Colombia subió dos puestos en el Índice de complejidad empresarial, en un contexto donde la reactivación económica y la atracción de inversión extranjera directa (IED) son cruciales, Colombia enfrenta un desafío significativo.
Según el último Índice Global de Complejidad Empresarial (GBCI) publicado por TMF Group, Colombia ha subido dos posiciones, ubicándose en el tercer lugar entre los países más complicados para hacer negocios. Este análisis coloca al país en el primer puesto en América Latina y en el tercer puesto global, superado solo por Grecia y Francia.
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Un Deterioro en el Clima Empresarial
El GBCI, en su undécima edición, evaluó 79 países que representan el 93% del PIB mundial y el 88% de los flujos globales netos de inversión extranjera directa. Bajo 292 indicadores anuales, se consideraron aspectos clave como tiempos de incorporación, regulación, impuestos y cumplimiento. En este marco, Colombia ha experimentado un deterioro en su clima empresarial, subiendo dos puestos desde la quinta posición que ocupaba en 2023.
El informe destaca que la complejidad empresarial en Colombia se debe en gran medida a sus sistemas contables y fiscales intrincados, así como a un entorno caracterizado por frecuentes reformas tributarias. En los últimos siete años, se han introducido 19 reformas fiscales, lo que ha añadido capas de dificultad para las empresas que operan en el país.
Comparación Regional y Global
Grecia y Francia ocupan los dos primeros lugares en el índice, habiendo intercambiado posiciones respecto al año anterior. Grecia, que en 2022 estaba en el sexto puesto, ha escalado al primero debido a una creciente complejidad en sus procesos contables, fiscales y de recursos humanos. Después de Colombia, otros países que completan el top 10 de los más complejos incluyen México, Bolivia, Turquía, Brasil, Italia, Perú y Kazajistán. Notablemente, cinco de estos países están en América Latina, lo que subraya una tendencia regional hacia la complejidad empresarial.
Christian Fresen, director del clúster andino de TMF Group, comenta: “Colombia presenta un entorno complejo por aspectos regulatorios y culturales. Sin embargo, también ofrece un terreno fértil para el crecimiento y la rentabilidad”. Esta dualidad refleja la contradicción entre el potencial de crecimiento y las barreras regulatorias.
Impacto en la Inversión Extranjera Directa
La alta complejidad para hacer negocios en Colombia presenta un obstáculo para atraer IED, que es crucial para la reactivación económica del país. El director general de TMF Group, Mark Weil, indicó que las empresas enfrentan una «doble complejidad» al buscar expandirse en mercados nuevos para reducir riesgos en sus cadenas de suministro, y simultáneamente, deben navegar entornos regulatorios complicados.
No obstante, hay señales optimistas. A pesar de la inestabilidad política, se espera que la tendencia de complejidad se revierta en los próximos meses, lo cual podría aumentar la confianza de los inversionistas. Además, Colombia cuenta con más de 100 tratados internacionales que promueven el comercio y la inversión, y lidera en la implementación de procesos de informes ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). Aunque estos factores pueden agregar complejidad, también proyectan una imagen favorable internacionalmente en un momento en que los principios ESG son prioritarios para las grandes organizaciones.
Un Contexto Global Desafiante
El informe del GBCI también reveló los países donde es más sencillo hacer negocios. Las Islas Caimán ocupan el último lugar en el índice (posición 79), lo que las coloca como la jurisdicción más simple para negocios, seguidas por Curazao, Dinamarca, Hong Kong, Nueva Zelanda, Reino Unido, Jersey, Islas Vírgenes Británicas y Jamaica. Este último es un nuevo ingreso al top 10 de los países más sencillos para negociar en la edición de 2024.
Perspectivas Futuras
El panorama para Colombia no es completamente sombrío. Christian Fresen resalta que, a pesar de la percepción de inestabilidad política, la estabilidad económica de Colombia se mantiene sólida. Indicadores como el crecimiento constante del PIB, el aumento de la inversión extranjera y la participación en transacciones de deuda privada reflejan un panorama positivo para los inversionistas.
Para superar la complejidad actual y atraer más IED, Colombia debe centrarse en simplificar su entorno regulatorio y fiscal. Esto podría implicar una revisión y simplificación de las reformas tributarias, así como la creación de incentivos más claros y directos para los inversionistas extranjeros.
El Rol de la Innovación y la Tecnología
La implementación de tecnología y soluciones innovadoras podría jugar un papel crucial en la reducción de la complejidad empresarial en Colombia. Por ejemplo, la digitalización de procesos contables y fiscales puede facilitar el cumplimiento y reducir el tiempo y los costos asociados con la burocracia.
Además, la adopción de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y el blockchain puede mejorar la transparencia y la eficiencia en la administración pública y privada. Estos avances no solo simplifican la operación diaria de las empresas, sino que también pueden generar un entorno más atractivo para la inversión.
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El ascenso de Colombia en el Índice Global de Complejidad Empresarial es un recordatorio de los desafíos que enfrenta el país en su camino hacia la reactivación económica y la atracción de inversión extranjera. Sin embargo, también es una oportunidad para que el gobierno y el sector privado trabajen juntos para simplificar el entorno de negocios y capitalizar las fortalezas del país.
A través de reformas estratégicas, la adopción de tecnología y un enfoque en la estabilidad económica, Colombia puede transformar su complejidad en una ventaja competitiva, ofreciendo un terreno fértil para el crecimiento y la rentabilidad en el mercado global.