El motor económico de Brasil vuelve a rugir, sector servicios repunta con fuerza en febrero, después de una leve contracción en el inicio del año, el sector servicios en Brasil dio señales claras de recuperación durante febrero de 2025, al registrar un crecimiento del 0,8% en comparación con el mes anterior. Este incremento, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), representa un nuevo impulso para la economía más grande de América Latina, cuya estructura productiva depende en gran medida de este sector.
Con una participación cercana a dos tercios del Producto Interno Bruto (PIB) nacional, los servicios han sido históricamente el pilar del crecimiento económico brasileño. En febrero, no solo lograron revertir la caída registrada en enero, sino que también mostraron un sólido crecimiento interanual del 4,2%. Esta cifra marca la undécima variación positiva consecutiva respecto al mismo mes del año anterior, consolidando una tendencia de recuperación sostenida.
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Un repunte estratégico tras un arranque débil del año
El comienzo del 2025 había dejado un sabor agridulce entre los analistas económicos brasileños, luego de que el sector servicios mostrara un retroceso en enero. Sin embargo, la recuperación en febrero muestra que la desaceleración no fue estructural, sino más bien estacional y transitoria.
Las cifras divulgadas por el IBGE revelan que el desempeño positivo en febrero se vio impulsado principalmente por los subsectores de comunicación, con un alza del 1,8%, y de servicios administrativos y complementarios, que crecieron un 1,1%. Estos desempeños compensaron caídas menores en otras áreas y ayudaron a retomar la trayectoria ascendente.
A pesar de este impulso, el sector aún se encuentra un 1% por debajo de su punto máximo histórico, alcanzado en octubre de 2024. Esto sugiere que aún hay margen para el crecimiento durante el resto del año, siempre que se mantenga un entorno macroeconómico estable.
Un pilar clave del crecimiento económico
En términos generales, el desempeño del sector servicios ha sido determinante para explicar el crecimiento del PIB brasileño en los últimos años. Solo en 2024, la economía del país sudamericano creció un 3,4%, impulsada en gran medida por la solidez de esta rama productiva. Dada su amplitud que abarca desde transporte y logística hasta tecnología, entretenimiento, servicios financieros y salud, el sector se ha convertido en un termómetro clave del dinamismo económico.
En lo que va de 2025, el balance acumulado del sector muestra un incremento interanual del 2,6%, una señal positiva para los analistas que anticipan una eventual desaceleración económica en el transcurso del año.
El Gobierno brasileño, aunque celebra el crecimiento observado en el primer bimestre, ha proyectado para 2025 una expansión del PIB más moderada, del orden del 2,5%, una cifra inferior al rendimiento del año anterior. Esta previsión toma en cuenta factores como la inflación controlada, tasas de interés aún relativamente altas y una posible reducción del impulso del consumo interno.
Factores que han impulsado el repunte
El desempeño de febrero no puede explicarse sin considerar varios factores coyunturales y estructurales. Entre los más relevantes se destacan:
Estabilidad macroeconómica relativa: la inflación se ha mantenido bajo control en el arranque del año, y aunque la tasa básica de interés Selic se mantiene en niveles elevados, el Banco Central ha iniciado un ciclo de recortes moderados, lo que ha favorecido la recuperación del crédito y el consumo.
Mejoras tecnológicas: el crecimiento de los servicios de comunicación, uno de los protagonistas del alza de febrero, refleja una mayor inversión en infraestructura digital, así como un incremento sostenido en la demanda de servicios en línea, contenidos digitales y telecomunicaciones.
Demanda empresarial y tercerización: los servicios administrativos y complementarios, que también crecieron con fuerza, se han visto beneficiados por una creciente tendencia a la subcontratación en sectores como seguridad, limpieza, recursos humanos y logística.
Recuperación del empleo: el mercado laboral brasileño ha mostrado señales de mejora, lo cual se traduce en una mayor demanda por bienes y servicios. Además, el crecimiento del trabajo formal ha incrementado la capacidad de consumo de una parte significativa de la población.
Turismo interno y movilidad: aunque aún por debajo de los niveles prepandemia, el turismo interno ha empezado a recuperarse gracias a festividades y eventos regionales que dinamizan actividades vinculadas al comercio, la hostelería y el transporte.
Desafíos latentes para sostener el crecimiento
A pesar del panorama alentador, el sector servicios brasileño no está exento de riesgos que podrían afectar su crecimiento en los próximos meses. Entre ellos se encuentran:
Altas tasas de interés: si bien han comenzado a disminuir, las tasas elevadas siguen afectando el financiamiento empresarial y el consumo de los hogares, lo que puede frenar la expansión de ciertos subsectores.
Incertidumbre política y fiscal: el ambiente político en Brasil continúa siendo volátil, especialmente ante los debates sobre reformas fiscales, privatizaciones y el equilibrio del presupuesto federal. Cualquier turbulencia puede afectar la confianza empresarial.
Dependencia del consumo interno: el dinamismo del sector servicios depende en gran medida del poder adquisitivo de los hogares. Si la inflación repunta o el empleo se deteriora, la demanda podría desacelerarse.
Brechas tecnológicas: aunque sectores como la comunicación están creciendo, muchas pequeñas y medianas empresas del sector servicios enfrentan obstáculos para digitalizarse o modernizar sus procesos, lo que puede limitar su competitividad.
Perspectivas para el resto del año
Las proyecciones del Gobierno brasileño para 2025 reflejan un enfoque moderado. Aunque se espera que el PIB crezca un 2,5%, la clave estará en mantener el equilibrio entre políticas de estímulo y medidas fiscales prudentes.
Desde el punto de vista del sector servicios, el desafío será capitalizar la tendencia positiva del primer trimestre. De mantenerse el crecimiento mensual, y si las condiciones externas (como el precio de las materias primas y la estabilidad del real) acompañan, el ramo podría cerrar el año con cifras muy por encima de lo previsto.
No obstante, analistas advierten que los próximos meses serán cruciales. El comportamiento del consumo durante el segundo trimestre impulsado por festividades como el Día de las Madres y las vacaciones de mitad de año será un indicador clave para saber si el repunte es sostenido o solo una recuperación puntual tras la caída de enero.
Comparación con otros sectores
Mientras el sector servicios avanza, otros sectores de la economía brasileña muestran desempeños más heterogéneos. Por ejemplo, el sector industrial ha tenido una recuperación más lenta, afectado por los altos costos de producción y la competencia internacional.
Por su parte, el sector agropecuario otro gran impulsor del PIB ha mostrado gran volatilidad, influenciado por las condiciones climáticas y los vaivenes del mercado externo, especialmente en las exportaciones de soya, carne y maíz.
En este contexto, el buen desempeño de los servicios es un salvavidas para la economía brasileña, que encuentra en este rubro no solo crecimiento, sino también generación de empleo, innovación y oportunidades para emprendedores.
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Un pilar firme en tiempos de ajustes
El crecimiento del sector servicios en Brasil durante febrero de 2025 representa más que una cifra positiva en un informe técnico. Es la confirmación de que, en un contexto económico complejo, el país aún cuenta con bases sólidas para sostener su dinamismo económico.
La tecnología, el consumo, el empleo formal y la inversión están haciendo del sector servicios un actor protagonista en la recuperación de la economía brasileña. El reto ahora es garantizar que este crecimiento sea sostenible, equitativo y resiliente frente a los desafíos internos y externos.
A medida que se avanza en el año, el foco estará en consolidar las reformas necesarias, mejorar la competitividad empresarial y continuar reduciendo las desigualdades que aún limitan el potencial completo del sector.
