Messi y Antonela los empresarios que triunfan en Barcelona
Lionel Messi, conocido por su precisión milimétrica en el campo de fútbol, ha demostrado una vez más su habilidad para marcar goles, pero esta vez en el sector inmobiliario. En lugar de contar goles en Miami, Messi ha decidido contar dividendos en Barcelona, convirtiendo su modesta empresa familiar, Edificio Rostower SL, en una flamante socimi. Para los que no hablan el idioma de los contables, una socimi es básicamente un truco de magia fiscal: inviertes en inmuebles, los alquilas, pagas un pírrico 1% de impuesto de sociedades y, por el camino, alguien en Hacienda se echa a llorar.
La Transformación de Edificio Rostower en Socimi
Leo Messi no solo tiene talento para el fútbol; también sabe cómo jugar al Monopoly de verdad. Su nueva socimi, Edificio Rostower Socimi, se presenta como el Neymar de las sociedades anónimas: elegante, flexible y fiscalmente imbatible. Pero no se equivoquen, no es que Messi haya abierto una inmobiliaria de barrio para alquilar un piso con humedad en el Eixample. Aquí hablamos de hoteles de lujo, oficinas relucientes y locales con hamburgueserías tan caras que uno se plantea si el combo incluye un autógrafo del astro.
Antonela: La vicepresidenta con más estilo
Por supuesto, Messi no está solo en esta aventura. Como en todo lo importante de su vida, ahí está Antonela Roccuzzo, ahora vicepresidenta primera de esta maquinaria empresarial. Antonela, la mujer que ha pasado de subir fotos en Instagram con su esposo a sentarse en reuniones con economistas de la talla de Ramón Adell, debe ser la envidia de todo un gremio: capaz de hablar con igual soltura de dividendos que de biberones.
El consejo de administración de Edificio Rostower Socimi es un desfile de currículums tan impresionantes que parecen seleccionados por un algoritmo diseñado para detectar genios. Además de Antonela, figuran en la lista Ramón Adell, catedrático de Economía Financiera y, según se rumorea, alguien que podría calcular el PIB de un país en una servilleta; y Alfonso Nebot, un abogado que, desde 2009, se dedica a gestionar la fortuna de Messi como si fuera un centrocampista distribuyendo balones. Entre estos dos y Antonela, la socimi tiene más estrategia que el Barça de Guardiola.
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Hoteles MiM: Donde el lujo no es cuestión de azar
El nuevo vehículo empresarial del argentino tiene un as bajo la manga: los seis hoteles de la cadena MiM (Majestic i Messi, por si alguien no lo había pillado). Sitges, Ibiza, Mallorca, Baqueira, Sotogrande y Andorra son los escenarios donde Messi ha plantado su bandera, o mejor dicho, sus inversiones. Se dice que las habitaciones tienen tal nivel de sofisticación que hasta el minibar podría pasar por una obra de arte contemporáneo.
Esos hoteles, gestionados por el grupo Majestic, representan el tipo de ‘pelotazos’ que solo Messi puede dar sin que nadie lo acuse de nada. Un negocio limpio, redondo y, lo mejor de todo, rentable. Porque aquí no hablamos de alquilar habitaciones por 50 euros la noche. En los hoteles MiM, cada huésped sabe que está pagando no solo por dormir, sino por la posibilidad de decir: «Anoche estuve en un hotel de Messi».
Un acrónimo que huele a Gol: SOCIMI
Para los legos en la materia, la transformación de Edificio Rostower en socimi puede parecer un tecnicismo. Pero no. Esto es la Champions League de las sociedades. Mientras otros se conforman con pagar un 25% en el impuesto de sociedades, las socimis disfrutan de un tratamiento fiscal tan generoso que parecen haber sido diseñadas por alguien que realmente odia al fisco.
Claro, hay condiciones. Por ejemplo, deben repartir al menos el 80% de sus beneficios en dividendos. Pero, seamos sinceros, ¿qué socio de Messi se va a quejar de que le lluevan billetes? Más bien al contrario, cada reunión de accionistas debe ser como una fiesta post-partido, con copas de champán y balances que brillan como los Balones de Oro en la vitrina del argentino.
El epicentro de esta nueva aventura empresarial es un inmueble situado en la calle Urgell, en pleno corazón de Barcelona. Este edificio, propiedad de Messi desde hace años, es mucho más que un simple conjunto de oficinas. Es un símbolo de cómo un jugador que pasó su vida marcando goles también puede «marcar territorio» en el mundo de los negocios.
El inmueble alberga oficinas, plazas de aparcamiento y, más recientemente, una hamburguesería de la cadena Vicio. Es difícil no imaginar a Messi supervisando la apertura del local y diciendo algo así como: «Si no metemos goles, al menos que vendamos hamburguesas».
Hasta ahora, Edificio Rostower SL estaba gestionado por Rodrigo Martín Messi, hermano del futbolista y, por lo visto, un administrador más que competente. Sin embargo, con la transformación en socimi, Rodrigo pasa a un discreto segundo plano, porque ahora las decisiones se tomarán en un consejo de administración que, francamente, parece más un equipo de ensueño que una simple junta directiva.
El gran acierto de Messi no es solo su habilidad para invertir, sino su talento para rodearse de personas que saben más que él en el ámbito empresarial. Como en el campo, donde siempre confió en compañeros como Xavi e Iniesta, en los negocios ha sabido alinear un equipo de primera categoría. Ramón Adell, por ejemplo, no es solo un economista. Es un auténtico gurú financiero que podría dar lecciones de economía hasta en Marte. Por su parte, Alfonso Nebot es el cerebro detrás de las inversiones de Messi desde hace más de una década. Con esta plantilla, lo más probable es que la nueva socimi no solo sea un éxito, sino un caso de estudio en las escuelas de negocios.
Con este movimiento, Messi confirma que su reinado va mucho más allá del fútbol. Ya no es solo un ídolo de masas, un goleador imbatible o un capitán que lidera con el ejemplo. Ahora también es un empresario astuto, capaz de identificar oportunidades donde otros solo ven ladrillos.
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El argentino no solo mete goles en el campo. También los mete en los balances financieros. Porque si algo ha demostrado a lo largo de su carrera es que no importa el terreno de juego: Messi siempre encuentra la forma de ganar. Y esta vez, el gol lo ha marcado desde Barcelona, pero no en el Camp Nou, sino en la calle Urgell, con una socimi que promete dar mucho que hablar.