¿Está en riesgo el dominio de Tiendas D1? La expansión de Ara reconfigura el mapa del retail en Colombia, durante más de una década, Tiendas D1 ha sido sinónimo de transformación en el consumo masivo de los colombianos. Desde su llegada al mercado en 2009, esta cadena de tiendas de descuento duro ha sabido posicionarse como una de las más relevantes del país. Con un modelo que prioriza precios bajos, productos esenciales y eficiencia operativa, D1 se convirtió en parte del día a día de millones de colombianos.
Para finales de 2024, la compañía contaba con cerca de 2.500 establecimientos distribuidos estratégicamente en más de 500 municipios a lo largo de los 32 departamentos del país. Cada día, más de 1,6 millones de personas cruzan las puertas de una tienda D1. En términos de penetración de mercado, más del 90 % de los hogares colombianos hacen compras en al menos uno de sus puntos, un dato que revela la masividad de su impacto.
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En el ámbito financiero, su éxito también ha sido arrollador. En el primer semestre de 2024, D1 reportó ingresos operativos superiores a los $17 billones de pesos, con un crecimiento del 24,8 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Estos resultados posicionan a la compañía como una de las líderes indiscutibles del retail nacional.
Sin embargo, un reciente movimiento en el tablero del comercio minorista colombiano podría poner en jaque esa hegemonía. Tiendas Ara, otro gigante del segmento de descuento duro, está ampliando agresivamente su presencia en el país gracias a una operación que promete sacudir la dinámica del mercado. El origen de este cambio: la adquisición de varios puntos de venta de los Supermercados Colsubsidio.
La movida estratégica de Tiendas Ara
Jerónimo Martins, grupo portugués propietario de la marca Ara, solicitó formalmente a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) la aprobación para asumir la operación de los locales donde anteriormente funcionaban los Supermercados Colsubsidio. Esta petición fue realizada el pasado 22 de enero y, tras una revisión exhaustiva por parte del ente regulador, la luz verde finalmente llegó.
Lo interesante de esta operación es que no se trata de una simple compra de activos. La transacción se enfoca en asegurar la continuidad del servicio en puntos de venta estratégicos mediante el arriendo y la operación de los locales. Esto significa que Ara no solo expandirá su número de tiendas, sino que lo hará en ubicaciones claves ya posicionadas entre los consumidores, reduciendo los costos logísticos y de penetración de nuevos mercados.
Además, el acuerdo contempla la incorporación de muchos de los trabajadores de Colsubsidio a la nómina de Ara, lo que facilitará el proceso de transición y reforzará la capacidad operativa de la cadena en estas nuevas plazas.
Una competencia que no da tregua
El mercado de tiendas de descuento en Colombia está en plena ebullición. Aunque D1 ha sido el líder indiscutible en términos de número de locales y ventas, Ara ha logrado un crecimiento sostenido en los últimos años gracias a su respaldo internacional y a una estrategia centrada en el consumidor.
A diferencia de D1, que se ha enfocado en mantener una estructura más austera, Ara ha apostado por formatos más modernos, mayores surtidos de productos frescos y estrategias de fidelización más agresivas. Su presencia ha sido particularmente fuerte en la región Caribe y en ciudades intermedias, donde ha logrado conectar con segmentos que buscan variedad sin perder de vista el precio.
Con esta nueva operación, Ara ganará músculo para expandirse en otras zonas del país, incluyendo regiones donde hasta ahora D1 era prácticamente la única opción de bajo costo. Esta competencia más directa podría impactar los ingresos de D1 en el mediano plazo, sobre todo si Ara logra capitalizar rápidamente las ubicaciones heredadas de Colsubsidio.
¿Está D1 en peligro real de desaparecer?
A pesar del título alarmante que algunos medios han utilizado, lo cierto es que hablar de la desaparición de Tiendas D1 en todo el país es una afirmación exagerada. La compañía sigue siendo una de las más sólidas del sector y su estructura está diseñada para resistir embates del mercado.
Sin embargo, el crecimiento de Ara y el respaldo que recibe de su matriz europea sí representan una amenaza seria a su liderazgo. Si bien D1 conserva ventajas importantes como la fidelidad de los consumidores, su cobertura nacional y una red logística eficiente, Ara ha demostrado que puede competir de tú a tú con estrategias modernas y con una visión a largo plazo.
El hecho de que D1 se vea forzada a reevaluar su estrategia frente a un competidor en ascenso no significa que vaya a desaparecer, pero sí podría enfrentarse a una pérdida de cuota de mercado, menor rentabilidad y presión para innovar en su modelo de negocio.
El papel de la Superintendencia de Industria y Comercio
La aprobación de esta operación por parte de la SIC se dio bajo ciertas condiciones. El organismo regulador evaluó el impacto que tendría la adquisición en la competencia del mercado minorista. Si bien el fallo fue positivo para Jerónimo Martins, también dejó claro que deberá garantizarse la pluralidad en la oferta, la protección del empleo y el respeto a los derechos de los consumidores.
Este tipo de intervenciones regulatorias reflejan la creciente atención que recibe el sector retail por su impacto en la economía popular. Las decisiones de la SIC pueden definir el rumbo de compañías enteras, como ocurre en este caso.
Impacto en consumidores y empleo
Uno de los efectos más inmediatos de la expansión de Ara es la reubicación o reincorporación de empleados que formaban parte de Colsubsidio. Este punto ha sido clave en el aval de la SIC, pues se espera que la transición no afecte el empleo en estas regiones. Por el contrario, la promesa de continuidad laboral ha sido uno de los argumentos más fuertes a favor de la operación.
Desde el punto de vista del consumidor, el panorama también parece prometedor. Mayor competencia entre D1 y Ara podría traducirse en mejores precios, promociones más frecuentes y una ampliación del portafolio de productos disponibles. Las zonas donde antes existía solo una opción ahora tendrán alternativas, lo cual aumenta el poder de decisión del consumidor final.
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Perspectivas a futuro
La guerra comercial entre D1 y Ara apenas comienza. En un país donde el costo de vida es una preocupación constante y donde los consumidores son especialmente sensibles al precio, las tiendas de descuento seguirán siendo actores clave.
El desafío para D1 será mantener su liderazgo innovando en su propuesta de valor, optimizando su logística y, quizás, abriéndose a nuevas categorías de productos. Para Ara, el reto está en consolidar su presencia en las nuevas zonas, mantener la calidad del servicio y no perder su esencia frente al crecimiento rápido.
También es posible que otros jugadores decidan entrar o reforzar su presencia en este mercado. Cadenas como Justo & Bueno, aunque golpeadas en el pasado, podrían volver a la escena si encuentran un nicho desatendido. Incluso supermercados tradicionales están comenzando a adaptar algunos elementos del modelo ‘hard discount’ en sus operaciones, conscientes del cambio en los hábitos de consumo.
Lo que estamos presenciando no es la desaparición de Tiendas D1, sino una transformación del ecosistema del retail en Colombia. La consolidación de nuevas alianzas, la expansión territorial y la competencia feroz están remodelando las reglas del juego. Los próximos años serán determinantes para saber quién logra adaptarse mejor y quién queda rezagado.