Colombia ante una crisis sanitaria, desabastecimiento de medicamentos y su impacto en la salud, la crisis del sistema de salud en Colombia ha alcanzado un punto crítico, con el desabastecimiento de medicamentos esenciales afectando a millones de ciudadanos. La falta de pago a los laboratorios y gestores farmacéuticos ha llevado a una situación donde cada vez más pacientes se ven obligados a asumir de su bolsillo el costo de tratamientos que deberían ser garantizados por las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Mientras el Gobierno enfrenta decisiones difíciles y la Corte Constitucional ordena el pago de deudas pendientes, la incertidumbre sigue en aumento. Las causas y consecuencias de esta crisis, así como las posibles soluciones para evitar un colapso total del sistema.
Vea también: Centro Chía, compromiso con el desarrollo social
El colapso de la dispensación de medicamentos
Desde tempranas horas de la mañana, miles de colombianos recorren las farmacias de sus EPS en busca de los medicamentos que necesitan para sus tratamientos. En muchos casos, las largas esperas culminan en frustración al descubrir que sus medicamentos están en escasez o completamente desabastecidos.
Jairo Sanabria, un paciente hipertenso en Bogotá, relata su experiencia en una de las farmacias de Audifarma: «Esperé toda la mañana para recibir mis medicamentos, pero no tenían enalapril. Antes lo encontraba sin problema, pero ahora me toca comprarlo». Su esposa, que padece síndrome antifosfolípido, tampoco consiguió la pregabalina que requiere para su tratamiento.
Casos como el de Sanabria son cada vez más frecuentes. Pacientes de diversas ciudades han reportado la falta de insulina, antibióticos, medicamentos psiquiátricos y tratamientos para enfermedades crónicas. Quienes no pueden costear los medicamentos en farmacias comerciales se ven obligados a interrumpir sus tratamientos, poniendo en grave riesgo su salud.
La raíz del problema: Un sistema desfinanciado
El desabastecimiento de medicamentos no es un fenómeno aislado, sino el resultado de una crisis de financiamiento en el sistema de salud colombiano. Las EPS, encargadas de garantizar la atención de los pacientes, enfrentan una deuda millonaria con los gestores farmacéuticos, quienes a su vez deben pagar a los laboratorios productores de los medicamentos.
De acuerdo con cifras del Ministerio de Salud, en diciembre de 2024 se reportó la escasez de 808 medicamentos en el canal institucional, lo que representa un golpe sin precedentes para la salud pública. Algunos de los medicamentos más afectados incluyen:
- Enalapril (hipertensión)
- Quetiapina (tratamientos psiquiátricos)
- Insulina (diabetes)
- Amoxicilina (antibiótico para neumonías y bronquitis)
La Corte Constitucional ha instado al Gobierno a ajustar los pagos a las EPS para garantizar la sostenibilidad del sistema. Sin embargo, el Ministerio de Salud ha retrasado la implementación de estas medidas, dejando a las EPS en un estado financiero crítico. Se estima que las deudas con los gestores farmacéuticos superan los 500.000 millones de pesos, lo que ha llevado a la suspensión de la dispensación de medicamentos en varias EPS.
Los efectos en la industria farmacéutica
Los laboratorios que abastecen el mercado colombiano también han sido golpeados por la crisis. Empresas nacionales e internacionales han comenzado a aplicar bloqueos a los gestores farmacéuticos debido a las deudas acumuladas. Un informe de la Superintendencia de Salud revela que nueve de 24 gestores farmacéuticos reportaron bloqueos de laboratorios, afectando directamente la disponibilidad de medicamentos.
Empresas como Novartis, Tecnoquímicas, Merck y Pfizer han reducido el suministro a varios dispensadores, agravando el desabastecimiento en farmacias de todo el país. Medicamentos esenciales para el tratamiento de epilepsia, hipertensión, enfermedades respiratorias y salud mental se encuentran entre los más afectados.
La directora ejecutiva de la Asociación Farmacéutica de la Industria Colombiana (Ascif), Clara Isabel Rodríguez, advierte que la crisis ha ralentizado los pagos de las EPS a los laboratorios, pasando de ciclos de 30 a 90 días a períodos de hasta 180 días sin recibir los pagos correspondientes.
Impacto en los pacientes y el aumento de costos
A medida que los gestores farmacéuticos suspenden la entrega de medicamentos, los pacientes no tienen otra alternativa que acudir a farmacias comerciales para adquirir sus tratamientos. Esto ha generado un incremento en la compra retail de medicamentos, lo que ha encarecido los costos para la población.
Datos de un consultor del sector salud indican que en noviembre de 2024, la venta de medicamentos en farmacias comerciales aumentó en un 2 %, mientras que la distribución en el canal institucional disminuyó en un 11 %. Este cambio ha impactado especialmente a las personas de menores ingresos, quienes dependen del sistema de salud pública para acceder a sus tratamientos.
Una paciente en Bogotá, que prefirió mantener su anonimato, relató la odisea que vivió para conseguir medicamentos psiquiátricos para su madre de 89 años. «En Soacha no los había. Me enviaron al norte de Bogotá, pero tampoco los encontré. No tengo trabajo y no puedo costear estos medicamentos tan caros», explicó.
Soluciones y medidas urgentes
Ante la crisis actual, es fundamental que el Gobierno colombiano tome medidas inmediatas para garantizar el suministro de medicamentos y evitar el colapso del sistema de salud. Algunas soluciones clave incluyen:
- Cumplimiento del fallo de la Corte Constitucional: El Ministerio de Salud debe acatar la orden de pagar las deudas con las EPS para evitar que los gestores farmacéuticos continúen restringiendo el suministro de medicamentos.
- Revisión y ajuste de la Unidad de Pago por Capitación (UPC): Las EPS han advertido que los recursos asignados no son suficientes para cubrir los costos operativos y de medicamentos. Un reajuste permitiría mejorar la estabilidad financiera del sistema.
- Negociaciones con laboratorios y gestores farmacéuticos: Se deben establecer acuerdos de pago escalonados para reducir las deudas y evitar nuevos bloqueos en la distribución de medicamentos.
- Fortalecimiento de la producción nacional: Impulsar la industria farmacéutica local permitiría reducir la dependencia de importaciones y mejorar la disponibilidad de medicamentos en el país.
- Monitoreo y regulación del mercado farmacéutico: La Superintendencia de Salud debe intensificar los controles para evitar prácticas especulativas que encarezcan los precios de los medicamentos.
Vea también: Falabella en la era digital, la apuesta por el e-commerce y la optimización logística
Colombia enfrenta una crisis sanitaria sin precedentes debido a la falta de medicamentos esenciales. La combinación de una deuda millonaria en el sector salud, la falta de financiamiento adecuado y la suspensión de suministro por parte de laboratorios ha dejado a millones de ciudadanos sin acceso a tratamientos vitales. Si no se toman medidas urgentes, la situación podría agravarse aún más, poniendo en riesgo la vida de miles de pacientes.
Es momento de que el Gobierno, las EPS y la industria farmacéutica trabajen en conjunto para encontrar soluciones efectivas y garantizar que ningún colombiano tenga que enfrentarse a la angustia de no poder acceder a los medicamentos que necesita para vivir.