La inflación en Argentina desacelera al 2,7 % durante el mes de octubre
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) de Argentina publicó su informe más reciente sobre el Índice de Precios al Consumidor (IPC), correspondiente a octubre de 2024. El dato revelado indica que el IPC del mes se ubicó en el 2,7 %, marcando una desaceleración en comparación con el 3,5 % registrado en septiembre. Este resultado es visto como un alivio temporal ante la escalada de precios que ha afectado al país en los últimos meses, aunque el panorama general sigue siendo preocupante debido a la alta inflación interanual, que alcanza el 193 %.
El descenso en el índice mensual es una señal positiva para la economía argentina, que viene enfrentando una inflación descontrolada en los últimos años. La cifra del 2,7 % para octubre ha sido vista como un respiro tanto para los consumidores como para los sectores productivos, quienes habían anticipado una cifra mayor debido a las subas observadas en meses anteriores.
La acumulación de inflación durante los primeros diez meses de 2024 ya alcanza el 107 %, lo que muestra la magnitud de la crisis inflacionaria en el país. Este incremento acumulado refleja el impacto de la política monetaria expansiva y la devaluación del peso argentino, así como el efecto de los aumentos de precios en alimentos, servicios y otros bienes esenciales.
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Vivienda y servicios, el rubro con mayor aumento mensual
Según el informe del Indec, la división con el mayor incremento mensual fue vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, que registró un aumento del 5,4 % en octubre. Este rubro ha sido impulsado principalmente por el ajuste en tarifas de servicios públicos y el aumento en los costos de alquileres, lo que sigue presionando a los hogares argentinos que ya destinan una parte significativa de sus ingresos a cubrir estas necesidades básicas.
La segmentación de tarifas y los aumentos programados han generado incertidumbre en los consumidores, que sienten el impacto directo en sus presupuestos familiares. La falta de estabilidad en los precios de estos servicios sigue siendo una de las principales preocupaciones, ya que afecta tanto a los usuarios residenciales como a las pequeñas y medianas empresas, que dependen de estos insumos para su funcionamiento.
El aumento en indumentaria: Estacionalidad y cambio de temporada
Otro rubro que experimentó un notable incremento en octubre fue prendas de vestir y calzado, con un alza del 4,4 %. Este aumento es atribuido por el Indec a factores estacionales, particularmente al cambio de temporada. En primavera, las tiendas suelen renovar sus colecciones, lo que lleva a un ajuste de precios debido a la introducción de nuevas líneas de productos.
Comparado con octubre del año anterior, el incremento en el sector de indumentaria fue del 130 %, un dato que, si bien es significativo, se encuentra por debajo del promedio general de inflación interanual del país. Esta diferencia se explica en parte por las estrategias de los comerciantes, que han intentado moderar los aumentos para no desalentar a los consumidores en un contexto de caída del poder adquisitivo.
Desempeño regional: Variaciones en el IPC por áreas geográficas
El informe del Indec también desglosa los datos del IPC por regiones, mostrando diferencias notables en el comportamiento de los precios en todo el territorio argentino. A continuación, se presentan las variaciones interanuales en el rubro de indumentaria y calzado:
Gran Buenos Aires: La región mostró un incremento del 127,6 %, siendo la que registró el menor aumento en comparación con el resto del país. Esto puede estar relacionado con una mayor competencia y promociones en el área metropolitana, donde los consumidores tienen acceso a una amplia oferta de productos.
Región Pampeana: En esta área, que incluye importantes provincias como Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe, el aumento fue del 132,2 %. La región Pampeana suele ser un termómetro para medir el impacto de la inflación debido a su peso en la economía nacional.
Noreste argentino (NEA): Aquí se registró un incremento del 134,2 %. Esta región es una de las más afectadas por la inflación debido a su menor nivel de ingresos y una mayor dependencia de productos importados.
Noroeste argentino (NOA): El aumento en esta región fue del 122,5 %, el más bajo del país. Las economías del NOA están más ligadas a la producción agrícola y minera, lo que puede haber influido en una menor variación de precios en comparación con otras regiones.
Región de Cuyo: Cuyo, que incluye provincias como Mendoza, San Juan y San Luis, registró un aumento del 137,2 %. El alza en esta área puede estar influenciada por la demanda de productos de temporada y por el impacto de los costos logísticos en una región alejada de los centros de producción.
Patagonia: La Patagonia experimentó el mayor incremento interanual en el rubro de indumentaria, con un 139,8 %. El aislamiento geográfico y los costos adicionales de transporte suelen hacer que los precios sean más altos en esta región, afectando especialmente a los consumidores de la zona.
La desaceleración en el IPC de octubre ofrece un panorama más optimista para lo que resta del año, pero los economistas advierten que el contexto sigue siendo frágil. La alta inflación acumulada y la incertidumbre económica generalizada siguen presionando a los hogares y a los sectores productivos. Los ajustes salariales y las negociaciones paritarias también juegan un rol clave en este escenario, ya que los trabajadores intentan recuperar parte del poder adquisitivo perdido durante los últimos meses.
El gobierno argentino ha implementado varias medidas para intentar contener la inflación, como acuerdos de precios y control de tarifas, pero estas estrategias han tenido un impacto limitado hasta ahora. La inyección de liquidez a través de programas de ayuda y bonos extraordinarios, sumado a la depreciación del peso, continúan siendo factores que impulsan los precios al alza.
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El dato del IPC de octubre, con un incremento del 2,7 %, es una señal alentadora en medio de un contexto inflacionario complejo. Sin embargo, el panorama interanual con un aumento del 193 % muestra la gravedad de la situación económica en Argentina. La inflación sigue afectando a todos los sectores de la economía y a la vida cotidiana de los ciudadanos, quienes han visto una pérdida significativa de su poder adquisitivo.
Los sectores de vivienda y servicios y prendas de vestir y calzado destacan como los más afectados, reflejando tanto factores estructurales como estacionales. Por regiones, se observan variaciones importantes en el comportamiento de los precios, con la Patagonia liderando los aumentos en indumentaria.
A medida que nos acercamos al final del año, las perspectivas siguen siendo inciertas. El desafío para el gobierno y los actores económicos es encontrar un equilibrio entre la contención de precios y el estímulo al crecimiento, en un contexto donde la confianza en la estabilidad económica aún es frágil.