Chris Bannister, conocido como el «Tío Wom», sigue muy cerca de la empresa que fundó hace diez años, aunque ya no esté al mando como CEO. Hoy, su rol es distinto: asesora al grupo de tenedores de bonos de WOM, quienes, al presentar la oferta más fuerte por la compañía de telecomunicaciones, podrían abrirle la puerta para regresar, aunque no como gerente general. Este giro sería una suerte de revancha para el antiguo ejecutivo, que dejó su puesto en abril tras acusar al accionista principal, Novator, de no cumplir su compromiso de apoyo financiero a la empresa.
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Bannister nunca se ha desvinculado completamente de WOM. A través de su cuenta de LinkedIn, donde acumula cerca de 50,000 seguidores, sigue compartiendo contenidos que directa o indirectamente hacen referencia a la empresa. En inglés y con un estilo franco, sus publicaciones dan cuenta de su visión y el profundo apego que siente por la compañía que ayudó a consolidar en el mercado chileno con su estrategia disruptiva y audaz.
Chris Bannister: la resiliencia del ‘Tío Wom’
El retorno de Bannister a WOM en 2023 fue breve, pues apenas seis meses después de asumir, la empresa anunció su salida sin renovación de contrato. Este desenlace llegó justo después de que él explicara públicamente la solicitud de reorganización judicial de la empresa bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras en Estados Unidos, un intento por evitar la bancarrota. A pesar de su salida, los bonistas de WOM, representados por gigantes como BlackRock, Amundi y Moneda, lo buscaron para que los asesorara en la reorganización y su oferta de compra.
La propuesta de estos acreedores, valorada en $1,600 millones de dólares, incluye una inyección de $500 millones en WOM y los convertiría en los principales accionistas, dejando a Novator en una posición marginal. Esto implicaría que el fondo de inversión inglés y su propietario, el islandés Thor Björgólfsson, verían diluida su participación, tal como ocurrió en el caso de Latam Airlines, donde los antiguos accionistas quedaron casi sin participación tras el proceso de reorganización y solo quienes invirtieron nuevamente permanecieron en la propiedad.
Novator, al parecer, no está interesado en continuar, según fuentes en Chile. La agencia de comunicaciones de Novator en Reino Unido no dio declaraciones al respecto, pero todo indica que, de concretarse la oferta de los acreedores, Bannister se mantendría vinculado a WOM en algún rol importante, aunque no como CEO, posiblemente como asesor o director.
Aunque su influencia y conexión con WOM son evidentes, la segunda etapa de Bannister en la empresa no estuvo exenta de desafíos. Algunos críticos recuerdan que no logró revertir la complicada situación de la empresa en Chile y que en Colombia, donde también ejerció como CEO, la compañía enfrentó dificultades similares, pidiendo reorganización judicial local y necesitando una inyección de capital de $30 millones de dólares.
La conexión emocional de Bannister con WOM es palpable. Su perfil de LinkedIn está lleno de mensajes que, aunque no mencionan directamente a la empresa, utilizan emoticonos morados y cierran con el lema «Keep the passion», un recordatorio de su famoso eslogan de incentivo a sus empleados. Sus publicaciones recientes, que incluyen elogios a la publicidad de WOM y su presencia en rankings de innovación, muestran que su vínculo con la empresa sigue siendo fuerte y que se siente orgulloso de los logros alcanzados.
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Su salida en abril fue acompañada de una carta en la que dejó claro el desacuerdo con Björgólfsson, el accionista mayoritario. En su despedida, agradeció a los «womers» (trabajadores de WOM), a los socios clave y le deseó suerte al nuevo CEO, Martín Vaca. Al accionista, sin embargo, le dedicó solo un «good bye». Quizás este viernes, cuando finalice el plazo para las ofertas, Chris Bannister tenga la última palabra y pueda despedirse nuevamente del accionista, ahora desde el lado de los acreedores.