Brasil busca estrechar la cooperación regulatoria con el Banco Central bajo la dirección de Gabriel Galipolo, Brasil, la mayor economía de América Latina, se prepara para una transformación importante en la cooperación regulatoria entre su gobierno y el Banco Central. El país está a punto de experimentar un cambio de liderazgo en su institución financiera más importante, lo que podría suavizar las tensiones que han surgido entre el Banco Central y el Ministerio de Finanzas en los últimos años. Este cambio llega en un momento crucial, ya que las discusiones regulatorias sobre criptomonedas y vales de comida se han convertido en áreas clave de desacuerdo.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha nombrado a Gabriel Galipolo como el próximo presidente del Banco Central, cuya gestión comenzará en enero de 2025. Este nuevo liderazgo promete una colaboración más fluida con el Ministerio de Finanzas, particularmente en la regulación de sectores emergentes como las criptomonedas y los sistemas de pago digital. Esta transición es vista con optimismo tanto por el gobierno como por los actores del mercado, quienes esperan una relación más alineada entre estas dos instituciones clave.
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Desafíos regulatorios recientes
En los últimos años, las relaciones entre el Banco Central y el Ministerio de Finanzas se han visto empañadas por desacuerdos en temas regulatorios. Uno de los temas más complejos ha sido la regulación de los criptoactivos. A medida que la adopción de criptomonedas ha crecido a nivel mundial, Brasil ha buscado un marco regulatorio robusto para garantizar la seguridad del mercado y prevenir el uso ilícito de estos activos. Sin embargo, las diferencias sobre cómo abordar esta regulación han dificultado el progreso.
El Ministerio de Finanzas ha expresado su frustración con la autonomía del Banco Central, otorgada por una ley de 2021 que estableció mandatos escalonados para su presidente, desvinculando su gestión de los ciclos políticos. Esta autonomía ha llevado al Banco Central a adoptar una postura más independiente, alejándose de las agendas conjuntas con el Ministerio de Finanzas, lo que ha complicado la formulación de políticas coordinadas. Las discusiones sobre la regulación de las criptomonedas, en particular, han sido un punto álgido.
El Ministerio de Finanzas, que tiene la responsabilidad de regular el juego en línea, ha señalado que muchas plataformas utilizan criptomonedas, lo que requiere una supervisión integral del Banco Central. A pesar de esto, la falta de coordinación entre ambas entidades ha retrasado la implementación de un marco regulatorio cohesivo. En respuesta, el Banco Central ha anunciado que tiene previsto finalizar su propuesta regulatoria sobre criptodivisas para finales de 2024.
Vales de comida: un mercado en evolución
Otro tema que ha generado fricciones es la regulación del mercado de vales de comida, un sector de 150.000 millones de reales (26.500 millones de dólares) que involucra a más de 22 millones de trabajadores en Brasil. Tradicionalmente dominado por grandes corporaciones como Sodexo y Edenred, el mercado ha sido objeto de interés por parte de nuevas empresas tecnológicas como Mercado Libre, que buscan ampliar su participación en el sector.
La legislación aprobada en 2022 estableció que los trabajadores podrían transferir el saldo de sus tarjetas de comida entre proveedores y utilizar estos vales en cualquier establecimiento participante. Sin embargo, aún no está claro qué entidad reguladora será responsable de emitir y supervisar estas nuevas normas. El Ministerio de Finanzas considera que el Banco Central es el regulador más adecuado para supervisar el sistema de pagos involucrado en los vales de comida. No obstante, el Banco Central ha argumentado que carece de personal y recursos suficientes para regular este mercado.
Este estancamiento ha generado incertidumbre en el mercado, ya que los actores clave esperan que las nuevas normativas entren en vigor a principios de 2025. La falta de resolución de este tema ha generado inquietud entre las empresas que buscan competir en un mercado que se está expandiendo rápidamente debido a la digitalización y el aumento de los sistemas de pago electrónico.
Cooperación esperada con el nuevo liderazgo
Con la llegada de Gabriel Galipolo al Banco Central, se espera que la cooperación entre el gobierno y la entidad reguladora se fortalezca. A diferencia de su predecesor, Roberto Campos Neto, quien fue nombrado por el expresidente Jair Bolsonaro, Galipolo ha sido visto como una figura más alineada con las prioridades económicas de Lula. Mientras Campos Neto enfrentó críticas por mantener las tasas de interés elevadas a pesar de las presiones políticas para reducirlas, Galipolo ha demostrado una postura firme pero pragmática en materia de política monetaria.
El gobierno de Lula ha expresado la esperanza de que la relación entre el Ministerio de Finanzas y el Banco Central mejore significativamente bajo el liderazgo de Galipolo. Los funcionarios del ministerio creen que una mayor integración en asuntos regulatorios, especialmente en temas que no afecten directamente al mandato de control de la inflación del Banco Central, será clave para avanzar en áreas como la regulación de los criptoactivos y los sistemas de pago.
La integración de Brasil en Euroclear
Además de los desafíos regulatorios internos, Brasil también está buscando mejorar su integración en los mercados financieros internacionales. Uno de los principales objetivos del gobierno es permitir que los bonos del Tesoro brasileño se negocien directamente en la plataforma Euroclear, con sede en Bélgica. Actualmente, esta negociación solo se realiza en una plataforma local, lo que limita el acceso de los inversores extranjeros a la deuda pública brasileña.
La negociación en Euroclear simplificaría considerablemente el acceso a estos bonos para los inversores internacionales, lo que podría atraer mayores flujos de capital hacia el país. Sin embargo, este plan ha sido bloqueado por lo que el Ministerio de Finanzas ha descrito como «resistencia burocrática» y los «intereses corporativos» dentro del Banco Central. La entidad ha expresado su preocupación por mantener un control en tiempo real de la información relacionada con la emisión de deuda y los titulares de bonos, lo que, según ellos, es necesario para prevenir el lavado de dinero y otros delitos financieros.
A pesar de estos desafíos, la expectativa es que bajo la dirección de Galipolo, el Banco Central adopte una postura más colaborativa con el Ministerio de Finanzas, lo que podría desbloquear estos impasses regulatorios y permitir que Brasil avance en su agenda económica.
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La transición en la presidencia del Banco Central de Brasil marca una nueva era en la relación entre el gobierno y la entidad reguladora. Con Gabriel Galipolo al frente, se espera una mayor cooperación en temas regulatorios clave, como la regulación de criptoactivos y el mercado de vales de comida, así como en la integración de Brasil en los mercados financieros internacionales. Si bien aún existen desafíos significativos, este cambio de liderazgo ofrece una oportunidad para que el país avance en su agenda económica y fortalezca su posición en la economía global.