«¿Qué le está pasando a la marca Patagonia?»es el tema que propone Marina Specht-Blum, Presidente McCann Worldgroup Europe, Mejores CEOs de FORBES 2024
Patagonia, una de mis marcas favoritas y referente mundial en reputación, nació en 1973 de la mano de Yvon Chouinard, montañista, navegante y surfista, quien entró “por accidente” en el mundo empresarial, como relata en su libro “Que mi gente vaya a hacer surf” (EDICIONES DESNIVEL), que siempre recomiendo.
En su 50º aniversario, 2023, fue reconocida como la marca más reputada del mundo, subiendo desde el 3er. puesto del año anterior, según la encuesta de The Harris Poll. Sin embargo, en 2024 cayó a la 8ª posición.
Vea también: El 2025: Revolución en el marketing de influencers
Chouinard ha destacado a lo largo de los años por su generosidad, pues siempre ha priorizado «hacer las cosas bien» sobre el crecimiento o la rentabilidad. En 2022, cedió todas sus acciones a un fideicomiso para financiar programas alineados con su misión de “Salvar el planeta”, canalizando más de 70 millones de dólares a grupos conservacionistas y organizaciones sin fines de lucro, según The New York Times.
¿Está Patagonia en decadencia?
Desde su fundación, la Patagonia de Chouinard ha sido más una hashtag#comunidad que una empresa al uso, priorizando el bienestar de sus empleados y el cumplimiento de su misión de «Salvar el Planeta» por encima de todo.
Sin embargo, en los últimos 2 años, con la desaceleración de las ventas, ha endurecido su enfoque, reduciendo plantillas en oficinas y tiendas, implantando métricas más altas de rendimiento o eliminando la práctica histórica de cerrar durante la última semana de diciembre, exigiendo turnos en las vacaciones
También, a raíz de los retrasos de aprovisionamiento, el equipo directivo ha optado por traer por avión (y no por barco) la mercancía de Asia, y de fomentar el consumo en su web facilitando el crédito y realizando entregas a la velocidad de Amazon…
Estas decisiones, unidas a las críticas a algunas de sus campañas de publicidad tachadas de hashtag#greenwashing, han generado una enorme hashtag#polémica: ¿Está Patagonia adaptándose para sobrevivir o ha perdido el espíritu intrépido y rompedor que la convirtió en el mejor ejemplo mundial de marca con propósito?
Os dejo mis hashtag#reflexiones:
Los valores no se declaran, se demuestran. Cuando la experiencia de empleados, clientes y líderes no coincide, la confianza se erosiona y la reputación de la marca se debilita
La grandeza de Patagonia ha radicado siempre en su capacidad de inspirar. Su mayor reto ahora es reconectar con sus valores fundacionales sin ceder a la presión externa, preservando así su identidad y autenticidad
Para seguir 50 años más, a nivel de Consejo y de C-level, se deben alinear valores, estrategia y cultura de la marca. Y trabajar para que la comprensión de esta conexión por parte de empleados, clientes y demás stakeholders
Vea también: Milei elimina el Impuesto País y abre nuevos desafíos para Argentina
En la montaña o en el mar, los vientos cambian… pero la brújula interna debe permanecer firme si queremos llegar a nuestro destino