«Triple A: Un Nuevo Comienzo»es el tema que propone Guillermo Reátegui Arcos, Administrador Hotelero
Iniciamos este año 2025 y, con él, se presenta una oportunidad para reflexionar y mejorar. Quise compartir esta edición en diciembre de 2024, pero fue un mes de cambios. Enero, en cambio, es un mes que ARRANCÓ con todo, lleno de aprendizaje, retos y, sobre todo, ACTITUD tanto a nivel personal como profesional. Febrero viene con todo. En esta edición del newsletter, quiero invitarte a reflexionar sobre tres «A» que aprendí en 2024 y que pueden marcar la diferencia en nuestro crecimiento diario como profesionales y personas: Agradecimiento, Actitud y Autocrítica.
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La primera A: AGRADECIMIENTO
El agradecimiento es un pilar fundamental en la vida y en el trabajo. Sin embargo, el ser humano, por naturaleza, tiende a quejarse y a ver lo negativo si no ha tenido formación o la oportunidad de evaluar sus experiencias. Es fácil caer en el ciclo de lamentos por lo que no tenemos o por lo que no hemos alcanzado. En el entorno laboral, esta mentalidad puede llevarnos a vivir experiencias poco satisfactorias, ya que se entra en un círculo vicioso; incluso podemos contagiarnos o contagiar a colegas. Cuando todos queremos alcanzar nuestras metas, la queja nos sabotea y nos hunde. Hace unos meses, conversando con colegas y amigos, reflexionábamos sobre lo retador que puede ser perseguir un objetivo. Las quejas, suposiciones y pensamientos negativos iban y venían hasta que surgieron las preguntas clave: ¿Qué puedo hacer? ¿Lo estaré haciendo bien? Cuando cambiamos la queja por gratitud y acción, transformamos nuestra perspectiva y encontramos soluciones en lugar de problemas.
Pregúntate: ¿Estoy siendo agradecido? ¿Por qué tengo que ser agradecido? No te importe si tus colegas o las personas que te rodean son agradecidos contigo.
La segunda A: ACTITUD
La actitud lo es todo. Siempre lo diré así: los que estamos en el mundo de servicios —hotelería, restaurantes, atención al cliente— sabemos que esto marcará la diferencia. La actitud define nuestra manera de enfrentar retos, interactuar con los demás y adaptarnos a los cambios. Una actitud positiva nos permite ver oportunidades donde otros ven obstáculos. Esta actitud no debe construirse sobre una base de arena; tiene que estar respaldada por realismo, pensamiento crítico y pasión.
Es el factor diferenciador que nos ayuda a avanzar, aprender y evolucionar en cualquier ámbito de la vida. Fácil no es; imposible tampoco.
Pregúntate: ¿Tuve la actitud correcta? ¿Cómo hago para mantenerla o cambiarla?
La tercera A: AUTOCRÍTICA
Finalmente, la autocrítica es tan importante como agradecer y mantener una actitud positiva. En el día a día, es esencial tener la capacidad de autoevaluarnos. La autocrítica nos ayuda a pisar tierra, reconocer nuestras áreas de mejora y definir qué cambios necesitamos hacer a corto, mediano o largo plazo. Sin ella, corremos el riesgo de estancarnos. Si recibimos feedback de un colega, no lo tomemos de manera personal; si nos queda la duda de “¿él por qué?”, debemos preguntarnos y repasar nuestro actuar para ver si estamos haciendo lo correcto o no.
Si estás liderando un equipo, debes ser más autocrítico, porque siempre serás objeto de cuestionamientos o críticas, válidas o no. Pero tienes que ser consciente de que esto te ayudará a evolucionar en tu liderazgo, tanto en el fondo como en la forma.
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Finalmente, agradecer, mantener la actitud correcta y ejercer la autocrítica son tres pilares que nos ayudarán a crecer personal y profesionalmente. Te invito a reflexionar sobre estas tres «A» y a aplicarlas en tu día a día. ¿Cuál de estas tres «A» consideras que necesitas fortalecer más este 2025?