Un McDonald’s… ¡Atención, amantes de las papas fritas! La Municipalidad de Huechuraba ha decidido cerrar el McDonald’s de Avenida Pedro Fontova. Sí, leyeron bien, la famosa Cajita Feliz ha sido despojada de su majestuoso trono en la ciudad. Según el alcalde Carlos Cuadrado Prats, la razón principal es que McDonald’s no tenía los permisos necesarios y estaba jugando al “cambio estructural” sin invitar a la Dirección de Obras Municipales a la fiesta. ¡Ups!
Un McDonald’s funcionaba sin permisos
Parece que los «arcos dorados» de la cadena no contemplaban el Art. 116 de la Ley General de Urbanismo y Construcciones. Y aquí es donde se pone serio: el restaurante empezó a atender a los comensales sin tener la Recepción Definitiva, Parcial o Total, infringiendo el Art. 145. ¡Qué traviesos! Ahora, la Municipalidad no se ha quedado callada y ha declarado que McDonald’s se ha convertido en un «vecino no grato» para Huechuraba. ¡Que dura es la vida en este barrio!
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Y eso no es todo, amigos. La administración de este municipio ha lanzado una advertencia: McDonald’s mejor que cumpla con la ley, o se van a quedar sin «Big Macs» y «McFlurries». Así que ya saben, la próxima vez que piensen en un combo, revisen que su hamburguesa tenga todos los permisos en regla.
Pero la historia no termina aquí. Este no es el primer rodeo de McDonald’s con las autoridades. En mayo, la cadena ya había tenido un enfrentamiento con la Municipalidad de La Florida al cerrar su servicio Automac. ¿Qué está pasando aquí? Al parecer, McDonald’s está teniendo más drama que telenovela.
Arcos Dorados, la matriz de McDonald’s en Chile, se sintió un poco ofendida por la clausura y buscó apelar a la decisión. Pero, hasta el momento, el alcalde de La Florida no ha emitido una respuesta, dejándolos en un limbo equivalente a esos últimos papas fritas que caen al fondo de la bolsa.
Así las cosas, McDonald’s está cosechando más problemas que papas con piel, y Huechuraba ha decidido que no es lugar para jugar al arquitecto sin licencia. Con leyes y snacks de por medio, es evidente que en esta partida de ajedrez gastronómico, el juego apenas comienza.
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Así que la próxima vez que pasen por Huechuraba y vean que los «arcos dorados» están cerrados, recuerden que esto es una lección de urbanismo: no se juega con permisos, ¡ni con el combo familiar! Mientras tanto, los burgers seguirán fiesteando, pero quizás en otro barrio. ¡Que siga la diversión, pero siempre bajo la legalidad! 🍔🚫