Brasil y China refuerzan su alianza estratégica, detalles de los 37 nuevos acuerdos bilaterales, en el marco de una visita histórica, el presidente de la República Popular China, Xi Jinping, realizó una visita de Estado a Brasilia el 20 de noviembre de 2024. Esta reunión se llevó a cabo tras su participación en la Cumbre del G20, celebrada en Río de Janeiro. Durante su estadía en Brasil, Xi Jinping fue recibido con honores por el presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, consolidando una alianza estratégica entre las dos mayores economías del BRICS.
La visita culminó con la firma de 37 acuerdos bilaterales que abarcan una amplia gama de sectores como agricultura, comercio, inversiones, infraestructura, energía, ciencia y tecnología, salud, y cultura, entre otros. Estos acuerdos no solo refuerzan los lazos históricos entre ambos países, sino que también abren nuevas oportunidades para el desarrollo económico y tecnológico mutuo.
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Una relación estratégica de medio siglo
China y Brasil celebran este año el 50 aniversario de relaciones diplomáticas, marcadas por un crecimiento constante en la cooperación bilateral. Desde 2009, China se ha mantenido como el principal socio comercial de Brasil, y en 2023, el comercio bilateral alcanzó un récord histórico de 157 mil millones de dólares. Este vínculo comercial se refleja en un superávit favorable para Brasil, que contribuye significativamente a su balanza comercial global.
En su discurso, Lula destacó el papel estratégico de esta relación:
«Aunque distantes geográficamente, China y Brasil cultivan una amistad estratégica basada en intereses compartidos y visiones del mundo similares.»
China no solo importa productos agrícolas brasileños, como soja y carne, sino que también se ha convertido en un importante inversor en infraestructura brasileña. Empresas chinas están activamente involucradas en proyectos como centrales hidroeléctricas y ferrocarriles, generando empleo e ingresos para la economía brasileña.
Por su parte, Brasil también ha incrementado su presencia en China. Empresas como WEG, Suzano y Randon han ampliado su alcance en el mercado chino, mientras que la agroindustria brasileña sigue desempeñando un rol clave en la seguridad alimentaria del gigante asiático.
Los nuevos acuerdos: pilares para el desarrollo conjunto
La firma de los 37 acuerdos bilaterales marca un hito en la relación Brasil-China. Estos acuerdos se centran en áreas prioritarias que buscan no solo fortalecer los lazos actuales, sino también explorar nuevas fronteras de colaboración. Entre las áreas clave destacan:
- Agricultura y seguridad alimentaria:
China continúa siendo el mayor comprador de productos agrícolas brasileños, y los acuerdos buscan mejorar la eficiencia logística y garantizar estándares de calidad. Brasil reafirma su rol como proveedor confiable de alimentos para China, en un contexto global de crecientes desafíos alimentarios. - Infraestructura y energía:
Empresas chinas están participando activamente en proyectos de infraestructura brasileños, como la construcción de ferrocarriles y centrales hidroeléctricas. Los acuerdos incluyen también colaboraciones en energías renovables y minería sostenible, áreas clave para la transición energética. - Ciencia, tecnología y economía digital:
La cooperación en inteligencia artificial, economía digital y tecnologías emergentes se posiciona como un nuevo eje estratégico. Esto incluye el desarrollo de plataformas tecnológicas compartidas y la exploración de soluciones en minería verde. - Transición energética y sostenibilidad:
Con el cambio climático como desafío global, Brasil y China buscan promover proyectos sostenibles que incluyan tecnologías de bajas emisiones y energías renovables. Este esfuerzo conjunto está alineado con los compromisos asumidos en el Acuerdo de París. - Cultura y turismo:
Los acuerdos culturales buscan fomentar el intercambio entre las dos naciones, fortaleciendo los lazos entre sus pueblos. En el ámbito turístico, ambos gobiernos apuntan a incrementar el flujo de visitantes, promoviendo oportunidades económicas y culturales.
El G20 como contexto clave
La visita de Xi Jinping a Brasilia se enmarca en el contexto de la Cumbre de Líderes del G20, que tuvo lugar en Río de Janeiro. En esta reunión, los países miembros reafirmaron su compromiso con los objetivos del Acuerdo de París y la promoción de una economía global más justa y sostenible. Para Brasil y China, este foro sirvió como una plataforma para discutir temas globales que también tienen impacto en sus agendas bilaterales.
Entre los temas abordados, destacaron la necesidad de fortalecer la cooperación Sur-Sur, donde Brasil y China se presentan como líderes en iniciativas de desarrollo compartido. La transición energética y la lucha contra el hambre y la pobreza global también ocuparon un lugar central en las discusiones.
Impacto económico y político
La visita de Estado de Xi Jinping y la firma de los acuerdos bilaterales subrayan el fortalecimiento de la relación Brasil-China como un eje central para el desarrollo de ambos países. Para Brasil, esta relación representa una oportunidad para diversificar su economía, atraer inversiones extranjeras y consolidar su papel como líder regional en América Latina.
En el ámbito político, esta alianza refuerza la posición de Brasil en el escenario internacional, no solo como socio estratégico de China, sino también como un actor relevante en temas globales como el cambio climático y la economía digital. Para China, Brasil es un aliado clave en América Latina, proporcionando acceso a recursos estratégicos y mercados en expansión.
Perspectivas para el futuro
Con la firma de estos 37 acuerdos, Brasil y China no solo consolidan su relación actual, sino que también sientan las bases para una colaboración a largo plazo. Áreas como la transición energética, la economía digital y la inteligencia artificial prometen ser los pilares de esta nueva etapa de cooperación.
Además, ambos países tienen la oportunidad de liderar iniciativas conjuntas en foros internacionales, promoviendo un modelo de desarrollo inclusivo y sostenible. Los próximos años serán cruciales para materializar los beneficios de estos acuerdos y enfrentar los desafíos que puedan surgir en un contexto global en constante cambio.
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La visita de Xi Jinping a Brasil y la firma de los 37 acuerdos bilaterales representan un momento histórico en la relación entre estas dos potencias emergentes. Con un enfoque en áreas estratégicas como la agricultura, la tecnología y la sostenibilidad, Brasil y China demuestran su compromiso con un desarrollo conjunto que beneficie a ambas naciones. Este fortalecimiento de su alianza estratégica no solo impactará a sus economías, sino que también tendrá repercusiones significativas en el panorama global.