Comparando la venta de Grupo Nutresa con el caso Nabisco, una estrategia de desagregación empresarial, una de las empresas más emblemáticas de Colombia, ha anunciado recientemente que varias multinacionales están interesadas en adquirir sus líneas de negocio por separado. Este movimiento, que podría valorarse más que vender el holding completo, recuerda a la histórica compra de RJR Nabisco por parte de KKR en 1988, una de las transacciones más significativas de la década de los ochenta.
Esta comparación ofrece una perspectiva interesante sobre las posibles implicaciones y estrategias detrás de la desagregación empresarial.
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El Caso Nutresa: Un Gigante Multilatino en el Radar Global
Apenas el 4 de abril pasado, se cerró la Oferta Pública de Adquisición (OPA) por Nutresa, culminando tres años de negociaciones que resultaron en la compra del 99,3% de la empresa por el Grupo Gilinski. Tras esta adquisición, Nutresa ha revelado que ha recibido múltiples intenciones de compra de sus segmentos de negocio por parte de importantes multinacionales. Estas propuestas están siendo evaluadas cuidadosamente con la asesoría de consultores externos, considerando los intereses de los accionistas y las particularidades de cada mercado en los que Nutresa opera.
La Paradoja del Desempeño en Bloque vs. Desagregado
El interés en adquirir las unidades de negocio de Nutresa por separado se basa en la premisa de que el valor total de las partes podría superar el valor del conglomerado como un todo. Este fenómeno, conocido como «sum of the parts», sugiere que los activos de Nutresa, cuando se valoran individualmente, podrían atraer ofertas más altas de compradores estratégicos interesados en integrar estos activos en sus propias operaciones.
Diego Alejandro Sánchez, analista de renta variable en Grupo Alianza, afirma que «el valor de Nutresa de forma desagregada depende de las ofertas y del interés que haya por cada una de sus partes. Podrían ofrecer más dinero a Gilinski y sus socios árabes”. Esto refleja una situación similar a la de Nabisco en los años ochenta y nuevamente en 2011, cuando sus diferentes unidades de negocio se vendieron a compradores especializados, resultando en una valorización superior.
La Historia de Nabisco: Un Precedente de Desagregación
El caso de RJR Nabisco es un ejemplo icónico de la desagregación empresarial. En 1988, la firma Kohlberg Kravis Roberts & Co. (KKR) compró Nabisco por 24,700 millones de dólares, en una de las adquisiciones más caras de la época. Más tarde, en 2011, Nabisco, que inicialmente estaba controlada por Kraft Foods, se escindió, lo que permitió que Mondelēz adquiriera sus unidades de negocio enfocadas en galletas, chicles y chocolates.
Sánchez comenta sobre la similitud: “En efecto, este negocio se parece a la escisión de Nabisco, en el que la compañía, inicialmente controlada por Kraft Foods, inició un proceso de separación, que dio como resultado el control de Nabisco por parte de Mondelēz”. Esta estrategia permitió a Nabisco maximizar el valor de sus activos al venderlos a empresas que podían integrarlos eficientemente en sus propias operaciones.
Las Líneas de Negocio de Nutresa: Potenciales Objetivos de Compra
Nutresa, con su diversificado portafolio de nueve líneas de negocio que incluyen cárnicos, galletas, chocolates, café, Tmluc, helados, pastas y alimentos al consumidor (con cadenas como El Corral), presenta múltiples oportunidades para compradores interesados. Estas unidades de negocio son atractivas para empresas que buscan expandir su alcance en la industria alimentaria, aprovechar sinergias operativas y fortalecer sus marcas.
El modelo de negocio de Nutresa como conglomerado le permite producir diversos tipos de alimentos, pero la venta por separado de sus segmentos podría permitir a los compradores integrar estos activos con sus propias operaciones, logrando eficiencias operativas, financieras y de marca.
Implicaciones para el Futuro de Nutresa
La venta desagregada de las unidades de negocio de Nutresa puede tener varias ventajas estratégicas. Para los compradores, adquirir segmentos específicos permite centrarse en áreas donde ya tienen fortalezas operativas y de mercado. Para Nutresa y sus accionistas, esta estrategia podría desbloquear mayor valor al vender cada unidad por su precio óptimo, en lugar de un precio global que podría subvalorar ciertos activos.
Además, esta desagregación podría atraer un interés más amplio de diversas multinacionales que buscan fortalecer su presencia en América Latina. La evaluación de estas ofertas, como menciona Sánchez, debe considerar las posibles sinergias y el valor agregado que cada comprador puede aportar a los segmentos de negocio de Nutresa.
Perspectivas Comparativas con Nabisco
El caso Nabisco proporciona una guía útil para entender las posibles ramificaciones de una desagregación empresarial en Nutresa. La separación de unidades de negocio en Nabisco permitió a los compradores especializarse y mejorar la eficiencia operativa, algo que Nutresa podría replicar exitosamente. Además, el contexto de cada mercado y la capacidad de integración de los compradores serán factores cruciales en la maximización del valor de Nutresa.
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La posible venta desagregada de Grupo Nutresa presenta una oportunidad única para maximizar el valor de sus activos mediante la integración estratégica en empresas globales especializadas. Esta estrategia, similar a la empleada en el caso de Nabisco, puede desbloquear un mayor valor para los accionistas y posicionar a Nutresa como un modelo de eficiencia y adaptación en el mercado global.
La evaluación y ejecución de estas ofertas deberán considerar múltiples factores, incluyendo las sinergias operativas, el valor agregado de los compradores y las condiciones específicas de cada mercado. Si se maneja correctamente, esta estrategia podría establecer un nuevo estándar en la optimización de valor para grandes conglomerados en la industria alimentaria.