Se revela brecha entre salario mínimo y canasta de pobreza en empleados argentinos
Un estudio reciente realizado por el Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la Facultad de Ciencias Económicas ha revelado alarmantes datos sobre la brecha entre el salario mínimo y la canasta de pobreza en Argentina, especialmente para los empleados registrados. Según el informe, el 63% de los empleados informales pertenece a hogares de bajos ingresos, lo que refleja la profunda desigualdad económica en el país.
El informe destaca que una gran parte de la fuerza laboral informal en Argentina se encuentra en una situación de vulnerabilidad económica. El 63% de los empleados informales pertenece a hogares de bajos ingresos, lo que significa que, a pesar de tener un empleo, estos trabajadores no pueden salir de la pobreza. Esta situación es especialmente preocupante dado que los empleados informales no tienen acceso a los beneficios de la seguridad social, lo que los deja desprotegidos ante enfermedades, accidentes y otras eventualidades.
Precariedad de los empleados registrados
El informe también revela que el 36,7% de los empleados registrados no están inscritos en la seguridad social, especialmente los jóvenes. Esta falta de cobertura social es un indicador claro de la precariedad laboral que persiste en el país, incluso entre aquellos que tienen un empleo formal. La falta de inscripción en la seguridad social no solo afecta la protección de los trabajadores, sino que también tiene implicaciones a largo plazo en términos de pensiones y beneficios sociales.
Brecha entre salario mínimo y canasta de pobreza
Los datos del segundo trimestre del estudio muestran que el salario mínimo mensual neto era de alrededor de $190 mil, mientras que el valor promedio de la canasta de pobreza para un empleado registrado fue de $238 mil. Esta brecha significa que, incluso con un salario mínimo, muchos trabajadores registrados no pueden cubrir los costos básicos de vida, lo que los mantiene en una situación de pobreza.
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En comparación, en 2017, el salario mínimo neto era de $6700 y la canasta de pobreza promedio era de $3575 para los empleados registrados. Este aumento significativo en la canasta de pobreza, en comparación con el salario mínimo, muestra que la capacidad de compra de los trabajadores ha disminuido drásticamente en los últimos años.
Roxana Maurizio y Luis Beccaria, autores del informe, explican que tener un trabajo en Argentina no garantiza una vida libre de pobreza. La mayoría de los trabajadores informales pertenecen a hogares de bajos ingresos, y muchos empleados registrados no están inscritos en la seguridad social, lo que muestra la precariedad laboral en el país.
La brecha entre el salario mínimo y la canasta de pobreza es un indicador claro de la desigualdad económica que persiste en Argentina. A pesar de tener un empleo, muchos trabajadores no pueden cubrir sus necesidades básicas, lo que perpetúa el ciclo de la pobreza. Esta situación es especialmente preocupante en un contexto donde la inflación y el costo de vida siguen aumentando, erosionando aún más el poder adquisitivo de los trabajadores.
Para abordar esta brecha, es fundamental que el gobierno y las empresas trabajen juntos para mejorar las condiciones laborales y garantizar que todos los trabajadores, tanto formales como informales, tengan acceso a la seguridad social y a salarios que les permitan vivir con dignidad. Algunas medidas que podrían considerarse incluyen:
Aumento del Salario Mínimo: Ajustar el salario mínimo para que esté más alineado con la canasta de pobreza, garantizando que los trabajadores puedan cubrir sus necesidades básicas.
Mejora de la Cobertura de la Seguridad Social: Implementar políticas que aseguren que todos los empleados registrados, especialmente los jóvenes, estén inscritos en la seguridad social.
Fortalecimiento de la Inspección Laboral: Aumentar la supervisión y el control para asegurar que las empresas cumplan con las normativas laborales y de seguridad social.
Promoción de Empleos Formales: Incentivar la formalización del empleo mediante políticas que reduzcan la carga impositiva y administrativa para las pequeñas y medianas empresas.
Educación y Capacitación: Ofrecer programas de educación y capacitación para mejorar las habilidades de los trabajadores y aumentar su empleabilidad en sectores mejor remunerados.
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El informe del IIEP revela una realidad alarmante sobre la brecha entre el salario mínimo y la canasta de pobreza en Argentina, especialmente para los empleados registrados. La precariedad laboral y la falta de acceso a la seguridad social son problemas urgentes que necesitan ser abordados para mejorar la calidad de vida de los trabajadores y reducir la desigualdad económica. Es imperativo que el gobierno, las empresas y la sociedad civil trabajen juntos para implementar políticas que garanticen salarios dignos y condiciones laborales justas para todos los trabajadores.