El peso chileno continúa enfrentando presiones bajistas significativas frente al dólar estadounidense, acumulando cuatro sesiones consecutivas de pérdidas. La divisa nacional pierde de momento el soporte clave del promedio móvil de 200 periodos, cotizando en niveles cercanos a los 960 pesos por dólar, lo que refleja un cambio marcado en el deterioro de la confianza operacional de la divisa chilena.
La más reciente debilidad del peso se atribuye principalmente a la publicación de datos económicos mixtos correspondientes a febrero de 2025. El Índice de Producción Industrial (IPI) registró una contracción de 3.6% interanual, marcando su mayor retroceso desde mayo de 2023, impulsado particularmente por una caída significativa del sector minero. Este último se desplomó un 6.6%, impactado directamente por una disminución de 7.4% en la minería metálica, especialmente cobre, recurso clave para las exportaciones chilenas y un referente importante para la estabilidad económica nacional.
El sector manufacturero también presentó resultados negativos, retrocediendo 1.3% interanual. Particularmente preocupante fue la caída del 11.5% en la producción de bebidas, además de una contracción relevante en el rubro de papel. Este desempeño podría reflejar una demanda interna debilitada, proyectando posibles desafíos para un sostenido desarrollo económico en Chile.
Adicionalmente, el sector de electricidad, gas y agua mostró una reducción de 3.1%, influenciado principalmente por una caída en la generación eléctrica, lo que también añade incertidumbre al panorama industrial y productivo del país.
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Sin embargo, algunos sectores muestran señales alentadoras. Las ventas inmobiliarias aumentaron en un notable 10.7%, sugiriendo confianza en ciertos segmentos del consumo de bienes duraderos. Las actividades de entretenimiento también repuntaron un 7.5%, mientras que el transporte creció 6.6%, impulsado por una dinámica favorable en logística aérea y portuaria. Asimismo, el comercio minorista exhibió solidez en ropa, electrónica y maquinaria al por mayor, contrastando parcialmente con la caída de 1.4% observada en las ventas de supermercados, reflejo potencial de una demanda doméstica dispar entre regiones.
La atención ahora se concentra en la publicación de mañana del Indicador Mensual de Actividad Económica (IMACEC). Este dato será crucial para obtener claridad en cuanto a la dirección futura del peso chileno en el corto plazo. Una lectura débil podría exacerbar aún más las presiones sobre la moneda, mientras que una sorpresa positiva podría ofrecer un respiro temporal al peso.
Ante este escenario mixto, la moneda chilena se encuentra en una posición vulnerable, condicionada por la incertidumbre en los sectores clave para su economía, especialmente la minería.