En Chile, el e-commerce ha transformado la forma en que las familias realizan sus compras de supermercado, con casi cuatro de cada diez hogares utilizando canales digitales, según un estudio de McKinsey y Kantar. Esta cifra posiciona a Chile como el país con la mayor penetración de e-commerce en alimentos de América Latina, superando el promedio regional de un 30%.
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El análisis indica que varios factores han impulsado este cambio, desde el impacto inicial de la pandemia hasta el aumento de la inflación y el deterioro del empleo. Aunque la emergencia sanitaria ha quedado atrás, los desafíos económicos persisten, y las familias han adoptado nuevas tendencias de consumo que reflejan una búsqueda constante de valor y conveniencia.
Cuatro de cada diez compras en el supermercado son por internet
En términos de crecimiento, el comercio digital en la región experimentó un repunte en 2023, con un aumento del 21% en el valor transado. Categorías como cuidado personal, alimentos no perecibles y bebidas lideraron esta recuperación. En Chile, además del incremento en el número de hogares que compran online, el ticket promedio por comprador creció un 29%, contribuyendo a un aumento del 6% en los canales digitales.
La caída del poder adquisitivo en la región, estimada en un 25% desde 2020, ha llevado a los consumidores a optar por productos más económicos y presentaciones más pequeñas. En Chile, los precios de los bienes aumentaron casi un 10% en 2023, lo que ha obligado a las familias a priorizar alimentos y bebidas esenciales sobre productos discrecionales.
Una de las tendencias más notorias ha sido el crecimiento de las marcas propias, que han mejorado en calidad y disponibilidad. Estas marcas han expandido su presencia más allá de los productos básicos, incursionando en categorías como alimentos no perecibles, lácteos, cuidado personal y bebidas. En Chile, las marcas propias han ganado terreno, alcanzando el 25% de participación en productos de cuidado del hogar y el 22% en alimentos no perecibles dentro de discounters como Acuenta y Mayorista 10.
Este cambio también se ha visto reflejado en un leve desplazamiento de consumidores de marcas premium y tradicionales hacia marcas propias. Aunque el ahorro es una prioridad, algunos consumidores compensan con productos premium en ocasiones específicas, reflejando una segmentación más compleja en sus decisiones de compra.
Otra tendencia significativa es la migración hacia canales modernos, como supermercados, hipermercados y tiendas de conveniencia, mientras que las tiendas tradicionales pierden participación. En Chile, los canales modernos lideran con un 66% de participación, y los hipermercados y supermercados concentran el 77% del total de ventas. En contraste, el canal tradicional tiene solo un 22% de participación, muy por debajo del promedio regional de 40%.
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Este cambio estructural en los hábitos de compra refleja una tendencia hacia la proximidad y el ahorro, según Max Ramberg, líder de consumo para América Latina en McKinsey. Aunque cada país de la región tiene un nivel de madurez diferente, todos avanzan hacia un modelo que prioriza la conveniencia, la diversificación de opciones y la búsqueda de valor.