El día de furia del heredero de Hites: Nicolás Hites Neef, un heredero de la reconocida dinastía Hites, ha protagonizado una polémica que ha escalado a la justicia penal. La controversia surgió tras el corte del suministro eléctrico en su departamento en Lo Curro, ocasionado por el impago de gastos comunes que ascendían a 2,4 millones de pesos. En un arrebato de ira, Hites Neef se comunicó de manera amenazante con el administrador del edificio, Ismael Ibarra, lo que ha derivado en una querella judicial por amenazas.
El día de furia del heredero de Hites
Durante la llamada, Hites Neef arremetió con insultos y amenazas, exigiendo que el administrador le permitiera restablecer la electricidad de su hogar. Sus palabras, registradas en una grabación, reflejan un tono violento y despectivo. Hites, en su tono desafiante, hizo saber que estaba dispuesto a pagar en efectivo, y otorgó un plazo de solo diez minutos al administrador para que se presentara y abriera el candado que impedía el acceso.
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Los abogados de Ibarra han argumentado en la querella que las amenazas realizadas por Hites Neef fueron repetidas y claras, lo que llevó a su cliente a abstenerse de acudir al edificio por temor a posibles confrontaciones. El documento presentado ante el Cuarto Juzgado de Garantía enfatiza la desventaja física de Ibarra, de 66 años y de baja estatura, frente a un joven como Hites, quien tiene 34 años y es más corpulento.
Además, esta situación no es un incidente aislado en la familia Hites, ya que anteriormente han estado involucrados en polémicas por presuntos delitos, incluyendo acusaciones de venta de ropa falsificada y mal manejo de información al exsenador Jorge Pizarro. En este sentido, los Hites han visto empañada su imagen pública por diversas controversias legales.
Por su parte, Nicolás Hites ha reconocido que mantuvo una conversación tensa con el administrador y ha comunicado que su actitud estaba motivada por la angustia que implicaba la falta de electricidad para su familia, especialmente para su pequeña hija. Argumenta que intentó hacer un pago en efectivo, el cual fue rechazado por el administrador, lo que desencadenó su reacción.
En su defensa, Hites alega que el administrador le había despreciado en comunicaciones anteriores, lo que, a su juicio, justificó su tono en la llamada amenazante. Hites sostiene que su comportamiento fue una respuesta a la violencia percibida en acciones como el corte de energía eléctrica, que consideró excesivo ante su situación familiar.
Los acontecimientos en el edificio de Vitacura se suman a la complicada historia legal de la familia Hites, que ha enfrentado múltiples denuncias y situaciones controversiales. Este nuevo episodio, en específico, ha llamado la atención de la opinión pública y ha alimentado el debate sobre su conducta.
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El caso de Nicolás Hites y el administrador Ibarra está ahora en manos de la justicia, que debe evaluar la querella por amenazas presentada contra Hites. Al mismo tiempo, Hites ha anunciado su intención de iniciar acciones legales en contra de la administración del edificio, reflejando la tensión continua entre ambas partes y la lucha por resolver el conflicto que les enfrenta.