Desafíos de los restauranteros en Colombia, inflación, informalidad y carga tributaria ponen en riesgo la sostenibilidad del sector gastronómico, en el dinámico mundo de la gastronomía, los restaurantes han sido una de las industrias más afectadas por las fluctuaciones económicas en Colombia, siendo la inflación, la informalidad y la presión tributaria factores claves que amenazan su viabilidad y crecimiento. A pesar de que la experiencia gastronómica sigue siendo una de las más apreciadas por los colombianos, los empresarios del sector enfrentan dificultades significativas para mantener sus operaciones, y la situación parece empeorar conforme avanzan los meses.
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La Tormenta Perfecta que Afecta a los Restaurantes
El panorama actual de los restaurantes colombianos podría ser descrito como una tormenta perfecta. Una combinación de varios factores, como el aumento de la inflación, la informalidad en el sector, el impacto de la desaceleración económica y una creciente carga tributaria, ha llevado al sector a una situación crítica. Según las últimas cifras presentadas por la Asociación Colombiana de la Industria Gastronómica (Acodres), la división de comidas fuera del hogar registró un aumento del 9,4% en el mes de septiembre, una cifra que superó el incremento general del costo de vida del país, que se ubicó en 5,8% en el mismo período.
Guillermo Gómez, presidente ejecutivo de Acodres, ha señalado que este aumento en el costo de las comidas fuera del hogar es solo una de las aristas de la crisis que afecta al sector. Además de los altos costos de los insumos y los alimentos, los restauranteros deben hacer frente a unos elevados arriendos y a un aumento en los servicios públicos, lo que ha obligado a muchos empresarios a ajustar los precios de sus productos. Como consecuencia, en promedio, las ventas de los restaurantes han caído en un 38%, lo que pone en jaque la estabilidad financiera de numerosos establecimientos.
El Impacto de la Inflación en los Restaurantes
La alta inflación es uno de los factores más preocupantes para los empresarios del sector, ya que, al aumentar el costo de los productos y servicios, se ve reducida la capacidad de consumo de los colombianos. A medida que los precios de los platos aumentan, los consumidores tienden a reducir su gasto, lo que genera una disminución en las ventas, aunque los restaurantes se mantengan llenos. “El mercado colombiano tiene una capacidad de consumo limitada y en la medida en que subimos precios, la reacción del mercado es bajar consumo”, explicó Gómez. De acuerdo con él, muchas personas siguen visitando los restaurantes, pero su consumo es menor, lo que se traduce en una caída considerable en los ingresos de los establecimientos.
La inflación en los alimentos también ha tenido un impacto directo en el precio de los menús. Algunos ingredientes esenciales han experimentado aumentos significativos, lo que ha obligado a los restauranteros a reajustar sus precios para poder mantener sus márgenes de ganancia. Esta situación se ha vuelto insostenible para algunos, que no pueden absorber estos aumentos sin trasladarlos a sus clientes.
Cierre de Restaurantes y la Preocupante Realidad del Sector
El cierre de restaurantes es una realidad cada vez más frecuente en Colombia, y la reactivación del indicador de cierre de establecimientos es un síntoma claro de la crisis que atraviesa el sector. Desde agosto del año pasado, se ha registrado el cierre de más de 1.600 restaurantes, lo que representa una pérdida considerable de empleos y de actividad económica. “La decisión de cerrar un punto no es fácil, y nos preocupa que se haya reactivado el Indicador de Cierre de Restaurantes porque no lo veíamos desde pandemia”, indicó Gómez. Estos cierres no solo afectan a los dueños de los establecimientos, sino también a los empleados y proveedores que dependen del negocio para su sustento.
