La producción industrial manufacturera de calzado en Argentina cae durante julio
La industria manufacturera en Argentina ha estado enfrentando importantes desafíos en los últimos años, y el sector del calzado no ha sido la excepción. En julio de 2024, la producción de calzado y partes registró una caída del 7,2 % interanual, según datos recientes proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) y difundidos por la Cámara de la Industria del Calzado (CIC). Esta disminución es parte de una tendencia más amplia que afecta al sector manufacturero en general, que también experimentó una contracción del 5,4 % durante el mismo periodo.
Esta situación ha generado preocupación tanto en el ámbito empresarial como en el laboral, ya que afecta directamente a la cadena de producción y comercialización de calzado en Argentina. La baja demanda y las dificultades económicas internas, sumadas a factores externos, están erosionando la capacidad de recuperación de la industria.
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Acumulado del año y causas de la caída
El desempeño del sector calzado a lo largo de 2024 refleja un panorama complejo. Entre enero y julio, la producción acumulada de calzado en Argentina disminuyó un 16,3 % en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este desplome es el resultado de múltiples factores, como la inflación, la devaluación de la moneda local, y la caída del poder adquisitivo de los consumidores.
A nivel global, el incremento de los costos de producción, en particular las materias primas y el transporte, también ha tenido un impacto significativo en las industrias manufactureras. En Argentina, estos factores se ven exacerbados por la incertidumbre económica y la alta inflación, que superó el 110 % interanual en julio, haciendo que los insumos sean cada vez más costosos para los productores locales.
Además, la devaluación del peso argentino frente al dólar ha incrementado los costos de importación de los insumos que no se producen localmente, encareciendo aún más la producción. Este encarecimiento ha generado que muchas empresas reduzcan sus operaciones o adopten medidas extremas como recortes de personal, suspensión de actividades o cierre temporal de fábricas.
Impacto en las ventas minoristas de calzado
La contracción no solo afecta a la producción de calzado, sino que también repercute en las ventas minoristas. De acuerdo con el último informe de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas en el rubro de calzado y marroquinería cayeron un 5,4 % interanual durante agosto. La caída es aún más pronunciada en el acumulado de los primeros ocho meses de 2024, que registra una disminución del 10,8 % en comparación con el mismo periodo de 2023.
Este descenso en las ventas es el reflejo directo del menor poder adquisitivo de los consumidores, que están priorizando la compra de productos esenciales y dejando de lado bienes considerados no prioritarios, como el calzado. A esto se suman las dificultades de las tiendas minoristas para competir con productos importados de menor precio, que aunque se enfrentan a barreras arancelarias, todavía logran mantener una presencia considerable en el mercado argentino.
Desde la CAME, explicaron que los picos de ventas que se experimentan en fechas especiales, como el Día del Niño, no logran sostener el dinamismo necesario para reactivar el sector. Si bien hubo un repunte en las ventas durante esos días, los comerciantes enfrentaron la necesidad de aplicar descuentos significativos, como promociones 2×1, para atraer a los consumidores. Estos descuentos, aunque impulsan temporalmente las ventas, erosionan las ganancias y, a largo plazo, no son suficientes para mantener la estabilidad del sector.
En un contexto de crisis, los patrones de consumo también han cambiado. Según los informes de las tiendas, los productos más demandados durante este año han sido el calzado deportivo para niños y el calzado casual de mujer. Sin embargo, a pesar de la preferencia por estos productos, el volumen de ventas no ha sido lo suficientemente alto como para compensar las pérdidas generales en el sector.
La competencia dentro del mercado local también ha aumentado debido a la proliferación de calzado de bajo costo importado de Asia, especialmente de China, que sigue siendo una opción preferida por muchos consumidores debido a su precio más accesible. Esto pone a las empresas nacionales en una posición de desventaja, ya que no pueden competir con estos precios sin comprometer su calidad o asumir pérdidas financieras.
Los minoristas también se enfrentan a desafíos logísticos y financieros. La alta inflación no solo afecta a los consumidores, sino también a los costos operativos de los negocios. Alquileres, tarifas de servicios públicos y costos de personal siguen en aumento, lo que hace que mantener un negocio rentable en este contexto sea extremadamente complicado. Además, muchos pequeños y medianos comerciantes han señalado que el acceso a crédito sigue siendo limitado, lo que impide invertir en la renovación de sus inventarios o en la modernización de sus tiendas.
La perspectiva para el resto de 2024 no es alentadora. Los economistas y expertos de la industria prevén que, si no hay cambios significativos en las políticas económicas del gobierno, la industria del calzado seguirá enfrentando dificultades. A pesar de los esfuerzos de algunas empresas para mantenerse a flote mediante estrategias de descuento y ventas por Internet, estas medidas no han sido suficientes para revertir la tendencia negativa.
Los fabricantes de calzado locales han solicitado al gobierno medidas más agresivas para proteger la industria, como una mayor regulación de las importaciones y apoyo financiero para las empresas afectadas. No obstante, la situación económica general de Argentina, con un déficit fiscal significativo y altos niveles de deuda, limita la capacidad del gobierno para implementar políticas de estímulo.
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La industria del calzado en Argentina enfrenta un panorama difícil. La combinación de una economía en recesión, una inflación descontrolada y una competencia internacional feroz ha llevado a la caída tanto de la producción como de las ventas en el sector. A menos que se implementen políticas de apoyo efectivas y haya una mejora en las condiciones económicas, es probable que la industria siga en contracción en los próximos meses.