Colombia y la meta 2030, el rol empresarial en reducción de emisiones de CO2, en un contexto global donde los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes, la reducción de emisiones de CO2 se ha convertido en una prioridad para gobiernos, empresas y ciudadanos. Con el 2024 registrado como el año más caluroso de la historia, con una temperatura media global que superó los 1,55 °C en comparación con niveles preindustriales, las acciones concretas para frenar el calentamiento global son urgentes.
Colombia ha asumido compromisos significativos en esta lucha. A pesar de no ser uno de los principales emisores de CO2 a nivel global, el país se ha comprometido a reducir en un 51 % sus emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, según lo establecido en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Para alcanzar esta meta, las empresas juegan un papel crucial gracias a su capacidad de innovación, implementación de tecnologías sostenibles y optimización de procesos productivos.
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El papel clave de las empresas en la sostenibilidad
Las empresas tienen el potencial de liderar la transición hacia un modelo de desarrollo más sostenible. Desde la industria manufacturera hasta el sector energético, las decisiones empresariales pueden marcar una diferencia significativa en la reducción de emisiones de CO2.
Paulina Barragán, Gerente de Comunicaciones de Familia Institucional, ahora Tork® LATAM, destaca la importancia del sector empresarial en esta lucha: “Las empresas tienen un papel fundamental en la reducción de CO2 por su capacidad de innovación, adopción de tecnologías sostenibles y optimización de procesos. En nuestro caso, hemos desarrollado estrategias como la recuperación de dispensadores para impulsar la economía circular y el uso de material PCR (Post Consumo Reciclado) para nuestros empaques, reafirmando nuestro compromiso con el medio ambiente”.
Fuentes principales de emisiones en Colombia
Para reducir las emisiones de CO2 de manera efectiva, es fundamental identificar las fuentes que generan mayores volúmenes de gases de efecto invernadero (GEI). Según el último informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), el sector energético es el principal emisor de GEI en Colombia, representando el 30,03 % del total nacional. Le siguen la agricultura (19,57 %), los residuos (6,08 %) y los procesos industriales (2,91 %).
A nivel global, un estudio de la consultora británica InfluenceMap indica que el 80 % de las emisiones son impulsadas por un grupo reducido de 57 grandes compañías, lo que refuerza la necesidad de que las industrias adopten medidas contundentes para disminuir su huella de carbono.
Acciones empresariales para reducir emisiones
El sector privado ha comenzado a implementar estrategias innovadoras para minimizar su impacto ambiental. Un ejemplo destacado es la marca de higiene profesional Tork®, que ha desarrollado iniciativas significativas en su planta de Medellín.
“Nuestro compromiso con la sostenibilidad es tangible. Hemos superado la meta global de reducción de emisiones de CO2 en un 35 % para 2030, logrando una reducción del 58 % entre 2016 y 2024 gracias a una importante renovación tecnológica”, afirma Barragán. Además, la empresa ha reducido su consumo de agua en un 40 % en la última década, con el objetivo de alcanzar un 60 % en los próximos tres años.
A nivel global, Tork® también ha puesto en marcha iniciativas sostenibles, como una planta en Australia que funciona con energía geotérmica, reduciendo sus emisiones en un 46 %. En Estados Unidos, ha desarrollado dispensadores con certificación de neutralidad de carbono, convirtiéndose en la primera marca de higiene profesional en Norteamérica en lograr este objetivo.
Beneficios económicos y competitivos de la sostenibilidad
Las inversiones en sostenibilidad no solo benefician al planeta, sino que también pueden mejorar la rentabilidad y reputación de las empresas. Un estudio de la firma de análisis Nielsen revela que el 66 % de los consumidores están dispuestos a pagar más por productos y servicios de empresas comprometidas con la sostenibilidad.
Esto implica que, al adoptar estrategias ambientalmente responsables, las empresas no solo cumplen con regulaciones internacionales, sino que también pueden atraer nuevos segmentos de mercado y fortalecer su marca frente a la competencia.
Desafíos y perspectivas hacia 2030
A pesar de los avances, aún existen grandes desafíos en la transición hacia una economía baja en carbono. En 2023, las emisiones globales de CO2 alcanzaron un récord histórico, lo que subraya la urgencia de un enfoque más sólido y coordinado para abordar el problema.
El gobierno colombiano ha promovido diversas políticas para incentivar la transición energética y la adopción de energías renovables. Sin embargo, la colaboración del sector privado es esencial para alcanzar los objetivos de reducción de emisiones. Acciones como la reforestación, la movilidad limpia, la economía circular y la regulación de procesos industriales contaminantes deben fortalecerse en los próximos años.
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Un compromiso ineludible
Colombia tiene la oportunidad de convertirse en un líder regional en la reducción de emisiones de CO2 y la transición hacia una economía más sostenible. Si bien el gobierno ha establecido metas ambiciosas, el compromiso del sector empresarial será determinante para alcanzarlas.
Las empresas que adopten estrategias de sostenibilidad no solo contribuirán a mitigar el impacto del cambio climático, sino que también podrán diferenciarse en el mercado y mejorar su relación con los consumidores. Con una acción colectiva y coordinada, la meta 2030 de reducción de emisiones de CO2 puede convertirse en una realidad tangible para Colombia y el mundo.