China pierde protagonismo en las exportaciones brasileñas, análisis del comercio exterior en 2024, en 2024, el panorama del comercio exterior brasileño presentó cambios significativos en la relación con su principal socio comercial, China. Aunque el gigante asiático continúa liderando como destino de las exportaciones brasileñas y principal origen de sus importaciones, su participación porcentual en el intercambio comercial con Brasil disminuyó de manera notable durante los primeros once meses del año. Este fenómeno refleja una diversificación de mercados para Brasil y una mayor integración comercial con otras economías como Estados Unidos y la Unión Europea.
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Un año de cambios en la balanza comercial
De acuerdo con un informe de la Fundación Getulio Vargas, entre enero y noviembre de 2024, el 28,6% de las exportaciones brasileñas se dirigieron a China, un descenso respecto al 30,7% registrado en el mismo periodo de 2023. Este retroceso contrasta con el aumento de las importaciones brasileñas provenientes de China, que pasaron del 21,9% al 24,1%, consolidando la dependencia de insumos y productos manufacturados de este mercado.
Pese a esta disminución relativa, la relación comercial entre Brasil y China sigue siendo sólida. Brasil obtuvo un superávit comercial de 31.000 millones de dólares con el país asiático, lo que representa el 44,3% del superávit acumulado por la balanza comercial hasta noviembre, que ascendió a 69.900 millones de dólares. Según proyecciones de la Fundación, el superávit total de Brasil podría oscilar entre 74.000 y 78.000 millones de dólares para el cierre del año.
El impacto de la diversificación comercial
El descenso en la participación china en las exportaciones brasileñas se debe, en parte, a un incremento en las exportaciones hacia mercados como Estados Unidos y la Unión Europea. Estos socios comerciales han intensificado su demanda de productos brasileños, en particular bienes agrícolas y minerales, áreas en las que Brasil mantiene una ventaja competitiva global.
Además, Argentina, tradicionalmente uno de los mayores socios comerciales de Brasil en América Latina, logró incrementar sus importaciones de productos brasileños a pesar de enfrentar una prolongada crisis económica. Este aumento se dio principalmente en el sector automotriz, reforzando la importancia del comercio intra-Mercosur y la integración productiva entre ambas economías.
Por otro lado, las importaciones brasileñas desde socios como Estados Unidos y la Unión Europea experimentaron una leve caída, lo que refleja ajustes en las cadenas de suministro globales y una mayor competitividad de los productos chinos en términos de precio.
Un comercio marcado por la resiliencia y el desafío geopolítico
La dinámica comercial de Brasil en 2024 también estuvo influenciada por factores globales como la desaceleración económica en China y las tensiones geopolíticas en el ámbito internacional. La economía china ha enfrentado desafíos importantes, como una ralentización en su crecimiento y problemas estructurales en sectores clave como el inmobiliario, lo que ha impactado en su demanda de productos básicos, una de las principales exportaciones brasileñas.
Asimismo, las crecientes tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han generado oportunidades para Brasil en ciertos mercados, pero también han puesto de manifiesto la necesidad de diversificar aún más su cartera de socios comerciales. En este contexto, Brasil ha buscado fortalecer su posición en América Latina y otros mercados emergentes, además de afianzar sus relaciones con la Unión Europea a través del acuerdo Mercosur-UE, que podría abrir nuevas puertas para el comercio brasileño en los próximos años.
Principales sectores afectados por la relación Brasil-China
Agricultura y productos básicos
El sector agrícola sigue siendo el pilar de las exportaciones brasileñas hacia China, con productos como la soja y la carne liderando la lista. Sin embargo, la disminución de la participación china en el total de las exportaciones brasileñas ha sido un recordatorio de los riesgos de depender excesivamente de un solo mercado.
Brasil ha comenzado a explorar nuevos destinos para sus productos agrícolas, especialmente en el sudeste asiático y Medio Oriente, buscando mitigar el impacto de posibles fluctuaciones en la demanda china.
Minerales y recursos naturales
China sigue siendo el principal comprador de mineral de hierro brasileño, un insumo clave para su industria siderúrgica. No obstante, la ralentización de la construcción en China ha moderado la demanda de este recurso, obligando a Brasil a ajustar su estrategia de exportación en este sector.
Manufactura y alta tecnología
En el ámbito de las importaciones, Brasil depende en gran medida de China para productos manufacturados, electrónicos y componentes tecnológicos. Este año, el aumento de las importaciones desde China refleja la creciente necesidad de insumos para la industria brasileña, especialmente en sectores como la electrónica y la energía renovable.
Retos y oportunidades para Brasil
Diversificación de mercados
La disminución de la participación de China en las exportaciones brasileñas ha puesto de manifiesto la importancia de diversificar los mercados de destino para los productos brasileños. Si bien China seguirá siendo un socio clave, Brasil necesita fortalecer su presencia en otros mercados estratégicos para reducir su vulnerabilidad a cambios en la demanda china.
Sostenibilidad y valor agregado
En un contexto global que valora cada vez más la sostenibilidad, Brasil tiene la oportunidad de posicionarse como líder en la exportación de productos agrícolas y minerales sostenibles. Además, agregar valor a sus exportaciones, por ejemplo, procesando productos agrícolas en lugar de exportarlos como materias primas, podría aumentar los ingresos y crear más empleos en el país.
Infraestructura y logística
Mejorar la infraestructura portuaria y logística es crucial para aumentar la competitividad de Brasil en el comercio internacional. Puertos como el de Santos, que maneja casi el 30% de la balanza comercial del país, juegan un papel fundamental en este esfuerzo. Inversiones en tecnología y capacidad portuaria podrían reducir costos y mejorar la eficiencia del comercio exterior.
Política comercial estratégica
Enfrentar los retos y aprovechar las oportunidades en el comercio exterior requerirá una política comercial estratégica que fomente la innovación, promueva acuerdos comerciales favorables y fortalezca la diplomacia económica. Esto incluye aprovechar al máximo acuerdos como el Mercosur-UE y explorar nuevos tratados con mercados emergentes.
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Perspectivas para 2025
De cara al próximo año, Brasil enfrentará el desafío de consolidar su recuperación económica mientras ajusta su estrategia comercial a un entorno global incierto. La diversificación de mercados y la búsqueda de mayor valor agregado en sus exportaciones serán claves para mantener su competitividad y asegurar un crecimiento sostenible.
En el caso de la relación con China, es probable que esta continúe siendo central para el comercio exterior brasileño, pero con un enfoque más equilibrado que permita a Brasil reducir riesgos y aprovechar nuevas oportunidades en otros mercados.
El año 2024 ha demostrado que, aunque China sigue siendo un socio crucial, Brasil tiene el potencial de expandir su alcance global y fortalecer su posición en la economía internacional.