Durante estos días, las preferencias de los consumidores giran hacia una tendencia marcada por lo marino: los pescados y mariscos se posicionan como los grandes protagonistas de la temporada. La Semana Santa no solo representa un momento de recogimiento espiritual para muchos chilenos, sino también una etapa del año que transforma radicalmente los hábitos de compra y consumo alimentario.
Este cambio estacional en los patrones de compra ha sido estudiado y documentado por Unimarc, una de las principales cadenas de supermercados del país. Su análisis más reciente —basado en datos comparativos de los años 2023 y 2024— revela cifras contundentes que muestran cómo los productos del mar experimentan un alza impresionante en ventas y en cantidad de compradores.
Durante esta época del año, no solo los clásicos huevitos de Pascua tienen su momento estelar. De hecho, el consumo de pescados, mariscos y otros alimentos frescos o congelados asociados a la Cuaresma supera con creces el comportamiento observado en el resto del año. Esta transformación en los hábitos alimenticios se debe, en gran medida, a factores religiosos y culturales que promueven la abstención de carnes rojas, llevando a los consumidores a buscar alternativas como productos del mar.
El análisis de Unimarc demuestra que estas decisiones no son anecdóticas, sino que tienen un impacto directo en la industria alimentaria y en la logística de los supermercados, los cuales deben prepararse con suficiente stock y ofertas atractivas para satisfacer la demanda.
Las cifras que revelan el verdadero impacto
Según el estudio de Unimarc, las categorías marinas presentan aumentos de hasta tres cifras durante la Semana Santa, lo cual deja en evidencia una tendencia clara y creciente. Estos son algunos de los principales incrementos observados en las ventas:
- Mariscos congelados: +472%
- Mariscos frescos: +367%
- Crustáceos: +202%
- Pescado congelado: +162%
- Conservas de mariscos: +135%
- Pescado fresco: +86,5%
- Pescadería preparada: +65%
No solo aumentaron los volúmenes de venta, sino también la cantidad de personas interesadas en estas categorías. El número de clientes que compraron mariscos congelados creció un 415%, mientras que quienes eligieron crustáceos se incrementaron en un 210%.
Esto sugiere que, más allá de ser una tendencia temporal, existe una creciente valorización del producto del mar como opción principal durante esta festividad.
¿Y qué pasa con otras categorías tradicionales?
Aunque los productos del mar se llevan el protagonismo, otras categorías también ven aumentos relevantes en Semana Santa. Por ejemplo:
- Vinos blancos en botella: +95% en ventas y +107% en clientes.
- Conservas de pescado: +42%
- Vinos en caja y platos preparados: crecimientos entre el 40% y el 50%.
Esto refleja un consumo integral asociado a celebraciones en familia, donde no solo se preparan recetas especiales, sino que se acompañan con bebidas y complementos adecuados.
Desde la cadena de supermercados, la respuesta ante este fenómeno es clara: hay que prepararse con antelación. Así lo explica Lionel Gubler, gerente de Unimarc, quien asegura que este comportamiento del consumidor es algo esperado cada año: “Vemos que no solo existe un aumento en las ventas, sino que también es más la gente que se inclina por este tipo de productos para estas fechas. Es algo que año a año anticipamos, con stock suficiente y también con ofertas y precios atractivos para todo tipo de consumidores”, señala Gubler.
Esto demuestra que el fenómeno de Semana Santa no es simplemente una consecuencia espontánea del calendario religioso, sino una realidad económica que requiere planificación estratégica por parte del retail.
El consumo de productos del mar durante Semana Santa no es una moda reciente. Tiene raíces profundas en la tradición cristiana, donde se recomienda evitar las carnes rojas durante el Viernes Santo como una forma de sacrificio simbólico. En lugar de carnes, el pescado y los mariscos han sido por siglos las alternativas válidas y respetadas dentro de este contexto religioso.
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Sin embargo, lo que en el pasado era una práctica más bien religiosa, hoy se ha transformado en una oportunidad de consumo masivo, en la que participan tanto creyentes como no creyentes, movidos por costumbre, sabor, salud o simplemente por seguir la tradición familiar.
Otro factor que impulsa el consumo de pescados y mariscos es su reconocido valor nutricional. Se trata de alimentos ricos en proteínas, omega-3, minerales y bajos en grasas saturadas. Por ello, muchas personas aprovechan la fecha para incorporar opciones más saludables a su dieta, al mismo tiempo que respetan la tradición.
El interés por una alimentación equilibrada y consciente ha crecido en los últimos años, y Semana Santa se convierte así en una excusa perfecta para experimentar con recetas marinas, probar nuevos productos o redescubrir platos típicos de la cocina chilena costera.
El comportamiento del consumidor también se ha visto influido por la digitalización del retail. Cada vez más personas consultan catálogos digitales, planifican sus compras en línea o incluso compran directamente a través de plataformas web o apps móviles.
Esto permite a supermercados como Unimarc ajustar sus promociones y disponibilidad de productos no solo en tiendas físicas, sino también en sus canales digitales, facilitando la experiencia del cliente y promoviendo el acceso a productos de temporada sin salir de casa.
Para el sector del retail, la Semana Santa representa un pico estacional comparable a otras grandes festividades como Navidad o Fiestas Patrias, especialmente en lo que se refiere a categorías específicas como alimentos y bebidas.
El desafío principal es mantener un abastecimiento eficiente, garantizar la frescura de productos perecibles como el pescado fresco y mariscos, y al mismo tiempo, ofrecer precios competitivos y promociones atractivas que impulsen el volumen de ventas.
Además, este tipo de comportamiento estacional genera oportunidades para introducir nuevos productos, marcas o formatos, que quizás no tienen el mismo protagonismo en otros momentos del año.
Los datos entregados por Unimarc permiten entender con mayor claridad cómo la Semana Santa se ha consolidado como un momento clave para el consumo de pescados y mariscos en Chile. El impresionante aumento en ventas —con crecimientos que superan el 400% en varias categorías— demuestra que esta festividad sigue teniendo un profundo impacto en la forma en que las personas planifican sus compras y sus comidas.
Más allá de las cifras, esta tendencia revela una transformación más amplia: el consumidor chileno no solo busca tradición, sino también salud, calidad, conveniencia y conexión emocional con su alimentación. Y Semana Santa, con su mezcla de espiritualidad y costumbre, se presenta como el escenario perfecto para que esos valores se encuentren en la mesa.
