Este jueves, Ripley, la tienda de retail controlada por la familia Calderón Volochinsky, anunció el cierre de dos de sus tiendas históricas: una en Santiago y otra en Concepción. La decisión fue tomada debido a la baja rentabilidad y a los escasos ingresos que estas locaciones aportan a la compañía. Este movimiento genera un cambio significativo en la presencia de la cadena en el mercado nacional.
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A través de un comunicado, Ripley expuso que siempre se están evaluando las diversas áreas de gestión en función de la experiencia del cliente y la rentabilidad de cada tienda. En este contexto, hicieron hincapié en que los ingresos de las dos sucursales que se cerrarán representan menos del 1% de los ingresos totales de la empresa. Además, la compañía se comprometió a mantener informados a sus colaboradores, asegurando que se priorizará su continuidad laboral en otras tiendas.
Ripley cerrará dos tiendas
En cuanto a las ubicaciones cerradas, la tienda en Santiago se encuentra en Huérfanos 967, entre Paseo Ahumada y Estado, mientras que la sucursal de Concepción está situada en Barros Arana 839, entre Colo-Colo y Castellón. Ripley resaltó que, a pesar de estos cierres, existen otras sucursales cercanas que continuarán atendiendo a la clientela.
Ripley cerró 2023 con una superficie de venta de 325.580 metros cuadrados y un total de 45 tiendas presenciales ubicadas en los principales centros urbanos del país. Esto refleja un sólido posicionamiento geográfico que la compañía ha cultivado a lo largo de los años.
Un aspecto clave de la estrategia de Ripley es que las tiendas físicas representan alrededor del 70% de sus ventas en el segmento retail. Estas tiendas son consideradas un activo fundamental en su propuesta de valor omnicanal, ya que ofrecen a los clientes una experiencia directa y, al mismo tiempo, funcionan como mini centros de distribución.
La memoria anual de la compañía señala que el aprovechamiento de la infraestructura logística de estas tiendas físicas es esencial para optimizar su red de distribución y mejorar la experiencia del cliente. Esto indica un enfoque bien definido en la integración de sus operaciones físicas y en línea.
Entre las sucursales más destacadas en términos de ventas se incluyen las localizadas en Plaza Vespucio (La Florida), Plaza Oeste (Cerrillos) y Marina Arauco (Viña del Mar). Estos locales son considerados líderes en el sector, lo que demuestra la capacidad de Ripley para atraer a una amplia base de clientes.
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El cierre de estas dos tiendas históricas marca un ajuste en la estrategia de Ripley mientras continúa enfocándose en mejorar la rentabilidad y la experiencia del cliente. La empresa parece estar tomando decisiones estratégicas que buscan fortalecer su posición en el competitivo mercado del retail chileno.