El aumento de la venta ilegal callejera en Buenos Aires durante julio de 2024
Durante el mes de julio de 2024, la ciudad de Buenos Aires experimentó un notable incremento en la venta ilegal callejera. Un reciente informe elaborado por la Cámara Argentina de Comercio y Servicios (CAC) reveló que se registraron 1.162 puestos de venta ilegal en las calles de la capital argentina. Este número refleja un aumento del 13,5 % en comparación con el mismo mes del año anterior y un incremento del 10 % respecto a junio de 2024. Estas cifras destacan la persistencia y expansión de la venta ilegal en la ciudad, afectando no solo a los comerciantes legales sino también al orden y seguridad en las zonas más concurridas.
El informe de la CAC señala que la mayoría de los productos vendidos de manera ilegal pertenecen al rubro de indumentaria y calzado, que representan el 80 % del total de los artículos ofrecidos en estos puestos. Este sector ha sido tradicionalmente uno de los más afectados por la venta callejera no autorizada, ya que ofrece artículos que son fáciles de transportar y comercializar. Además, muchos de estos productos suelen ser falsificaciones de marcas reconocidas, lo que no solo afecta a las ventas legales, sino que también infringe los derechos de propiedad intelectual y daña la imagen de las marcas.
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Los alimentos y bebidas también forman parte de la oferta de la venta ilegal, aunque en menor medida, representando un 9,8 % del total de productos. Estos productos, a menudo, no cumplen con los estándares de sanidad y seguridad alimentaria, lo que representa un riesgo para los consumidores.
Zonas más afectadas por la venta ilegal
El estudio destaca que la Zona Once es el principal punto de concentración de la venta ilegal callejera. Esta área, que incluye tanto calles y avenidas como la estación de trenes Once de Septiembre, se ha convertido en un epicentro para la comercialización de productos ilegales. La accesibilidad, el alto tráfico de personas y la mezcla de usos comerciales y residenciales hacen de Once un lugar estratégico para los vendedores callejeros no autorizados.
Las diez cuadras más afectadas concentraron el 57 % de los puestos de venta ilegal en calles, avenidas y peatonales, lo que representa el 25,6 % del total de las cuadras impactadas. La avenida Avellaneda es particularmente significativa en este contexto, con cuatro de las diez cuadras más golpeadas por la venta ilegal. La cuadra de Av. Avellaneda al 2900 fue la más perjudicada, registrando 93 puestos de venta ilegal. Le sigue Bartolomé Mitre al 2700, donde se detectaron 75 stands. Estas cifras reflejan cómo ciertos corredores comerciales se ven más afectados, probablemente debido a su alta densidad de tráfico y la facilidad para montar y desmontar puestos.
La venta ilegal callejera no solo representa una competencia desleal para los comerciantes que operan dentro de la economía formal, cumpliendo con regulaciones y pagando impuestos, sino que también afecta negativamente a la seguridad y el orden en las zonas afectadas. La presencia de estos puestos puede obstruir el paso de peatones, generar acumulación de basura y, en algunos casos, propiciar la ocurrencia de delitos menores.
Los comerciantes legales en áreas afectadas como Once y Avellaneda han manifestado preocupaciones sobre la pérdida de clientes y la disminución de las ventas debido a la competencia de los vendedores callejeros no autorizados. Esta situación no solo impacta en sus ingresos, sino que también pone en riesgo la sostenibilidad de sus negocios y los puestos de trabajo que generan. Además, la expansión de la venta ilegal puede desincentivar nuevas inversiones en estas áreas, afectando el desarrollo económico local.
Aumento de la piratería y falsificaciones
El informe de la CAC también destacó un aumento significativo en la venta de productos falsificados, con 1.316 casos de piratería detectados en julio de 2024. Este número representa un incremento del 4,9 % en comparación con el mes anterior. La Zona Once, una vez más, lideró la comercialización de productos falsificados, particularmente en los rubros de indumentaria, calzado y artículos de óptica, fotografía, relojería y joyería.
La venta de productos falsificados no solo perjudica a las marcas y fabricantes legítimos, sino que también puede tener implicaciones para la seguridad del consumidor, especialmente cuando se trata de productos que no han sido sometidos a controles de calidad. Además, la piratería contribuye a la economía informal y evita que los ingresos fiscales necesarios para servicios públicos y el desarrollo comunitario lleguen a las arcas del estado.
Frente a este panorama, la implementación de medidas de control y regulación se vuelve esencial para abordar la problemática de la venta ilegal callejera en Buenos Aires. Las autoridades locales, en conjunto con organizaciones como la CAC, necesitan reforzar la vigilancia y control en las zonas más afectadas. Esto podría incluir la presencia de más inspectores en las calles, campañas de sensibilización sobre los riesgos de comprar productos ilegales y falsificados, y sanciones más estrictas para aquellos que incurren en la venta no autorizada.
La colaboración entre el sector privado y las autoridades públicas es fundamental para crear estrategias efectivas que promuevan el comercio legal y seguro. Esto no solo implica la represión de la venta ilegal, sino también la creación de oportunidades para que los vendedores informales puedan regularizar su situación y operar dentro de la legalidad.
Concientización del consumidor y responsabilidad ciudadana
Además de las acciones de control y regulación, es vital concienciar a los consumidores sobre el impacto negativo de la compra de productos en puestos de venta ilegal. Los consumidores tienen un papel importante en la reducción de esta actividad al elegir comprar en establecimientos autorizados que cumplen con las normativas. La responsabilidad ciudadana juega un papel crucial en el sostenimiento de un entorno comercial justo y seguro.
Campañas de información y educación pueden ayudar a los consumidores a comprender los riesgos asociados con la compra de productos ilegales, incluyendo posibles problemas de calidad, falta de garantías y consecuencias legales. Al fomentar una mayor conciencia sobre estos temas, se puede contribuir a reducir la demanda de productos ilegales y, en consecuencia, disminuir la venta callejera no autorizada.
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El aumento de la venta ilegal callejera en Buenos Aires durante julio de 2024 pone de manifiesto la necesidad de tomar medidas efectivas para controlar esta problemática. La colaboración entre autoridades, organizaciones comerciales y la ciudadanía es fundamental para proteger la economía formal, garantizar la seguridad y promover un entorno comercial justo. Con un enfoque integral que incluya control, regulación y educación, es posible enfrentar el desafío de la venta ilegal y construir una ciudad más ordenada y segura para todos.