Informalidad y Competencia Desleal
Además de la alta inflación, otro factor que agobia a los empresarios del sector es la informalidad. La competencia desleal que proviene de los restaurantes informales o ilegales es uno de los mayores retos que enfrentan los empresarios establecidos. Estos establecimientos, que operan sin cumplir con las normativas fiscales y laborales, pueden ofrecer precios más bajos que sus competidores formales, lo que les otorga una ventaja competitiva injusta. La falta de control y regulación sobre los restaurantes informales crea un ambiente de competencia desigual, que pone en riesgo la sostenibilidad de los restaurantes que cumplen con todas las obligaciones fiscales y laborales.
La informalidad también afecta directamente las finanzas de los restaurantes formales, ya que estos deben competir con un sector que no paga impuestos, no respeta las normativas laborales y no contribuye al bienestar general del país. Esto no solo reduce la competitividad de los restaurantes formales, sino que también crea un ciclo de evasión fiscal que afecta las arcas del Estado.
Propuesta de Descuento en el Impoconsumo
En medio de esta situación, los restauranteros han comenzado a exigir medidas que les permitan sortear esta crisis. Una de las propuestas más destacadas es la solicitud de un descuento transitorio en el impuesto al consumo (impoconsumo), que actualmente se ubica en un 8%. Según los empresarios del sector, una reducción temporal de este impuesto a un 4% podría ser la clave para aliviar la carga tributaria y permitir que los restaurantes se estabilicen. El impoconsumo es un tributo que se aplica sobre el valor de la factura de consumo en los restaurantes y que va a parar directamente a las arcas del Estado.
La propuesta de Acodres consiste en bajar este impuesto a un 4% y luego aumentarlo gradualmente en un punto porcentual por año. De acuerdo con Guillermo Gómez, esta medida podría contribuir a la reactivación del sector, ya que permitiría a los restauranteros reducir sus precios y, de esta forma, incrementar la demanda. “Nuestra visión es que no podemos resistir con esta escalada de precios y en la medida en que se cierren restaurantes, hay un recaudo que el Gobierno perderá definitivamente”, señaló Gómez.
Impacto en el Empleo y el Desarrollo del Sector
El cierre de restaurantes no solo afecta a los empresarios, sino también a los empleados que dependen del sector para su sustento. En un país como Colombia, donde el empleo en el sector informal es común, los restaurantes formales representan una fuente importante de empleo para miles de personas. La pérdida de estos empleos tiene un impacto directo en la economía local y en el bienestar de las familias colombianas. Además, el cierre de restaurantes también afecta a los proveedores de insumos y servicios que dependen de estos establecimientos para mantenerse en funcionamiento.
El sector gastronómico también es un motor importante de desarrollo en las ciudades colombianas, especialmente en las zonas turísticas. La caída de este sector afectaría negativamente la economía de muchas regiones, especialmente aquellas que dependen del turismo y la gastronomía para su crecimiento.
Medidas Urgentes para la Reactivación del Sector Gastronómico
La crisis que atraviesa el sector restaurantero en Colombia requiere una atención urgente por parte del gobierno y de las autoridades competentes. La implementación de políticas que favorezcan la formalización del sector, la reducción de la carga tributaria y la mejora en las condiciones laborales de los empleados son medidas que podrían contribuir significativamente a la reactivación del sector.
Además, es esencial que los empresarios del sector reciban apoyo en la adaptación a las nuevas realidades económicas, como el aumento de la inflación y la presión sobre los costos. Medidas como la reducción temporal del impoconsumo y el fortalecimiento de las políticas fiscales para apoyar a los restaurantes en tiempos de crisis podrían ser una solución efectiva para estabilizar el sector y evitar más cierres de establecimientos.
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El sector restaurantero en Colombia atraviesa una de las crisis más graves de su historia, con la inflación, la informalidad y la carga tributaria como sus principales desafíos. Si bien la gastronomía sigue siendo una de las experiencias más valoradas por los colombianos, el futuro del sector depende de las decisiones que se tomen en los próximos meses. La implementación de medidas que fomenten la reactivación económica, como la reducción del impoconsumo y el fortalecimiento de las políticas fiscales, podría ser clave para asegurar la sostenibilidad de los restaurantes y la conservación de miles de empleos en el país.