La nueva era de las finanzas en Colombia, ¿Neobancos y Banca Tradicional, rivales o socios en la transformación digital?, el sector financiero global ha experimentado una metamorfosis trascendental en los últimos años, impulsada principalmente por la fuerza disruptiva de la tecnología. En este escenario de cambio constante, la aparición y el rápido crecimiento de los neobancos han desempeñado un papel fundamental, introduciendo soluciones financieras innovadoras que se centran en la experiencia del usuario, ofrecen estructuras de costos significativamente reducidas y promueven una mayor inclusión financiera para segmentos de la población tradicionalmente desatendidos.
Vea también: El ascenso del lujo hecho en Colombia
Colombia no ha sido ajena a esta revolución digital en las finanzas. Según datos del Latam Fintech Hub, el país cuenta actualmente con un ecosistema de cuatro neobancos orientados directamente al consumidor individual: Lulobank, Nubank, Rappibank y Ualá. A este grupo se suman Nequi y Daviplata, plataformas digitales que, si bien no se autodenominan exclusivamente neobancos, ofrecen servicios similares y han expandido su alcance para atender no solo a personas naturales, sino también a pequeñas y medianas empresas, así como a diversos proyectos emprendedores.
Este notable crecimiento de los actores financieros digitales ha representado un desafío significativo para la banca tradicional colombiana, obligando a las instituciones establecidas a adaptarse con agilidad a este nuevo panorama competitivo. En respuesta, algunos bancos tradicionales han lanzado sus propias iniciativas digitales o han adquirido fintechs para modernizar sus operaciones y atraer a una base de clientes cada vez más digitalizada. Ejemplos de esta adaptación son Pibank, una propuesta del Banco Pichincha con un enfoque digital, así como Ban100, que ha buscado posicionarse como una alternativa más ágil y tecnológica dentro del sector financiero tradicional.
El futuro de los neobancos en Colombia se vislumbra particularmente prometedor, en línea con las tendencias globales. Datos de Statista proyectan que para el año 2028, la cantidad de usuarios de neobancos a nivel mundial superará la impresionante cifra de 386 millones. Este crecimiento exponencial está siendo impulsado por los continuos avances tecnológicos en áreas como la inteligencia artificial, el análisis de grandes datos y la computación en la nube, así como por la evolución constante en las preferencias de los consumidores, quienes demandan servicios financieros más accesibles, transparentes, personalizados y disponibles a través de canales digitales.
A pesar de la aparente competencia directa entre los neobancos y la banca tradicional, Christian Cepeda, CEO de Kuvasz Solutions, una empresa especializada en el desarrollo de software para métodos de pago, plantea una perspectiva interesante y potencialmente transformadora. Cepeda sugiere que, en lugar de percibirse únicamente como competidores feroces, los neobancos y los bancos tradicionales poseen un enorme potencial para convertirse en grandes aliados estratégicos. La colaboración sinérgica entre ambos tipos de instituciones financieras podría impulsar una modernización aún más profunda y acelerada del sistema financiero colombiano, generando beneficios significativos para los usuarios finales y fortaleciendo de manera integral la economía digital de la nación.
Un factor clave que podría catalizar esta colaboración y redefinir el equilibrio competitivo en el sector financiero colombiano es la próxima puesta en marcha del sistema de pagos inmediatos, prevista para septiembre del presente año. Este sistema tiene el potencial de democratizar el acceso a las transacciones financieras digitales y de nivelar el campo de juego entre la banca tradicional, con su infraestructura establecida y su base de clientes consolidada, y los neobancos, con su agilidad tecnológica y su enfoque centrado en el usuario.
En este contexto, plataformas tecnológicas como Brizmo emergen como facilitadores cruciales de esta transformación. Brizmo permite a las instituciones financieras, tanto bancos tradicionales como fintechs y neobancos, conectarse de manera eficiente al esquema de pagos inmediatos Bre-b, impulsado por el Banco de la República. Esta conectividad simplificada y eficiente potencia la competitividad de todos los actores del sistema financiero en esta nueva era digital, permitiéndoles ofrecer servicios de pago más rápidos, seguros y convenientes a sus usuarios.
Vea también: Paseo Villa del Río se convierte en la carpa de la alegría
Christian Cepeda enfatiza que la implementación del sistema de pagos inmediatos y la presión competitiva ejercida por los neobancos están forzando a los bancos convencionales a incorporar tecnologías de vanguardia y a facilitar las transacciones digitales a través de mecanismos innovadores como las “llaves” exclusivas. Estas llaves, que los usuarios ya pueden comenzar a registrar en sus entidades financieras, incluyen información personal como el número de teléfono móvil, la dirección de correo electrónico o el documento de identidad, simplificando significativamente el proceso de realizar pagos y transferencias. Esta modernización no solo incentiva la confianza de los usuarios en los servicios financieros digitales, sino que también amplía el acceso a estos servicios a una mayor porción de la población.
“Además, el sistema Bre-B, al contar con el respaldo del Banco de la República como entidad reguladora y garante de su funcionamiento, no solo promueve la digitalización de los pagos en Colombia, sino que también fomenta un ambiente de competencia más equitativo y dinámico entre ambos tipos de instituciones financieras, lo que a la larga se traduce en mayores beneficios y mejores servicios para todos los usuarios del sistema”, concluye el CEO de Kuvasz Solutions. La colaboración y la sana competencia entre neobancos y banca tradicional se perfilan como motores fundamentales para la evolución y el fortalecimiento del sistema financiero colombiano en la era digital.