacto y tendencias recientes
Los robos en supermercados tienen un impacto económico directo, pero también afectan la operación y la imagen de las cadenas comerciales. En 2024, los comerciantes lograron incrementar la recuperación de mercancías hurtadas, pasando de 96.730 unidades en 2023 a 129.300 en 2024, lo que representó $39.876 millones. Sin embargo, la incidencia de robos armados y carteristas continúa en aumento:
- Los asaltos a mano armada subieron de 75 casos en 2022 a 88 en 2024.
- Los carteristas incrementaron su actividad, con 288 casos registrados en 2024, frente a 217 en 2022.
Por otro lado, los robos en parqueaderos mostraron una leve disminución, con 544 eventos en 2024, comparados con 564 en 2022.
Estrategias de prevención
Para enfrentar este problema, los supermercados han implementado diversas estrategias tecnológicas y operativas:
- Identificación por Radiofrecuencia (RFID): Este sistema de etiquetado permite un control preciso del inventario y ofrece información predictiva sobre el comportamiento de los compradores.
- Computer Vision: Utiliza inteligencia artificial para analizar secuencias de video en tiempo real, identificando actividades sospechosas y evaluando el estado de ánimo de los clientes.
- Pedestales de salida inteligentes: Incorporan RFID para rastrear artículos que salen de la tienda, mejorando la identificación de robos masivos.
- Capacitación del personal: Entrenar a los empleados para identificar comportamientos sospechosos y actuar rápidamente ante incidentes.
- Colaboración con autoridades: Trabajar en conjunto con la Policía y la justicia para mejorar las tasas de judicialización, que actualmente son del 56% en ciudades principales y solo del 28% en intermedias.
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Los robos en supermercados representan un desafío complejo que exige una combinación de tecnología, estrategias operativas y colaboración interinstitucional. Aunque las cifras de recuperación son alentadoras, el incremento de modalidades sofisticadas de robo y la participación de bandas organizadas subrayan la necesidad de medidas más contundentes. Para garantizar la sostenibilidad del sector y proteger tanto a los consumidores como a los empleados, es fundamental seguir invirtiendo en innovación y en la implementación de sistemas de prevención más efectivos.