Trabajar desde casa exige un mobiliario que cuide nuestro cuerpo. Con tantas horas sentados mientras trabajamos en casa, la silla se vuelve más que un simple mueble. Las malas posturas pasan factura, y aquí es donde una silla ergonómica marca la diferencia real en el día a día.
Este tipo de sillas nos permite apoyar el cuerpo de manera natural, lo que nos ayuda a mantener una postura correcta mientras reducimos la presión en áreas como la espalda y el cuello.
¿Qué características buscar en sillas ergonómicas?
Al elegir las sillas más adecuadas, hay que tomar en cuenta algunos factores esenciales para lograr un mayor confort y productividad:
1. Altura ajustable
La capacidad de regular la altura de tu silla es un elemento clave para estar cómodos. Porque, claramente, no todas las personas miden lo mismo y tienen diferentes necesidades cuando realizan su trabajo remoto. Un dato: la altura del asiento está determinada por la longitud de la tibia, así que te dejamos estos consejos:
- Cadera y rodillas deben estar en un ángulo de 90°.
- Los pies deben estar apoyados en el piso.
- La silla no debe chocar con la superficie de la mesa.
2. Profundidad del asiento regulable
Para brindar un soporte óptimo, la profundidad del asiento es clave y está determinada por la longitud del fémur. Ten en cuenta lo siguiente: cuando te sientas en tu silla, la espalda baja debe estar bien apoyada. Además, se recomienda un espacio de 2 a 3 dedos entre el borde del asiento y la parte posterior del pliegue de la rodilla.
Contar con una silla cuya profundidad de asiento se pueda ajustar es ideal para obtener un apoyo adecuado en la espalda y distribuir el peso de manera uniforme. ¿Los beneficios? Mejora la circulación y reduce las tensiones en las rodillas.
3. Soporte lumbar adaptable
Por zona lumbar nos referimos a la parte inferior de la columna. Lo ideal es que las sillas te permitan apoyar el arco natural de la espalda baja, lo que facilita una mejor postura mientras estás realizando home office.
Como no todas las personas tienen la misma cantidad de arco en la espalda baja, lo ideal es elegir una silla que tenga la capacidad de aumentar o disminuir el soporte lumbar.
4. Reposabrazos ajustable
Algunas personas prefieren las sillas sin reposabrazos porque les impide acercarse al escritorio. Sin embargo, si a ti sí te gustan, asegúrate de que tengan una altura ajustable. Toma en consideración estos consejos:
- El antebrazo debe estar apoyado cómodamente.
- Fíjate que el antebrazo se ubique en paralelo al suelo.
- Tu codo debe estar en un ángulo de 90 a 100°.
5. Material transpirable
Nadie quiere trabajar y empezar a sentir una sudoración desagradable. Especialmente cuando es verano y la sensación térmica es más alta. Por lo mismo, que el material de tu silla ergonómica sea transpirable juega un papel importante para que trabajes sin problemas.
Una buena opción son las sillas con respaldo de malla, un material que permite que el aire circule fácilmente para mantenerte más fresco mientras trabajas.
¡Todo listo para encontrar las mejores sillas!
Con estas pautas darás en el clavo. Lo fundamental es que al sentarte sientas ese «clic» de comodidad que te permita concentrarte en lo importante: tu trabajo, no tu postura.
Y si aún tienes dudas, tómate tu tiempo. Al fin y al cabo, pasarás muchas horas en ella, y tu cuerpo notará la diferencia al elegir la adecuada.