En un mundo cada vez más consciente de la necesidad de reducir el impacto ambiental, Falabella lanza reciclaje permanente de zapatillas. La reconocida cadena de retail ha lanzado una ambiciosa ampliación de su red de reciclaje textil, y al mismo tiempo, ha implementado por primera vez un servicio gratuito y permanente de reciclaje de zapatillas. Ambas iniciativas forman parte de una estrategia más amplia orientada a fomentar la economía circular dentro de su operación comercial en Chile.
Una apuesta firme por la sostenibilidad: Falabella y su visión ecológica
El compromiso de Falabella con el medio ambiente no es nuevo, pero en 2025 ha alcanzado un nuevo nivel con acciones concretas que buscan transformar hábitos de consumo y manejo de residuos. Su visión es clara: establecer una infraestructura sólida de reciclaje que permita tanto la reutilización de materiales como la valorización de residuos que de otro modo terminarían en vertederos.
Estas iniciativas se desarrollan en colaboración con dos actores clave en el ámbito del reciclaje en Chile: Natural Plas y Cirkla. Ambas organizaciones aportan su experiencia técnica en la valorización de residuos complejos, como los textiles y el calzado, que históricamente han presentado desafíos importantes en su manejo post-consumo.
Desde su puesta en marcha en el año 2022, el programa de reciclaje textil de Falabella ha mostrado resultados alentadores y ha contado con una recepción positiva por parte de los consumidores. Actualmente, esta iniciativa está presente en 29 tiendas de la cadena a lo largo del país, y se espera que alcance la cobertura total a nivel nacional en 2025.
¿Cómo funciona el sistema?
El proceso comienza con la recolección en puntos habilitados dentro de las tiendas. Los clientes pueden llevar ropa usada, sin importar la marca o el estado de conservación. Una vez recolectadas, las prendas se someten a un proceso de clasificación:
- Prendas reutilizables: aquellas que se encuentran en buen estado son donadas a organizaciones que las redistribuyen a personas en situación de vulnerabilidad.
- Prendas deterioradas: las que no pueden ser reutilizadas son enviadas a plantas especializadas, donde se procesan para convertirse en fibra reciclada. Esta materia prima se utiliza en la fabricación de nuevos productos, como insumos para la industria de la construcción o relleno textil.
Con esta metodología, Falabella no solo evita que toneladas de residuos textiles terminen en vertederos, sino que además cierra el ciclo del producto, dándole una nueva vida útil a materiales que antes eran desechados.
Reciclaje permanente de zapatillas: una innovación necesaria y urgente
Uno de los grandes desafíos ambientales en la industria del retail es el tratamiento del calzado en desuso. Las zapatillas, por su composición heterogénea (plásticos, gomas, tejidos, pegamentos), resultan especialmente complejas de reciclar. Aun así, Falabella ha decidido enfrentar este reto de forma decidida, lanzando en marzo de este año un nuevo servicio gratuito y permanente de reciclaje de zapatillas.
¿Dónde está disponible?
Este servicio ya está en funcionamiento en cinco puntos estratégicos dentro del territorio nacional:
- Falabella Costanera Center
- Falabella Parque Arauco
- Falabella Mallplaza Vespucio
- Falabella Mallplaza El Trébol
- Falabella Mallplaza La Serena
En estas tiendas, los consumidores pueden depositar sus zapatillas usadas, independientemente del estado o la marca. El objetivo es claro: recolectar grandes volúmenes de calzado usado para darles una segunda vida a través de procesos industriales sostenibles.
Durante su primera semana de implementación, este innovador programa logró recolectar más de 5.000 pares de zapatillas, con la participación activa de más de 3.600 personas. Esta masiva respuesta evidencia no solo el interés del público por participar en acciones sustentables, sino también la efectividad del modelo propuesto por Falabella.
¿Qué sucede con las zapatillas recolectadas?
El tratamiento de las zapatillas está a cargo de Natural Plas, una empresa especializada en reciclaje de materiales complejos. Las zapatillas se procesan para extraer componentes útiles que luego se transforman en materiales para la industria de la construcción.
Uno de los principales usos de estos residuos es la fabricación de fibra que se incorpora al hormigón, reemplazando parcialmente el uso de arena. Este avance no solo da solución a un residuo altamente contaminante, sino que también reduce la presión sobre los recursos naturales.
Estas iniciativas no solo se enmarcan en una política interna de sostenibilidad, sino que también preparan a la empresa para responder ante normativas ambientales más estrictas, como la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP). Esta ley, que comenzará a aplicarse de manera más exigente en los próximos años, obliga a las empresas a hacerse cargo del ciclo de vida completo de los productos que comercializan.
Falabella, al anticiparse a estas exigencias, busca posicionarse como un líder en el sector retail en temas de responsabilidad ambiental, fomentando una cultura de reciclaje tanto dentro como fuera de sus instalaciones.
Impacto cuantificable: toneladas que no llegaron al vertedero
La magnitud del impacto de estas acciones se puede observar en las cifras. Solo en una semana de 2024, Falabella logró reciclar:
- Más de 14 toneladas de textiles
- Cerca de 1,8 toneladas de zapatillas
Estos resultados confirman que la sostenibilidad no es solo una estrategia publicitaria, sino un compromiso real con metas claras y cuantificables. Además, representan una invitación abierta a los consumidores a formar parte del cambio, a través de gestos tan simples como llevar ropa o calzado usado a un punto de recolección.
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El camino que ha emprendido Falabella marca un precedente importante en el ámbito del comercio minorista en Chile y Latinoamérica. Al integrar el reciclaje textil y de calzado como servicios permanentes, la empresa no solo reduce su huella ambiental, sino que promueve un nuevo modelo de negocio basado en la responsabilidad y el compromiso con el entorno.
La economía circular ya no es una utopía, sino una realidad tangible que empieza en los hogares de los consumidores y se extiende hacia las grandes cadenas comerciales. Iniciativas como estas demuestran que es posible transformar el consumo en un acto consciente, y que empresas como Falabella pueden convertirse en catalizadoras del cambio que el planeta necesita.
Con miras a 2025 y la expansión de su red de reciclaje a todo el país, Falabella se consolida como un actor clave en la transición hacia una economía más verde, justa y resiliente.
