Gobierno de Milei avanza en la privatización de Aerolíneas Argentinas por decreto presidencial
El gobierno de Javier Milei ha dado un paso crucial en su agenda de reformas con el anuncio de la privatización de Aerolíneas Argentinas, la compañía aérea estatal que ha sido una carga significativa para las arcas del país. Este movimiento, que se llevará a cabo mediante un decreto presidencial, tiene como objetivo poner fin a los años de déficit acumulado y a los millonarios aportes estatales que han sido necesarios para mantener la operatividad de la aerolínea desde su reestatización en 2008.
El comunicado emitido desde la oficina presidencial resalta que desde que Aerolíneas Argentinas fue reestatizada por el kirchnerismo hace 16 años, no ha logrado cerrar un solo ejercicio fiscal con balance positivo. Los números son alarmantes: el Estado argentino ha destinado más de 8.000 millones de dólares para cubrir el déficit de la aerolínea, recursos que, según el gobierno de Milei, deberían haber sido destinados a otros sectores con mayor urgencia.
Vea también: Nike fortalece su presencia en Argentina con dos nuevas aperturas
Este hecho es particularmente relevante en el contexto actual de la economía argentina, donde más del 52,9% de la población vive en condiciones de pobreza. La administración de Milei argumenta que continuar financiando una empresa deficitaria es «irresponsable e inadmisible», especialmente cuando millones de argentinos luchan por llegar a fin de mes.
El gobierno ha sido enfático en señalar que la privatización de Aerolíneas Argentinas no es solo una cuestión de reducir el gasto público, sino también una medida necesaria para evitar el colapso de la empresa. En el comunicado oficial, el Ejecutivo subraya que la compañía está sumida en una serie de litigios derivados de lo que denominan una «ilegal expropiación», además de estar bajo presión constante por parte de una estructura sindical que, según ellos, se ha dedicado a defender privilegios en lugar de buscar soluciones para hacer a la empresa más competitiva.
La privatización es vista como la única vía para garantizar la supervivencia de la aerolínea y evitar que el Estado tenga que seguir asumiendo las pérdidas. «Es fundamental liberar al país de un gasto insostenible, y la privatización de Aerolíneas es un paso en esa dirección», destacó el presidente en su anuncio. Además, el decreto establece que la compañía será declarada como Empresa Pública Sujeta a Privatización, lo que implica que se iniciarán los procesos necesarios para que capitales privados asuman el control de la operativa.
A pesar de que la medida se formalizará a través de un decreto presidencial, el gobierno de Javier Milei ha aclarado que el proyecto será enviado al Congreso de la Nación para su debate y aprobación. Según la ley vigente, cualquier privatización de una empresa estatal debe ser tratada por el Poder Legislativo, lo que abre la puerta a una confrontación política con sectores que, previsiblemente, se opondrán a la venta de Aerolíneas Argentinas.
Es de esperar que el proyecto se trate de manera prioritaria, ya que el Ejecutivo considera que es una de las piezas clave en su plan para reformar y sanear las cuentas del Estado. Sin embargo, no se descartan obstáculos en el Congreso, donde la oposición política podría intentar frenar el avance de la privatización.
Uno de los puntos más controvertidos en la discusión sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas ha sido el papel de los sindicatos que representan a los trabajadores de la empresa. Estos gremios, tradicionalmente influyentes en el sector, han mostrado una férrea oposición a cualquier intento de privatización. Desde su reestatización, los sindicatos han jugado un papel clave en la gestión de la aerolínea, siendo en muchos casos un actor determinante en la toma de decisiones.
El gobierno de Milei ha sido muy crítico con esta situación, argumentando que los sindicatos han utilizado su poder para mantener privilegios que no son sostenibles para la empresa ni para el Estado. Según el comunicado, uno de los mayores problemas de Aerolíneas Argentinas ha sido la «ineficiencia operativa derivada de una estructura sindical que se resiste a cualquier intento de modernización y ajuste».
Los gremios, por su parte, han advertido que la privatización podría resultar en despidos masivos y una precarización de las condiciones laborales. En respuesta, el gobierno ha asegurado que cualquier proceso de privatización incluirá medidas para proteger los derechos de los trabajadores, aunque no ha ofrecido detalles específicos sobre cómo planea hacerlo.
La privatización de Aerolíneas Argentinas ha generado un debate intenso en la sociedad argentina. Para muchos, la aerolínea representa un símbolo de soberanía y orgullo nacional, y su venta a manos privadas es vista como una pérdida de control sobre un activo estratégico. Sin embargo, otros sectores de la sociedad, cansados de los constantes aportes del Estado para mantener a flote una empresa deficitaria, apoyan la medida como una forma de aliviar la carga financiera que representa Aerolíneas para el país.
En este sentido, algunos economistas han salido a defender la privatización, argumentando que la experiencia de los últimos años demuestra que la gestión estatal no ha sido capaz de convertir a Aerolíneas en una empresa rentable. Sostienen que una administración privada, enfocada en la eficiencia y la competitividad, podría hacer que la aerolínea vuelva a ser viable sin recurrir a los recursos del Estado.
Vea también: Despegar presenta: ¿Cómo viajan los argentinos?
Si la privatización de Aerolíneas Argentinas se concreta, se abrirá una nueva etapa para el sector de la aviación en Argentina. Algunos expertos en la industria han señalado que esto podría traer consigo una mayor competencia en el mercado, con nuevas aerolíneas entrando al país y ofreciendo mejores servicios y tarifas más competitivas. Sin embargo, también existen preocupaciones sobre el futuro de las rutas no rentables, especialmente aquellas que conectan ciudades pequeñas y remotas, que históricamente han sido cubiertas por la aerolínea estatal.
En cualquier caso, el gobierno de Milei ha dejado en claro que su prioridad es garantizar la sostenibilidad de las finanzas públicas y que la privatización de Aerolíneas Argentinas es solo una de las muchas reformas estructurales que planea implementar.