Brasil endurece medidas arancelarias, arancel del 25 % sobre productos de acero para combatir el comercio desleal, en un esfuerzo por proteger su industria siderúrgica nacional y frenar prácticas de comercio desleal, el Gobierno de Brasil ha decidido imponer un arancel del 25 % sobre once productos de acero, incluidos laminados, tubos y alambrones. Esta decisión fue tomada por el Comité Ejecutivo de Gestión (Gecex) de la Cámara de Comercio Exterior (Camex), y marca un nuevo paso en la política de defensa comercial brasileña contra las importaciones que ingresan al país a precios artificialmente bajos. La medida apunta principalmente a las importaciones provenientes de China, cuyo volumen y precios han ejercido una fuerte presión sobre la industria nacional.
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Contexto global de la industria del acero y el papel de China
En las últimas dos décadas, China ha aumentado su producción de acero de manera exponencial, hasta llegar a dominar más del 50 % del mercado mundial en 2023. Según datos de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), la producción de acero en China creció un 639 % en este periodo, lo que contrasta con el modesto crecimiento del 4 % registrado por la producción siderúrgica en América Latina. Este desbalance ha generado preocupación entre los países de la región, incluidos Brasil, México, Argentina y Chile, cuyas industrias siderúrgicas se han visto afectadas por la competencia con productos chinos a precios extremadamente bajos.
El aumento de las importaciones de acero chino ha sido particularmente perjudicial para Brasil, uno de los mayores productores de acero en América Latina. A pesar de la fortaleza de su industria, las siderúrgicas brasileñas han luchado para competir con los precios de los productos chinos, que a menudo son considerados inigualables debido a prácticas de dumping y subsidios gubernamentales. Esta situación ha llevado a una disminución de la competitividad de las empresas nacionales, y ha desencadenado una serie de medidas de protección comercial por parte del gobierno.
La respuesta de Brasil: Medidas arancelarias y defensa comercial
El arancel del 25 % anunciado recientemente no es la primera medida adoptada por Brasil para proteger su industria del acero. En abril de 2024, el gobierno ya había establecido cuotas de importación sobre los once productos mencionados, imponiendo un arancel del 25 % sobre los volúmenes que excedieran dichas cuotas. Sin embargo, con la eliminación de las cuotas y la extensión del arancel a todas las importaciones de estos productos, Brasil busca una defensa más agresiva y eficaz contra el comercio desleal.
Esta medida se aplica a productos cuyo volumen de importaciones en 2023 superó en un 30 % la media de los tres años anteriores (2020-2022). La mayoría de estos productos provienen de China, lo que ha intensificado las tensiones comerciales entre Brasil y el gigante asiático. Al imponer estos aranceles, Brasil sigue una tendencia global de defensa de las industrias nacionales frente a las prácticas comerciales injustas, especialmente en sectores tan estratégicos como el acero.
Impacto en la industria siderúrgica de América Latina
El sector siderúrgico es uno de los pilares de la industria manufacturera en América Latina. En Brasil, la siderurgia representa una parte significativa del PIB industrial, y genera miles de empleos directos e indirectos. Sin embargo, la creciente penetración de productos de acero importados, especialmente de China, ha puesto en riesgo la viabilidad de muchas empresas del sector, así como los empleos que dependen de ellas.
La Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero) ha sido una de las voces más críticas frente al aumento de las importaciones de acero chino. En abril de 2024, Alacero pidió a los gobiernos de la región que adoptaran medidas similares a las de Brasil para frenar la entrada de acero chino a precios desleales. Según la asociación, la invasión de productos chinos en los mercados latinoamericanos no solo pone en peligro a las empresas siderúrgicas locales, sino que también amenaza 1,4 millones de empleos directos e indirectos en toda la región.
En Chile, por ejemplo, la histórica siderúrgica Huachipato se vio obligada a suspender indefinidamente sus operaciones debido al impacto de las importaciones de acero chino. Este es solo uno de los muchos ejemplos de cómo la competencia desleal ha llevado a una crisis en la industria siderúrgica regional.
El papel de China y las prácticas de comercio desleal
China ha sido acusada de prácticas de comercio desleal en varios sectores industriales, siendo el acero uno de los más destacados. Las siderúrgicas chinas han sido señaladas por recibir subsidios gubernamentales que les permiten vender sus productos a precios mucho más bajos que los del mercado internacional, lo que ha sido calificado como dumping. Esta práctica no solo perjudica a los productores locales en países como Brasil, sino que también distorsiona el mercado global del acero.
El dumping ocurre cuando un país exporta un producto a otro mercado a un precio inferior al que cobra en su propio mercado interno, o incluso por debajo de los costos de producción. En el caso del acero, China ha sido repetidamente acusada de vender a precios que no cubren los costos de producción, lo que ha generado una sobreoferta global y ha hundido los precios internacionales. Esta situación ha llevado a numerosos países a imponer aranceles antidumping sobre las importaciones de acero chino, con el objetivo de nivelar el campo de juego para sus productores nacionales.
Consecuencias para el comercio internacional y las relaciones Brasil-China
La imposición de aranceles por parte de Brasil es una señal clara de que el país está dispuesto a defender su industria siderúrgica, incluso si eso significa un aumento en las tensiones comerciales con China. No es la primera vez que ambos países se enfrentan en el ámbito comercial. En los últimos años, Brasil ha adoptado varias medidas para limitar la entrada de productos chinos que considera que se venden a precios desleales, incluidos textiles, calzado y electrodomésticos.
Sin embargo, China sigue siendo uno de los principales socios comerciales de Brasil, tanto en términos de exportaciones como de importaciones. Brasil exporta grandes cantidades de materias primas a China, incluyendo mineral de hierro, soja y petróleo. Por lo tanto, cualquier escalada en las tensiones comerciales podría tener implicaciones más amplias para la relación bilateral entre ambos países.
La respuesta de la industria brasileña del acero
La industria siderúrgica brasileña ha recibido con satisfacción la imposición de los aranceles del 25 %. El Sindicato Nacional de la Industria de Trefilado y Laminación de Metales Ferrosos, que representa a los productores de acero del país, ha elogiado la medida como un paso necesario para proteger a los productores locales de la competencia desleal. Según el sindicato, la medida no solo ayudará a nivelar el campo de juego, sino que también proporcionará un respiro necesario para las empresas del sector, que han enfrentado dificultades en los últimos años.
Además, se espera que los aranceles contribuyan a la reactivación de la industria siderúrgica nacional, que ha experimentado una desaceleración en los últimos años debido a la competencia de las importaciones y la caída de los precios del acero en los mercados internacionales.
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La decisión de Brasil de imponer un arancel del 25 % sobre once productos de acero es una medida destinada a proteger a su industria nacional de las prácticas de comercio desleal, en particular el dumping de productos chinos. Aunque esta medida puede generar tensiones comerciales con China, es vista como un paso crucial para preservar los empleos y la competitividad de las empresas siderúrgicas brasileñas. En un contexto global en el que la competencia en el sector del acero es feroz, Brasil ha decidido seguir el ejemplo de otros países que han adoptado medidas arancelarias para defender sus industrias nacionales.
A medida que el comercio internacional continúa evolucionando, será crucial que Brasil y otros países de la región encuentren un equilibrio entre la apertura al comercio y la protección de sus industrias estratégicas. Mientras tanto, la industria siderúrgica brasileña puede ver en esta medida una oportunidad para recuperarse y consolidarse en un mercado cada vez más desafiante.