La historia del empresario y expresidente Sebastián Piñera, recientemente fallecido en un trágico accidente aéreo, se entrelaza con el nacimiento de Bancard, una compañía pionera en traer las tarjetas de crédito a Chile. En una entrevista para El Mercurio en 1992, Piñera relató cómo todo comenzó en el garaje de su casa, en un pequeño escritorio, con la visión de crear sus propios proyectos.
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De acuerdo al libro «Piñera: Biografía no autorizada» de las periodistas Loreto Daza y Bernardita del Solar, el año 1978 marcó un punto de inflexión. Piñera, recién regresado de Boston luego de obtener su doctorado en la Universidad de Harvard, se unió a Infinco, una consultora de asesorías financieras y evaluación de proyectos, donde conoció a Eugenio Mandiola, Carlos Massad y otros empresarios del sector.
Inspirado por el auge económico de la época, Piñera propuso la idea de dejar de asesorar a terceros para emprender sus propios proyectos. Así nació Bancard, la empresa que introduciría las primeras tarjetas de crédito en Chile y catapultaría a Piñera al escenario empresarial de gran envergadura.
Aunque se atribuye a Piñera la idea inicial de traer las tarjetas de crédito a Chile, el proyecto fue el resultado de un esfuerzo conjunto, con contribuciones significativas de Eugenio Mandiola y otros socios. En 1978, Piñera y Mandiola viajaron a Bogotá, Colombia, para reunirse con el Banco Cafetero, cuya experiencia en la administración de tarjetas de crédito proporcionó los conocimientos necesarios para acelerar el proceso de implementación en Chile.
Sin embargo, a lo largo de los años, los conflictos entre Piñera y Mandiola se intensificaron. La ruptura definitiva ocurrió en 1998, cuando Piñera expresó en una entrevista su papel crucial en la introducción de las tarjetas de crédito en Chile, lo que desencadenó una respuesta contundente de Mandiola, quien reclamó ser el verdadero responsable del proyecto.
Los primeros años de Bancard no fueron fáciles. A pesar de la modernización del país, las tarjetas de crédito no eran un medio de pago popular. Además, la legislación chilena presentaba obstáculos para su implementación. Sin embargo, en 1979, tras insistencia de Piñera, la Superintendencia dio el visto bueno para la emisión de tarjetas de crédito.
En este contexto, surgió Diners, una tarjeta que irrumpió en el mercado sin necesidad de autorización bancaria. Rolf Lüders, quien más tarde sería ministro de Hacienda y Economía durante la crisis de 1982-1983, tuvo un papel destacado en este proceso.
Para competir, Piñera ideó una estrategia audaz: regalar tarjetas. A pesar de los desafíos financieros y la presión de los socios de Bancard, Piñera mantuvo su convicción en el proyecto, logrando el respaldo del Banco de Talca y del Banco de Concepción.
A pesar de las dificultades iniciales, hacia 1981 Bancard dominaba el 64% del mercado de tarjetas de crédito con Visa y MasterCard, marcando el comienzo del legado empresarial de Sebastián Piñera.
El legado de Piñera y la introducción de las tarjetas de crédito en Chile representan un hito en la historia económica del país, destacando la capacidad de innovación y resiliencia empresarial en tiempos de desafíos.
Fuente: chocale.cl
Autor: Sofía Alvarez