«Tips para iniciarse en inteligencia artificial y no quedar fuera de sus posibilidades» es el tema que propone Cristián Villegas, Director del Instituto de Educación y Lenguaje de Universidad de Las Américas
La IA irrumpió con fuerza los últimos dos años y si todavía no la ha utilizado, siempre es tiempo de aprender y aprovechar sus potencialidades. “Esta se basa en el uso de algoritmos que permiten realizar tareas específicas como generar textos, imágenes, voces, video o música, similar a como lo hace una persona y es que fue entrenada para hacerlo tomando de referencia la misma producción humana, por lo cual es probable que trasmita sus mismos sesgos”, explica Cristián Villegas, Director del Instituto de Educación y Lenguaje de Universidad de Las Américas.
Para comunicarse con esta tecnología, basta ingresar a algunas de las diferentes propuestas que existen hoy como ChatGPT, Claude, Meta, Gemini, Copilot y tantas otras IA generativas, y usar prompts, que son instrucciones que redactamos o narramos (depende de la IA que se use) para que nos pueda entregar lo que necesitamos, y en caso contrario, se pueden ir mejorando esas instrucciones para llegar al producto esperado.
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Para iniciarse en su correcto uso, el académico de UDLA comparte los siguientes elementos a considerar:
1. Empezar con prompts sencillos y posteriormente ir integrando mayor detalle. También es posible revisar cómo funciona un mismo prompts en diferentes IA. Es posible además buscar información en la web en torno a consejos de cómo elaborarlos e incluso preguntarle a la misma IA por ellos.
2. Intentar explorar la inteligencia artificial para la generación de textos, donde también es posible resumir archivos, traducir y editar contenidos y otra serie de opciones como revisar la generación de imágenes (Bing de Microsoft, Leonardo IA), música (Suno) e incluso videos. Todo depende de la tarea que queramos realizar.
3. Explorar los usos de esta tecnología para realizar tareas específicas ya sea en la entrega de consejos varios, apoyo en la resolución de problemas, procesamiento de datos o incluso, para que opere como un asistente personal o tutor virtual en cualquier ámbito del saber.
Estas potencialidades deben ser matizadas con algunas consideraciones que deben tomarse a la hora de adentrarse en el uso de IA, por ejemplo:
1. Aspectos éticos que apunten a reconocer la autoría de la inteligencia artificial, la existencia de sesgos e incluso errores, por ende, no es del todo fiable, siempre requiere la supervisión de un ser humano.
2. La falta de transparencia en torno al uso de los datos y de la interacción con personas.
“Sin lugar a dudas esta es una herramienta interesante para automatizar procesos, fomentar la creatividad y en general para apoyar una serie de trabajos cotidianos, sin embargo, se debe estar alerta de sus limitaciones y fiabilidad”, finaliza Villegas.