El derecho de los BRICS a desafiar el dominio del dólar, la visión de Lula da Silva sobre el futuro de las transacciones globales
El 2025 ha comenzado con una serie de declaraciones y acciones políticas que han dado mucho de qué hablar en el ámbito internacional, especialmente en lo que respecta al futuro de las transacciones financieras globales. Uno de los temas más candentes ha sido la posibilidad de que los países que conforman el grupo de los BRICS Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica– sustituyan al dólar estadounidense como moneda de referencia en las operaciones financieras internacionales. En este contexto, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha defendido con firmeza el derecho de los BRICS a explorar esta opción, en medio de amenazas por parte del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha asegurado que impondrá aranceles del 100% a estos países si deciden seguir adelante con sus planes.
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La posición de Lula frente al dólar y la importancia del BRICS
En una entrevista reciente con medios locales, Lula afirmó categóricamente que los países del BRICS tienen todo el derecho de discutir y analizar la creación de una nueva forma de comercialización que no dependa exclusivamente del dólar. El presidente brasileño subrayó que el grupo de naciones emergentes no debe sentirse intimidado por las amenazas provenientes de Trump ni por las críticas de Occidente. Según Lula, es fundamental que los BRICS continúen el debate sobre lo que consideran beneficioso para sus economías y su comercio mutuo, sin temor a las represalias.
El concepto de que los BRICS –un bloque económico formado por algunas de las economías emergentes más grandes y de mayor crecimiento del mundo– tienen el derecho de diversificar sus relaciones comerciales y financieras fuera de la hegemonía del dólar es un tema central que ha ganado relevancia en los últimos años. Lula, como líder de una de las principales economías de América Latina, ha jugado un papel clave en la articulación de este discurso, que desafía la estructura económica global que ha estado dominada por la moneda estadounidense desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Los BRICS, que agrupan a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, representan casi la mitad del comercio mundial, lo que les otorga una gran influencia en el comercio global. Estos países no solo tienen un peso considerable en términos de volumen de comercio, sino que también han estado ampliando su influencia económica y política en los foros internacionales. El hecho de que representen una porción significativa del comercio global les otorga poder suficiente para explorar alternativas que les permitan reducir su dependencia de la divisa estadounidense.
Las implicaciones del dólar como moneda global de reserva
El dólar estadounidense ha sido durante décadas la moneda de referencia en las transacciones internacionales, especialmente en los mercados de materias primas, energía y comercio de bienes y servicios. Esta hegemonía ha proporcionado a Estados Unidos una ventaja económica significativa, ya que la demanda global de dólares les permite financiar sus déficits comerciales y presupuestarios a través de la emisión de su propia moneda. Sin embargo, los países que no forman parte de la economía estadounidense, especialmente los emergentes, han comenzado a cuestionar esta dependencia, sobre todo en un contexto de creciente interdependencia económica entre naciones no occidentales.
Uno de los principales problemas que enfrentan los países del BRICS con respecto al uso del dólar es su vulnerabilidad a las políticas monetarias y sanciones impuestas por Estados Unidos. El hecho de que el dólar sea la principal moneda de intercambio en el comercio global significa que cualquier medida económica o política tomada por Estados Unidos tiene un impacto inmediato y generalizado en las economías de otros países. Esto ha sido especialmente evidente en las últimas décadas, cuando las sanciones económicas de Estados Unidos a países como Irán, Rusia y Venezuela han tenido repercusiones graves en sus economías, al estar estos países atrapados en la red del sistema financiero global dominado por el dólar.
Además, la reciente tendencia de Estados Unidos de imponer sanciones unilaterales a países considerados «enemigos» o «adversarios» geopolíticos ha provocado que muchos gobiernos en el mundo en desarrollo busquen alternativas para protegerse de los efectos secundarios de la política exterior estadounidense. La sustitución del dólar por una moneda alternativa en el comercio internacional podría permitir a las economías emergentes reducir su exposición a las fluctuaciones de la moneda estadounidense y, al mismo tiempo, aumentar su autonomía en los asuntos internacionales.
La respuesta de Trump y las amenazas de aranceles
El anuncio de Lula de defender el derecho de los BRICS a sustituir el dólar ha sido recibido con reacciones mixtas a nivel internacional. En particular, la administración de Donald Trump, a través de declaraciones previas, ha advertido sobre las consecuencias que enfrentaría cualquier país que intente desafiar la supremacía del dólar en los mercados globales. Trump ha sido muy claro en sus advertencias: si los BRICS deciden proceder con sus planes, impondrá aranceles del 100% a las exportaciones de estos países hacia Estados Unidos.
La amenaza de Trump se centra en la idea de que cualquier intento de los BRICS de reemplazar al dólar podría socavar la posición de Estados Unidos como la principal potencia económica y financiera del mundo. Al imponer aranceles extremadamente altos, Trump espera frenar cualquier movimiento que amenace la estabilidad del sistema financiero basado en el dólar.
Sin embargo, Lula ha respondido a estas amenazas con firmeza, argumentando que los países del BRICS no deben temer las “bravatas” de Trump. En su opinión, la prioridad debe ser la creación de un sistema financiero que sea más inclusivo y más justo para las economías emergentes, sin depender de un solo actor. Lula enfatizó que ningún país puede “pelearse con todo el mundo”, pero que los BRICS deben continuar buscando alternativas que les permitan desarrollar sus economías de manera más equitativa.
Las perspectivas a futuro para los BRICS
Aunque la idea de reemplazar al dólar por una moneda alternativa aún está en sus primeras etapas, el debate sobre el futuro del sistema monetario internacional se está intensificando. Los países del BRICS han comenzado a explorar opciones como el uso de monedas locales en el comercio entre ellos, así como la creación de nuevas plataformas de pago globales que no dependan de bancos estadounidenses o del sistema SWIFT.
Uno de los principales desafíos que enfrentan los BRICS en este sentido es la falta de una moneda común o de una infraestructura financiera integrada que permita sustituir el dólar de manera efectiva. Si bien algunos de los países miembros, como China y Rusia, ya están tomando pasos en esta dirección, la creación de una alternativa viable a la hegemonía del dólar será un proceso largo y complejo que requerirá la cooperación estrecha entre los países miembros.
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El desafío del BRICS para sustituir al dólar como moneda de referencia en el comercio global es una iniciativa que refleja las tensiones geopolíticas y económicas del mundo moderno. Si bien las amenazas de Estados Unidos y los aranceles pueden crear incertidumbre, el derecho de los países emergentes a definir su propio futuro económico no debe ser subestimado. Lula da Silva, como líder de Brasil, ha dejado claro que su país, junto con los otros miembros del BRICS, tiene el derecho de discutir soluciones alternativas para el sistema financiero global y que no deben ceder ante las presiones externas. El futuro de esta iniciativa dependerá de la capacidad de los países emergentes para trabajar juntos y crear un sistema financiero que sea más inclusivo y menos dependiente de la hegemonía de una sola moneda.