La apuesta final.- Para el mundo de los casinos online, la jugada de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) ante el Tribunal de Defensa de la Libre Competencia (TDLC) se siente como un juego de póker en el que se han revelado cartas inesperadas. La acusación contra grandes jugadores como Dreams, Enjoy y Marina del Sol, junto a cinco ejecutivos, por supuesta colusión durante las licitaciones de casinos en2020 y2021, pone a la vista una mano que podría alterar el juego de la competencia en esta industria del azar.
La apuesta final de los casinos online
Carlos Baeza, el abogado de las plataformas de apuestas online, recalca que esta denuncia es un «baraja» que revela que los casinos tradicionales a menudo hacen trampa en el juego. Según él, estas acusaciones no son más que un par de ases bajo la manga que evidencian cómo las empresas de juegos de azar han intentado manipular el tablero, lo que claramente atenta contra la libre competencia. Con estas jugadas, se hace evidente que no todo vale en el casino.
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Baeza también dejó claro que es hora de «abrir el juego» en la Superintendencia de Casinos, sugiriendo que su estructura debe transformarse en una agencia más robusta que cumpla con su mandato de regulación de forma efectiva. Su llamado es a elevar el nivel de vigilancia, dado que la supervisión actual parece estar más a favor de los jugadores más fuertes que de la competencia justa, lo que le da un giro a la partida.
El abogado tuvo su «póker cara a cara» cuando recordó que, en agosto de 2022, Dreams trató de sacar ventaja al proponer regulaciones que limitarían el funcionamiento de los casinos online. Esta estrategia de «cooling off» sería un intento por parte de los casinos presenciales de asegurarse que no les roben la mano en este nuevo mercado, proponiendo una ley que les otorgaría el control del mismo durante cinco años.
Sin embargo, la jugada parece ser más evidente cuando se observa que la Superintendencia ha actuado como un dealer que favorece a los casinos tradicionales, argumentando que no podía detener las licitaciones a pesar de haber indicios de colusión. La interpretación de Baeza es que hay un juego de intereses que beneficia a los casinos presenciales, en un acto que califica de «grave y absurdo», evidenciando así la imposibilidad de un juego limpio.
El abogado criticó la «doble jugada» de la superintendenta Vivién Villagrán, quien, a pesar de querer un mercado más competitivo, ha respaldado estrategias que aplastan la competencia desleal. Su declaración de que en derecho público solo se puede actuar dentro de las normas es un argumento que suena más al bluff de un jugador que sabe que su mano es débil, mientras sigue atacando a las apuestas online.
En este panorama, Baeza argumenta que la regulación de los casinos online no solo debe ser una jugada táctica, sino un «jackpot» para los consumidores. Regular este sector abriría múltiples oportunidades para los jugadores, ayudando a romper el monopolio que los casinos tradicionales han mantenido como si fueran los reyes del juego. La regulación debe ser vista como una carta ganadora, permitiendo a los usuarios contar con más opciones y disminuir el poder de los grandes casinos.
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Por último, el abogado resalta que la regulación de las plataformas de apuestas online no es solo una necesidad, sino una oportunidad clave para darle un nuevo «rebufo» a la industria del juego en Chile. Es el momento de mostrar que el mercado del azar puede ser un lugar donde todos juegan con las mismas reglas, llevando así la competencia a un nuevo nivel y asegurando que la partida sea justa para todos.