El vínculo de la empresaria Cecilia Karlezi con Clínica Las Condes (CLC) llegó a su fin el 10 de enero, cuando el grupo inversor EuroAmerica e Indisa adquirió su participación del 55,75% en la clínica por un total de US$ 40 millones. La transacción, formalizada ante la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), marcó el cierre de un ciclo en el que Inversiones Santa Filomena y Lucec Seis, sociedades controladas por Karlezi, dejaron de ser accionistas de la entidad.
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Karlezi, heredera única de María Luisa Solari Falabella, una de las principales accionistas de Falabella, sufrió pérdidas significativas en su inversión en CLC. Desde su entrada en la bolsa en 2010 hasta la reciente venta, el grupo Auguri acumuló pérdidas cercanas a US$ 103,5 millones. Este monto incluye 15 transacciones de compra de acciones, tanto vigentes como de nueva emisión, realizadas entre 2010 y 2025.
La salida de Cecilia Karlezi de Clínica Las Condes
El desembolso más emblemático ocurrió en 2019, cuando Karlezi lanzó una oferta pública de adquisición (OPA) en su intento por controlar más del 50% de CLC. Durante esa operación, ofreció $ 40.000 por acción y adquirió 1.899.774 títulos por un total de $ 75.990 millones (US$ 75 millones), alcanzando así el 50,052% de la propiedad. Otro movimiento importante fue la compra del 11% de participación que poseía su primo, Carlos Heller, por $ 23.838 millones.
Las transacciones de Karlezi incluyeron un rango de precios por acción que osciló entre $ 25.100 en 2010 y $ 43.500 en 2014, el valor más alto registrado. Sin embargo, solo vendió en dos ocasiones. La primera fue en 2014, cuando la acción alcanzó su máximo histórico y recaudó $ 8.236 millones. La última venta, en enero de 2025, significó deshacerse de todas sus acciones a un precio promedio de $ 7.146, generando $ 40.138 millones.
Durante su periodo como accionista, Karlezi también percibió $ 9.284 millones en dividendos de CLC. No obstante, la clínica no distribuyó dividendos en seis años del período analizado, incluyendo 2011, 2012, 2013, 2018, 2021 y 2024. Este ingreso no fue suficiente para contrarrestar las pérdidas acumuladas en su inversión.
Las operaciones bursátiles de Karlezi estuvieron acompañadas de cambios constantes en sus asesores financieros. En un principio, trabajó con Celfin (posteriormente BTG Pactual), pero a partir de 2013 también contrató los servicios de LarrainVial. Más recientemente, optó por Banco de Chile para el aumento de capital de 2024 y nuevamente BTG Pactual para la venta final a EuroAmerica e Indisa.
La relación de Karlezi con CLC no siempre estuvo marcada por conflictos. Su madre, María Luisa Solari, ya tenía una participación del 10% en la clínica antes de su fallecimiento en 2015. Inicialmente, Karlezi mantuvo acuerdos con médicos y otros accionistas. Por ejemplo, permitió a los médicos adquirir una parte de las acciones que ella compró a Heller y apoyó la incorporación de Héctor Ducci al directorio.
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Sin embargo, las tensiones comenzaron a surgir a partir de 2013, cuando no se concretó el ingreso de Fernando del Solar como presidente del directorio. Más tarde, enfrentó conflictos con Alberto Eguiguren y otros directores. En 2019, su control total de la clínica mediante una OPA provocó cambios significativos, como la eliminación del requisito de ser médico y accionista para atender pacientes. Estos conflictos y decisiones estratégicas marcaron el complejo camino de Karlezi en su relación con CLC.