Supermercados en Salta enfrentan desafíos económicos
El primer trimestre del año 2024 ha sido una montaña rusa económica para la provincia de Salta, con altibajos que reflejan tanto las medidas gubernamentales nacionales como las dinámicas locales. Un informe reciente del Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) arroja luz sobre estos desafíos y destaca áreas de preocupación y potencial. Entre estos, la disminución significativa en las ventas de supermercados se destaca como una señal de alerta, junto con otras tendencias que delinean el panorama económico de la región.
El análisis del IERAL se centra en varios indicadores clave, incluido el consumo, el mercado laboral y la actividad económica en general. Si bien hay aspectos positivos que destacar, como el aumento en el patentamiento de vehículos y el desempeño estable en la recaudación impositiva, también hay preocupaciones sustanciales que merecen atención.
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En términos de empleo, Salta ha logrado mantener cierta estabilidad, con un aumento en la tasa de empleo y una disminución en la tasa de desocupación. Sin embargo, persiste un alto nivel de informalidad laboral, lo que sugiere una fragilidad subyacente en el mercado laboral que podría exacerbarse en tiempos de crisis económica.
El sector de consumo, particularmente las ventas en supermercados, presenta un panorama sombrío. Durante los dos primeros meses del año, se registró una disminución del 9,9% en las compras en supermercados en términos reales en comparación con el año anterior. Este descenso refleja una tendencia preocupante de reducción del gasto por parte de los consumidores, lo que puede atribuirse a una combinación de factores, como la inflación y la incertidumbre económica.
En este sentido, la inflación, aunque se mantiene por debajo de la media nacional, sigue siendo un desafío importante para la economía salteña. Si bien el índice de precios al consumidor de la región se ha mantenido relativamente estable, las proyecciones futuras sugieren un aumento significativo, lo que podría agravar aún más la situación económica y afectar el poder adquisitivo de los ciudadanos.
Otro sector que enfrenta dificultades es el turismo, una de las principales actividades económicas de la provincia. Durante los primeros meses del año, se registró una disminución del 22,9% en el número de visitantes en comparación con el mismo período del año anterior. Esta caída en el turismo tiene implicaciones negativas para la economía local, especialmente para las industrias relacionadas, como la hostelería y el transporte.
El mercado inmobiliario también ha experimentado una desaceleración, con una disminución en el número de transacciones de compra-venta de propiedades. A pesar de esto, el monto total de las operaciones ha aumentado, lo que sugiere un cambio en las dinámicas del mercado hacia propiedades de mayor valor.
En cuanto a la construcción, si bien se observa un ligero aumento interanual en los permisos de edificación, el crecimiento es menor en comparación con años anteriores. Esto puede indicar una desaceleración en el sector de la construcción, que históricamente ha sido un motor importante de la economía salteña.
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El primer trimestre del 2024 ha presentado una serie de desafíos económicos para la provincia de Salta, desde la disminución en las ventas minoristas hasta la desaceleración en sectores clave como el turismo y la construcción. Si bien existen algunos aspectos positivos, como la estabilidad en el empleo y la recaudación impositiva, es evidente que se requieren medidas adicionales para impulsar la economía local y abordar las preocupaciones emergentes. En un contexto de incertidumbre económica a nivel nacional, la atención a las necesidades y oportunidades específicas de Salta será fundamental para garantizar un desarrollo económico sostenible en el futuro.