La regulación de distancias entre farmacias en Colombia, un debate entre la libre competencia y la sostenibilidad del sector
El sector farmacéutico en Colombia se encuentra en el centro de un intenso debate a raíz de la reactivación de una normativa que establece una distancia mínima de 75 metros entre farmacias y droguerías. La medida ha generado reacciones encontradas entre los distintos actores del sector, con grandes cadenas comerciales manifestando su rechazo y asociaciones gremiales como la Asociación Colombiana de Droguistas y Detallistas (Asocoldro) respaldando la regulación.
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El Origen de la Controversia
La normativa de distancias entre farmacias no es nueva en Colombia. De hecho, ha estado vigente por varios años, pero su aplicación ha sido inconsistente, permitiendo que, en la práctica, se establezcan múltiples droguerías en proximidad, generando una competencia intensa y, en algunos casos, monopolios comerciales.
Recientemente, la Corte Constitucional dejó claro que la norma debe aplicarse en todo el territorio nacional, lo que ha desatado una ola de críticas y respaldos. Mientras que grandes cadenas de droguerías, tanto nacionales como extranjeras, han expresado su oposición, asociaciones como Asocoldro han defendido la medida como un mecanismo para garantizar la sostenibilidad del sector y evitar el desplazamiento de pequeños negocios.
El Argumento de las Grandes Cadenas: Impacto en la Libre Competencia
Las principales opositoras a la aplicación estricta de esta norma han sido grandes cadenas de droguerías como Farmatodo y la cadena mexicana Dr. Simi. Desde su perspectiva, la regulación limita la libre competencia y restringe la capacidad de expansión de los negocios, afectando tanto a los consumidores como a las empresas.
Dr. Simi, por ejemplo, ha calificado la norma como «obsoleta» y perjudicial para la libre competencia. En un comunicado reciente, la cadena mexicana argumentó que la regulación reduce las opciones disponibles para los consumidores y encarece el acceso a medicamentos al impedir que nuevas farmacias puedan establecerse en ubicaciones estratégicas.
De acuerdo con expertos en economía, las restricciones espaciales pueden frenar la modernización del sector farmacéutico y limitar la capacidad de los consumidores para acceder a precios competitivos. «En un mercado libre, la ubicación de un negocio debe responder a la demanda del consumidor y no a restricciones impuestas por regulaciones obsoletas», afirman analistas económicos.
La Posición de Asocoldro: Protección a las Pequeñas Farmacias
A diferencia de las grandes cadenas, Asocoldro ha expresado su respaldo a la aplicación de la norma. Según Greison Camargo, director jurídico de la asociación, la regulación busca garantizar el acceso equitativo a los medicamentos y preservar la diversidad en el mercado farmacéutico.
«Las farmacias cumplen una función social y no pueden verse reducidas a simples competidores en una guerra de precios. La normativa es necesaria para evitar el desplazamiento de pequeños negocios que han servido a las comunidades durante décadas», sostuvo Camargo en una entrevista reciente.
Según datos de Asocoldro, la concentración de farmacias en manos de grandes cadenas podría llevar a una reducción de la oferta local y afectar el acceso a medicamentos en comunidades vulnerables. «No estamos en contra de la competencia, pero debe haber reglas claras que permitan la convivencia de grandes y pequeñas farmacias», afirmó el directivo.
El Papel de la Corte Constitucional
La Corte Constitucional ha reafirmado que la ley de distancias debe aplicarse de manera uniforme en todo el país. En su reciente fallo, el alto tribunal señaló que la normativa no solo busca regular la competencia, sino también garantizar la seguridad en la dispensación de medicamentos y evitar la sobreoferta en zonas específicas.
La decisión de la Corte se basa en el principio de que la regulación del sector farmacéutico debe priorizar el bienestar de los ciudadanos y no solo los intereses comerciales. «La norma es una medida de ordenamiento territorial que busca equilibrar la oferta de servicios farmacéuticos en el país», se lee en el fallo.
El Futuro del Sector Farmacéutico en Colombia
El debate sobre la regulación de distancias entre farmacias en Colombia está lejos de resolverse. Mientras que grandes cadenas seguirán presionando por una flexibilización de la norma, asociaciones como Asocoldro continuarán defendiendo la aplicación estricta de la regulación.
El gobierno y las entidades regulatorias tendrán que encontrar un equilibrio entre fomentar la competencia y proteger a los pequeños comerciantes. Se espera que en los próximos meses haya mesas de diálogo entre las partes involucradas para definir si la normativa se mantiene o si se realizan ajustes que permitan su aplicación de manera equitativa y justa.
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El sector farmacéutico es fundamental para la salud pública y su regulación debe estar en consonancia con los intereses de los ciudadanos. Mientras que las grandes cadenas argumentan que la normativa limita la libre competencia, las asociaciones gremiales defienden su aplicación para evitar la desaparición de pequeñas farmacias.
La decisión de la Corte Constitucional de hacer cumplir la norma es un recordatorio de que las regulaciones existen para garantizar el acceso equitativo a medicamentos y evitar prácticas monopólicas. El futuro del sector dependerá de la capacidad de las partes para encontrar soluciones que beneficien tanto a los consumidores como a los empresarios.