Supermercados chinos enfrentan caída de ventas del 10% durante el último año
Los supermercados chinos en Argentina han experimentado un año desafiante, con una caída de ventas estimada entre el 8% y el 10% durante 2024, según declaraciones de Yolanda Durán, titular de la Cámara de Supermercadistas Chinos. Este descenso, aunque significativo, fue menor en comparación con la retracción general del consumo masivo, que cerró el año con una baja interanual del 13,9%, posicionándose como una de las peores cifras en dos décadas.
En un contexto de alta inflación, salarios rezagados y un consumo masivo que cayó un 18% solo en diciembre, los supermercados chinos luchan por mantenerse competitivos mientras enfrentan desafíos estructurales en la cadena de suministro y la intermediación de productos.
Vea también: DHL Express continúa su expansión en Argentina: Apertura en Flores
A diferencia de los grandes hipermercados, los supermercados chinos se han esforzado por mantener precios más estables, según Durán.
«Nosotros tratamos de comprar barato para vender barato. En comparación con mayo del año pasado, los aumentos de precios han sido pequeños, alrededor del 2% en algunos productos. Incluso, el azúcar bajó su valor,» explicó.
Esta estrategia de contención de precios contrasta con las prácticas de algunos grandes empresarios del sector alimenticio, a quienes Durán acusó de inflar los precios aprovechando su posición dominante. Además, señaló que la intermediación en la cadena de distribución encarece los productos, lo que representa un desafío constante para los pequeños comerciantes.
El impacto de los salarios y el consumo fragmentado
Uno de los factores más destacados en la caída de ventas es el poder adquisitivo limitado de los consumidores. Durán subrayó que los bajos salarios están afectando directamente los hábitos de compra.
«Tenemos clientes que pasan por el supermercado dos o tres veces al día porque compran lo justo y luego regresan por lo que se olvidaron. Esto refleja la precariedad económica en la que viven muchas familias,» afirmó.
Además, criticó que el precio de varios artículos esté dolarizado, lo que dificulta aún más la estabilidad en los costos para los consumidores. Este fenómeno ha llevado a una fragmentación en el consumo, donde las familias optan por comprar en pequeñas cantidades para adaptarse a sus presupuestos diarios.
Uno de los problemas estructurales que enfrentan los supermercados chinos es la intermediación en la cadena de suministro. Según Durán, las distribuidoras suelen encarecer los productos, lo que reduce los márgenes de ganancia para los comerciantes y limita su capacidad de ofrecer precios competitivos.
«Nuestra mayor lucha es con los proveedores. La intermediación encarece el producto y nos deja con menos margen para competir,» señaló.
A pesar de estos desafíos, los supermercados chinos han logrado mantener cierta estabilidad en su oferta de productos esenciales, como alimentos básicos, artículos de limpieza y productos de almacén, que continúan siendo los más demandados por los consumidores.
Comparativa con los hipermercados
Aunque los supermercados chinos también han sufrido una caída en las ventas, esta ha sido menos pronunciada que en los hipermercados, donde el descenso ha sido más marcado. Esto se debe, en parte, a la proximidad y conveniencia que ofrecen los supermercados chinos, características que los hacen más accesibles para los consumidores en contextos de crisis económica.
La capacidad de estos comercios para adaptarse rápidamente a las necesidades del mercado y mantener una relación más cercana con sus clientes ha sido clave para amortiguar el impacto de la retracción económica.
De cara al próximo año, los supermercados chinos enfrentan un panorama incierto, con la inflación aún alta y la recuperación económica lenta. Sin embargo, Durán expresó confianza en que la estabilidad en los precios y el enfoque en la proximidad seguirán siendo ventajas competitivas.
«Seguiremos trabajando para ofrecer precios justos y mantenernos como una opción viable para las familias argentinas,» afirmó.
Entre las estrategias para 2025, se espera que el sector continúe buscando formas de reducir los costos de intermediación y fortalecer la relación con proveedores directos, lo que podría ayudar a mejorar los márgenes de ganancia y ofrecer precios más competitivos a los consumidores.
Los supermercados chinos desempeñan un rol crucial en la economía local, no solo como proveedores de bienes esenciales, sino también como generadores de empleo en sus comunidades. En un contexto de alta inflación y salarios bajos, su capacidad para adaptarse a las necesidades de los consumidores y mantener precios accesibles será fundamental para su sostenibilidad a largo plazo.
Además, estos comercios tienen el potencial de liderar iniciativas para promover prácticas comerciales más justas y transparentes en el sector alimenticio, lo que podría beneficiar tanto a los consumidores como a los pequeños comerciantes.
Vea también: Mostaza apertura en Bahía Blanca Plaza Shopping
El 2024 fue un año desafiante para los supermercados chinos en Argentina, marcando una caída de ventas del 10% en un contexto de crisis económica y consumo retraído. Sin embargo, su capacidad para ofrecer precios competitivos y adaptarse a las necesidades de los consumidores les ha permitido amortiguar el impacto de la recesión.
A medida que enfrentan desafíos como la intermediación y los bajos salarios, el sector se prepara para 2025 con el objetivo de consolidar su posición como una opción accesible y confiable para las familias argentinas. Con estrategias enfocadas en la eficiencia y la proximidad, los supermercados chinos están bien posicionados para seguir siendo un pilar esencial en el mercado minorista del país.