Pocas personas saben que los inicios de Reinaldo Lippi en la industria del outdoor fueron bastante peculiares. Antes de fundar su propia marca, compraba el material de sus primeras carpas en una fábrica de paraguas, con el simple propósito de ir de camping con su familia. Esa creatividad y capacidad de improvisación marcarían el camino de su trayectoria.
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A los 23 años, esa habilidad para diseñar y fabricar artículos de senderismo lo motivó a fundar su propio emprendimiento en 1983, el cual más tarde se transformaría en la reconocida marca “Lippi”. Mochilas, parkas y carpas eran modeladas con sus propias manos, muchas de ellas convirtiéndose en productos exclusivos dentro del mercado.
Reinaldo Lippi: el resurgimiento de un visionario
Hoy, con 66 años, Reinaldo Lippi se encuentra en una nueva etapa, volviendo a emprender en el mismo rubro que lo hizo destacar en los años 80. “No tengo mucha consciencia de mi edad”, comenta en una entrevista con BioBioChile. Para él, no hay límites de edad para emprender y considera que crear ideas es algo que ha hecho toda su vida.
Su espíritu innovador lo ha llevado a lanzar una nueva marca: Ofki. Inspirada en el istmo de Ofqui, ubicado en la Región de Aysén, esta nueva propuesta busca combinar sustentabilidad y durabilidad. Lippi enfatiza que su objetivo es fabricar productos que duren para siempre y sean heredables, en contraste con la cultura actual de lo desechable.
Además de su nueva línea de productos, el empresario tiene planes de ofrecer un servicio de reparación de artículos de otras marcas, destacando que en muchas ocasiones productos de alto valor terminan siendo desechados por fallas menores. Para Lippi, esta es una oportunidad para brindar un servicio de calidad y desafiar el modelo de consumo actual.
Sin embargo, su trayectoria no ha estado exenta de dificultades. Recientemente, perdió un juicio contra sus exsocios Rafael Vielva y Rafael Cvjetkovic, lo que lo obliga a pagar más de $140 millones. A pesar de ello, se mantiene firme en su determinación de seguir adelante y reflexiona sobre los errores del pasado, reconociendo que el crecimiento acelerado de su antigua empresa le generó problemas que no supo manejar.
El conflicto con su antigua marca se suma a los reclamos que el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) recibió contra Lippi por retrasos en las entregas y cancelaciones de compras en línea. Ante esta situación, Reinaldo Lippi destaca que su enfoque siempre ha sido mantener una relación cercana con los clientes, algo que espera recuperar con su nuevo proyecto.
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Más allá del éxito empresarial, Lippi considera que su mayor logro no ha sido construir una marca reconocida, sino haber escapado de lo que él llama “pobreza cultural”. Haber crecido en un entorno humilde, pero logrando viajar y expandir sus conocimientos, es lo que más valora. “Para mí, el logro más importante es haber roto el círculo de la pobreza intelectual”, concluye con orgullo.