Este contexto, sumado a las recientes protestas de los camioneros en todo el país, ha evidenciado la urgente necesidad de encontrar soluciones que permitan a las empresas del sector transporte continuar operando de manera eficiente y rentable, a pesar de los desafíos económicos. El aumento en los precios del combustible no es exclusivo de Colombia, sino que es una problemática que afecta a muchas economías a nivel global.
Sin embargo, en un país con una infraestructura en crecimiento y donde el transporte de carga es clave para la movilidad de productos y materias primas, encontrar estrategias para optimizar el consumo de combustible se ha vuelto una prioridad.
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La importancia de optimizar el consumo de combustible
El impacto de los costos de combustible en las operaciones diarias de las empresas de transporte es innegable. Según estimaciones del sector, el gasto en combustible puede representar entre el 30% y el 50% de los costos operativos totales de una empresa de transporte. Esto significa que cualquier fluctuación en el precio del combustible tiene un efecto directo sobre la rentabilidad de las empresas, afectando tanto a grandes transportadoras como a pequeñas y medianas empresas (PYMEs) que dependen de sus flotas para operar.
Consciente de esta situación, Geotab, líder mundial en soluciones de transporte conectado, ha identificado tres estrategias clave que pueden ayudar a las empresas a mitigar el impacto del aumento en los precios del combustible. Estas estrategias no solo buscan reducir el consumo de combustible, sino también mejorar la eficiencia operativa y prolongar la vida útil de los vehículos, asegurando que las empresas puedan mantener su competitividad en un entorno cada vez más complejo.
1. Mantenimiento preventivo: un aliado clave
Una de las estrategias más efectivas para reducir el consumo de combustible es realizar un mantenimiento preventivo adecuado a los vehículos. Aunque a menudo se subestima su importancia, mantener las flotas en óptimas condiciones puede marcar una diferencia significativa en la eficiencia del combustible. Elementos como los cambios regulares de aceite, la revisión del estado de los filtros y el mantenimiento adecuado de los neumáticos son cruciales para asegurar un rendimiento eficiente del motor.
Cambio de aceite: Con el tiempo, el aceite de motor se deteriora y acumula impurezas, lo que aumenta la fricción entre los componentes del motor y reduce su eficiencia. Esto lleva a un mayor esfuerzo del vehículo para funcionar, lo que a su vez incrementa el consumo de combustible. Por esta razón, es fundamental realizar cambios de aceite periódicos, utilizando productos de calidad que garanticen un rendimiento óptimo.
Presión de neumáticos: Otro aspecto esencial es la presión adecuada de los neumáticos. Según estudios, conducir con neumáticos mal inflados puede aumentar el consumo de combustible hasta en un 25%. La razón es sencilla: cuando los neumáticos están desinflados, el motor necesita trabajar más para mover el vehículo, lo que incrementa el gasto de combustible. Por tanto, revisar regularmente la presión de los neumáticos y mantenerla en los niveles recomendados por el fabricante es una medida sencilla pero efectiva para reducir costos.
Beneficios del mantenimiento preventivo: Al implementar un programa de mantenimiento preventivo, las empresas pueden reducir significativamente sus costos operativos a largo plazo. Esto no solo implica un ahorro directo en combustible, sino también en reparaciones y reemplazos de componentes que, al no ser atendidos a tiempo, podrían generar fallas mayores. Además, un vehículo en buen estado tiene una vida útil más prolongada, lo que se traduce en una inversión más rentable para las empresas de transporte.
2. Conducción eco-responsable: más allá del ahorro de combustible
El comportamiento de los conductores también tiene un impacto directo en el consumo de combustible. Pequeños cambios en los hábitos de conducción pueden marcar una gran diferencia en la eficiencia de un vehículo. En este sentido, adoptar una conducción eco-responsable no solo es beneficioso para el bolsillo, sino también para el medio ambiente.
Velocidad constante: Mantener una velocidad constante es uno de los principales factores para reducir el consumo de combustible. Las aceleraciones y desaceleraciones bruscas exigen un esfuerzo adicional del motor, lo que incrementa el gasto energético. Utilizar el control de crucero en carreteras y evitar cambios bruscos de velocidad puede ayudar a maximizar la eficiencia del combustible.
Reducir el ralentí: Otro hábito a evitar es mantener el vehículo en ralentí durante largos periodos. Cada minuto que el motor está encendido sin que el vehículo se mueva, se consume combustible innecesariamente. En su lugar, se recomienda apagar el motor en paradas prolongadas para ahorrar combustible.
Aprovechar la inercia: En pendientes o descensos, es recomendable aprovechar la inercia del vehículo para reducir la necesidad de aceleración. Además, utilizar el freno motor en lugar de frenar bruscamente ayuda a reducir el desgaste de los componentes y a mantener una conducción más eficiente.
Optimización de rutas: Una planificación adecuada de las rutas también es clave para reducir el consumo de combustible. Utilizar herramientas de geolocalización y optimización de rutas permite identificar los trayectos más cortos y con menos tráfico, lo que no solo ahorra tiempo, sino también combustible.
3. Tecnología: la clave para la eficiencia
En la era digital, la tecnología juega un papel fundamental en la optimización de los recursos. En el sector del transporte, herramientas como la telemática y la video telemática han revolucionado la forma en que las empresas gestionan sus flotas y consumos de combustible.
Telemática: La telemática combina dispositivos de rastreo GPS con sistemas de monitoreo remoto que permiten obtener información en tiempo real sobre el rendimiento de los vehículos, los hábitos de conducción y las rutas recorridas. Al contar con estos datos, las empresas pueden identificar áreas de mejora y tomar decisiones informadas para reducir el consumo de combustible.
Video telemática: La video telemática añade una capa adicional de análisis al combinar datos de rendimiento con imágenes y videos capturados durante los recorridos. Esto permite a las empresas identificar prácticas de conducción riesgosas, como frenadas bruscas o aceleraciones innecesarias, y tomar medidas correctivas.
Gestión de datos: La capacidad de recopilar, analizar y actuar sobre datos en tiempo real es una de las principales ventajas de la tecnología. Herramientas como las ofrecidas por Geotab permiten a las empresas gestionar sus flotas de manera más eficiente, identificar patrones de consumo de combustible y ajustar sus estrategias para maximizar la eficiencia.
Beneficios a largo plazo
La adopción de estas tres estrategias no solo tiene un impacto inmediato en la reducción de costos, sino que también prepara a las empresas para enfrentar los desafíos futuros del sector transporte. En un entorno donde la sostenibilidad, la eficiencia energética y la gestión inteligente de los recursos son cada vez más relevantes, las empresas que inviertan en tecnología y adopten prácticas de conducción responsables estarán mejor posicionadas para competir en el mercado.
Como menciona Juan Cardona, AVP de Ventas Latinoamérica para Geotab: «La adopción de tecnologías como la telemática no solo mejora la seguridad y eficiencia de las flotas, sino que también promueve una cultura de responsabilidad y cuidado entre los conductores. En un mundo donde los costos de combustible seguirán siendo un desafío, contar con las herramientas adecuadas es la clave para mantenerse competitivo».
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Enfrentar el aumento en los precios del combustible en Colombia requiere de un enfoque multifacético que combine mantenimiento preventivo, hábitos de conducción responsables y el uso de tecnología avanzada. Las empresas que adopten estas estrategias no solo podrán reducir sus costos operativos, sino también mejorar su rentabilidad y sostenibilidad a largo plazo.