Santa Fe avanza en la habilitación de Uber y otras aplicaciones de viajes
La capital de la provincia de Santa Fe, Argentina, está dando pasos importantes hacia la regulación de las aplicaciones de transporte como Uber, buscando formalizar su presencia en la ciudad. Recientemente, el gobierno municipal ingresó al Concejo un proyecto de ley que tiene como objetivo equiparar las condiciones de operación entre los taxis, remises y los servicios ofrecidos por estas plataformas. La propuesta apunta a regular todas las apps de viajes, pero es evidente que la principal atención está en Uber, que ya cuenta con una significativa participación en el transporte local, tanto con automóviles como con motocicletas.
El intendente Juan Pablo Poletti comenzó a delinear este proyecto en julio, permitiendo el debate público en torno a la actividad de estas plataformas. Esto refleja la necesidad creciente de generar un marco legal que permita que los actores del transporte público puedan convivir y competir en igualdad de condiciones.
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Proyecto de ley: Requisitos para las aplicaciones
El proyecto de ley presentado ante el Concejo establece una serie de obligaciones y regulaciones para las plataformas de transporte como Uber y Maxim, entre otras. Una de las principales disposiciones es que las empresas deberán inscribirse en un registro municipal, un paso fundamental para tener un control efectivo sobre su funcionamiento en la ciudad. Además, deberán designar un representante con residencia en la capital provincial, lo que asegurará una mayor proximidad entre las autoridades y las empresas.
Otro aspecto relevante del proyecto es la obligación de las plataformas de proporcionar información detallada sobre sus conductores y pasajeros. Este requerimiento busca mejorar la seguridad y transparencia del servicio, permitiendo que las autoridades locales puedan monitorear de cerca su operación. A esto se suma la obligación de garantizar el cumplimiento legal, lo que incluye la liquidación de impuestos correspondientes, una demanda que ha sido ampliamente solicitada por el sector del transporte tradicional, como taxis y remises.
El proyecto de ley también especifica las condiciones que deben cumplir los conductores de las aplicaciones para operar legalmente en la ciudad. Entre ellas, los conductores deberán contar con una licencia profesional que certifique su capacidad para ofrecer un servicio de transporte público. Asimismo, se les exigirá que sus vehículos cuenten con seguros vigentes y que estén registrados correctamente ante las autoridades locales.
Estos requisitos buscan asegurar que los conductores de plataformas como Uber operen bajo los mismos estándares de seguridad y legalidad que los taxistas y remiseros, promoviendo una competencia más justa entre todos los actores del sector. Este tipo de medidas también responden a las críticas de los gremios de transporte, que durante años han señalado las supuestas ventajas desleales con las que contaban las aplicaciones de viajes frente a los servicios tradicionales.
Otro punto clave de la regulación es la obligación de que las plataformas de transporte muestren de manera clara y visible los precios del viaje antes de su concertación. Esta medida busca ofrecer una mayor transparencia para los usuarios, quienes podrán conocer el costo del servicio de antemano, algo que ya es una práctica habitual en plataformas como Uber.
En cuanto a los métodos de pago, el proyecto establece que las aplicaciones deben aceptar tanto pagos electrónicos como en efectivo, garantizando así una mayor accesibilidad a los distintos segmentos de la población. La aceptación de pagos en efectivo es especialmente importante en ciudades como Santa Fe, donde un porcentaje significativo de la población aún prefiere utilizar este método para realizar sus transacciones diarias.
El proyecto de ley también aborda cuestiones relacionadas con la accesibilidad de los vehículos y la inclusión social. Se promueve que los vehículos utilizados por las plataformas cuenten con las adaptaciones necesarias para personas con discapacidad, facilitando así el acceso a un mayor número de usuarios.
Asimismo, se incluye una disposición que permite a los pasajeros elegir el género del conductor, una medida que busca ofrecer mayor comodidad y seguridad, especialmente para las mujeres y personas que prefieren contar con esta opción al solicitar un viaje. Esta iniciativa responde a las preocupaciones de seguridad que han surgido en torno al uso de aplicaciones de transporte en todo el mundo, buscando generar un ambiente más seguro y confiable para todos los usuarios.
Una de las novedades más destacadas del proyecto es la creación de un fondo de movilidad, que será financiado con el cobro de un 1% a las empresas de transporte que operen mediante aplicaciones. Este fondo tendrá como objetivo promover mejoras en la infraestructura de transporte en la ciudad y asegurar que el crecimiento de estas plataformas también beneficie al desarrollo urbano.
Por otro lado, el proyecto busca dar mayor flexibilidad a los taxistas y remiseros que deseen adaptarse a las nuevas tendencias del mercado. Se permitirá que estos trabajadores puedan operar al mismo tiempo con hasta tres aplicaciones diferentes, lo que les brindará más oportunidades para captar pasajeros y mejorar su rentabilidad. Esta medida busca reducir la brecha entre el transporte tradicional y las plataformas de viajes, ofreciendo a los conductores la posibilidad de acceder a nuevas tecnologías sin dejar de lado sus métodos de trabajo habituales.
Rosario: Un debate aún pendiente
Mientras en Santa Fe el debate sobre la regulación de las aplicaciones de transporte avanza rápidamente, en la ciudad de Rosario la situación sigue en un punto de espera. A pesar de que Uber es muy popular entre los jóvenes rosarinos, aún no se ha logrado establecer un marco legal claro para su funcionamiento.
Hace aproximadamente un mes, ingresó al Concejo rosarino una propuesta para dar un marco jurídico mínimo a la actividad de estas plataformas. La propuesta, presentada por la concejala Julia Irigoitía, tiene como objetivo blanquear una situación que ya es evidente: hay cientos de personas trabajando para Uber de manera no regulada. Los taxistas estiman que aproximadamente el 13% de los conductores de taxi en Rosario también trabajan clandestinamente para Uber, aunque otros sostienen que esta cifra podría ser aún mayor.
El proyecto en Rosario ingresará primero a la comisión de Servicios Públicos, luego pasará por la comisión de Presupuesto y, finalmente, podría llegar a ser discutido por el pleno del gobierno local. Sin embargo, el debate sigue siendo complejo, y mientras tanto, el transporte mediante aplicaciones continúa operando sin regulación en la ciudad.
Reconquista: Pionera en la regulación
Es importante destacar que la ciudad de Reconquista ya ha dado el primer paso en la provincia de Santa Fe para regular el uso de Uber y otras aplicaciones de transporte. En junio de 2024, el Concejo de la ciudad aprobó una ordenanza que permite el servicio de transporte de personas a través de plataformas electrónicas, un avance significativo en la región.
Este precedente demuestra que la regulación de estas aplicaciones es un tema inevitable y que cada vez más ciudades se suman al proceso de establecer marcos legales claros para su operación. Lo que está en juego no es solo la posibilidad de formalizar el trabajo de cientos de conductores, sino también la mejora en la calidad del servicio y la protección de los derechos tanto de conductores como de pasajeros.
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El proyecto de ley presentado en la ciudad de Santa Fe busca regularizar y formalizar la actividad de las aplicaciones de transporte como Uber, asegurando que operen en igualdad de condiciones con los taxis y remises. Las nuevas disposiciones incluyen requisitos de inscripción, transparencia en los precios, opciones de pago, y medidas de seguridad y accesibilidad. Esta regulación tiene el potencial de beneficiar tanto a los conductores como a los pasajeros, mientras que la situación en Rosario aún está en debate. Las ciudades argentinas comienzan a adaptarse a las nuevas realidades del transporte, y el futuro de las plataformas electrónicas está cada vez más cerca de ser formalizado.