El impulso del consumo, ¿suficiente para el crecimiento económico de Colombia?, la economía colombiana enfrenta un período desafiante, en el que el consumo parece haber asumido un papel predominante como motor de crecimiento, mientras que otros sectores fundamentales, como el empleo formal y la recaudación tributaria, muestran señales de estancamiento o crecimiento limitado. En este contexto, el Banco de Bogotá ha publicado un informe que actualiza sus proyecciones económicas para Colombia, advirtiendo sobre una serie de factores que podrían influir en el desempeño del país para el cierre de 2024 y el año 2025.
Camilo Pérez, jefe de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá, destacó que, si bien algunos indicadores como el Índice de Seguimiento a la Economía (ISE) y el Producto Interno Bruto (PIB) han superado expectativas, el crecimiento general de la economía está siendo impulsado, principalmente, por el consumo de los hogares. Aunque el aumento en el consumo puede interpretarse como una recuperación post-pandemia, esta dependencia plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento y la necesidad de fortalecer otros sectores.
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Consumo como motor de crecimiento: ¿es suficiente?
Durante los últimos meses, los colombianos han vuelto a un ritmo de consumo constante, impulsado en parte por el aumento de la demanda en sectores minoristas y servicios. La pandemia transformó los hábitos de consumo y, tras un período de ajuste, parece que el consumidor colombiano está apostando nuevamente por las compras, tanto en el comercio tradicional como en plataformas de comercio electrónico. Este cambio representa un alivio para algunos sectores económicos, pero el crecimiento basado en el consumo presenta limitaciones cuando no va acompañado de un incremento paralelo en la inversión y la productividad en sectores estratégicos.
De acuerdo con Pérez, esta situación podría traducirse en un crecimiento temporal, pero sin una base sólida a largo plazo. «Estamos observando que la economía se está moviendo por el lado del consumo más que por una reactivación de fondo,» indicó el economista. Aunque el gasto de los consumidores es fundamental, depender únicamente de él para el crecimiento puede resultar insostenible, especialmente si la inversión privada y la creación de empleos formales no acompañan esta tendencia.
Desacoplamiento tributario y su impacto en el crecimiento
Un desafío adicional que enfrenta Colombia en este contexto es el denominado «desacoplamiento tributario». Mientras el consumo está en aumento, la recaudación fiscal no parece seguir el mismo ritmo. Esto podría atribuirse al hecho de que sectores como el comercio y los servicios, aunque dinámicos en términos de consumo, no son tan intensivos en generación de impuestos como la industria y la construcción. Estos sectores tradicionales han sido, históricamente, los que más han contribuido al fisco y, al no presentar un crecimiento robusto, la recaudación fiscal está quedando rezagada.
Este desajuste entre el consumo y la recaudación fiscal plantea riesgos para la estabilidad económica a mediano y largo plazo. Las autoridades fiscales del país deben encontrar formas de hacer frente a esta situación, mediante políticas que fomenten el crecimiento en sectores estratégicos y promuevan una base tributaria más sólida y equilibrada.
Situación del mercado laboral: empleo público y desafíos estructurales
El mercado laboral colombiano enfrenta una situación compleja. Aunque el empleo ha mostrado cierta recuperación en los últimos meses, el crecimiento en la creación de empleo se ha concentrado principalmente en el sector público, mientras que los sectores privados, como la industria y la construcción, siguen enfrentando dificultades. Este patrón limita la sostenibilidad del empleo, ya que las fuentes laborales dependientes del sector público pueden no ser suficientes para compensar la falta de dinamismo en el sector privado.
Además, existe una creciente preocupación por la cantidad de personas que han abandonado el mercado laboral en los últimos meses. Muchos de estos trabajadores han dejado de buscar empleo activamente, lo que podría tener un impacto negativo en las tasas de desempleo si deciden regresar al mercado sin encontrar oportunidades. Este fenómeno refleja problemas estructurales en la economía, donde la oferta de empleos no está alineada con la demanda laboral, generando desincentivos y obstáculos para la recuperación completa del mercado de trabajo.
Percepción de los empresarios y confianza inversionista
La percepción de los empresarios y la confianza de los inversionistas han sufrido un deterioro en los últimos dos años. Según el informe del Banco de Bogotá, existe una desconexión entre la percepción empresarial y la percepción pública, lo que genera un ambiente de incertidumbre que desincentiva la inversión privada y la creación de nuevos empleos.
Para mejorar esta situación, se necesita un esfuerzo concertado entre el sector privado y el gobierno para restaurar la confianza y crear un entorno favorable para la inversión. Las reformas económicas y políticas deben orientarse hacia el fomento de un clima empresarial estable y predecible, que incentive a los empresarios a reinvertir en el país.
Factores externos y riesgos para la economía colombiana
El informe del Banco de Bogotá también destaca los riesgos externos que enfrenta Colombia, como la desaceleración económica en Europa y China, así como el contexto geopolítico global. Estos factores pueden afectar el crecimiento económico del país, al reducir la demanda de exportaciones colombianas y aumentar la volatilidad en los mercados internacionales. La economía colombiana, dependiente en gran medida de sus exportaciones de productos básicos, podría sufrir un impacto negativo si persisten las dificultades económicas en estas regiones.
Además, el informe menciona que factores como la falta de lluvias y los bajos niveles de los embalses representan riesgos para el sector energético, lo que podría tener un impacto en los precios y la producción industrial del país. Si no se toman medidas para mitigar estos riesgos, la economía podría enfrentar presiones adicionales que afectarían el crecimiento en los próximos años.
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Inflación y perspectivas para 2025
A pesar de la reducción gradual en la tasa de inflación, sectores como los servicios y los arrendamientos han experimentado una disminución lenta en los precios. El Banco de Bogotá espera que la inflación cierre el 2024 en torno al 5,3% o 5,4% y que se acerque al 4% en 2025. Sin embargo, advierte que los objetivos inflacionarios del Banco de la República podrían no cumplirse, lo que plantea desafíos para la política monetaria y la estabilidad económica en los próximos años.
La situación económica actual de Colombia plantea desafíos complejos, que requieren una respuesta coordinada de las autoridades económicas, el sector privado y los consumidores. Aunque el consumo ha sido un factor de impulso en el crecimiento reciente, la economía necesita una reactivación en sectores productivos clave para garantizar un crecimiento sostenible. La confianza empresarial, la inversión y la creación de empleo deben fortalecerse para asegurar que la economía colombiana pueda enfrentar los desafíos tanto internos como externos, y construir una base sólida para el desarrollo a largo plazo.