Finanzas abiertas en América Latina, impulsando la inclusión financiera y la innovación digital, en los últimos años, América Latina ha sido testigo de una transformación significativa en su panorama financiero, impulsada por la adopción de las finanzas abiertas. Este modelo, que permite el intercambio seguro de datos financieros entre instituciones mediante interfaces de programación de aplicaciones (APIs), está redefiniendo la manera en que los consumidores interactúan con los servicios financieros. Más allá de una simple tendencia tecnológica, las finanzas abiertas representan una herramienta poderosa para promover la inclusión financiera, fomentar la competencia y catalizar la innovación en la región.
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El auge de las finanzas abiertas en la región
Lily Mendia, líder de banca global en Galileo Latinoamérica, afirmó en la mesa redonda Fintech Américas de este año que el modelo banca abierta permite a las instituciones financieras compartir datos con proveedores externos, fomentando la competencia, reduciendo costos y mejorando los servicios bancarios.
América Latina se ha posicionado como una de las regiones más activas en la adopción de las finanzas abiertas. Países como Brasil, México, Colombia y Chile han liderado la implementación de marcos regulatorios que facilitan el intercambio de datos financieros de manera segura y eficiente. Por ejemplo, Brasil inició su sistema de open banking en 2020, evolucionando hacia un modelo de open finance que abarca una gama más amplia de servicios financieros. México, por su parte, ha establecido regulaciones específicas para fomentar la interoperabilidad y la seguridad en el intercambio de datos.
En Colombia, la Superintendencia Financiera ha avanzado en la definición de reglas generales y estándares para el tratamiento seguro y transparente de los datos personales, permitiendo que los consumidores autoricen el uso de su información para el diseño de productos y servicios personalizados.
Beneficios para la inclusión financiera
Uno de los principales objetivos de las finanzas abiertas es ampliar el acceso a los servicios financieros, especialmente para las poblaciones no bancarizadas o subatendidas. Según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el 27% de los adultos en América Latina y el Caribe no tiene acceso a servicios financieros formales. Las finanzas abiertas pueden reducir estas barreras al permitir que los consumidores compartan sus datos con terceros, facilitando la creación de productos financieros adaptados a sus necesidades y circunstancias específicas.
Además, al fomentar la competencia entre instituciones financieras, se promueve la innovación y la mejora de los servicios ofrecidos, lo que puede traducirse en costos más bajos y una mayor variedad de opciones para los consumidores.
Desafíos en la implementación
A pesar de los avances, la implementación de las finanzas abiertas en América Latina enfrenta varios desafíos. La falta de una regulación unificada en varios países genera incertidumbre tanto para las instituciones financieras como para los consumidores. Además, la adopción de tecnología en el sector bancario presenta obstáculos, ya que muchas instituciones aún no cuentan con la infraestructura necesaria para integrar APIs de manera eficiente.
La confianza del consumidor también es un factor crítico. Según el informe del Índice de Adopción de Fintech de EY, solo el 28% de los consumidores latinoamericanos confían plenamente en las plataformas de banca abierta debido a preocupaciones sobre la seguridad y el manejo de datos personales.
El papel de las fintech y la colaboración regional
El ecosistema fintech en América Latina ha experimentado un crecimiento significativo, con más de 3,000 startups operando en la región. Estas empresas desempeñan un papel crucial en la promoción de las finanzas abiertas al desarrollar soluciones innovadoras que aprovechan el intercambio de datos para ofrecer servicios financieros más accesibles y personalizados.
En este contexto, la colaboración regional se vuelve esencial. Los gremios fintech de la Alianza del Pacífico, que incluye a México, Chile, Colombia y Perú, han propuesto establecer estándares comunes en materia de regulación de finanzas abiertas. Esta iniciativa busca desarrollar un ecosistema fintech competitivo, seguro, innovador, homogéneo e inclusivo en la región.
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Perspectivas futuras
A medida que las finanzas abiertas continúan evolucionando en América Latina, es fundamental abordar los desafíos existentes y aprovechar las oportunidades que ofrece este modelo. La implementación de marcos regulatorios sólidos, la inversión en infraestructura tecnológica y la educación del consumidor son pasos clave para garantizar el éxito de las finanzas abiertas en la región.
Además, la colaboración entre gobiernos, instituciones financieras, fintechs y otros actores del ecosistema será esencial para construir un sistema financiero más inclusivo, innovador y resiliente.
Las finanzas abiertas tienen el potencial de transformar el panorama financiero de América Latina, promoviendo la inclusión financiera y fomentando la innovación. Si bien existen desafíos en su implementación, los beneficios que ofrecen en términos de acceso, competencia y personalización de servicios financieros son significativos. Con un enfoque colaborativo y una regulación adecuada, las finanzas abiertas pueden convertirse en un pilar fundamental para el desarrollo económico y social de la región.