«¿Qué incentivos existen para aumentar la presencia femenina en el sector TI?», es el tema que nos propone Cecilia Darquier, presidenta de la mesa de Mujeres y Tecnología de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI A.G.).
Una de las industrias donde mayores posibilidades existen para aumentar la presencia femenina y así disminuir las brechas de género, corresponde a las relacionadas con las áreas de tecnologías de la información, pero para ello, es necesario implementar acciones concretas que aborden no sólo la falta de representación, sino también las barreras sistémicas que impiden el pleno desarrollo de las mujeres en este sector.
De acuerdo con el estudio “Mujeres en el Trabajo 2022”, elaborado por Deloitte, en este tipo de áreas hay tan sólo 3,3 mujeres (un 33%), por cada 10 personas que integran la fuerza laboral. En el caso de Chile, el reporte Pulso de Demanda de Empleos TI 2022 del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE), reveló que de las cerca de 13 mil personas encuestadas que están empleadas en el sector TI tan sólo un 26% corresponde a mujeres.
Frente a ello ¿Cómo pueden las empresas incentivar la participación femenina en TI?, si bien la falta de mentorías y los estereotipos de género son barreras significativas, existen muchas organizaciones que están adoptando estrategias para abordar estos problemas.
A nivel académico existen programas de aprendizaje inmersivo como el bootcamp de Laboratoria o los premios InspiraTEC, de la Subsecretaría de Economía que son algunas de las iniciativas que visibilizan, apoyan y reconocen a las mujeres en la industria. Al mismo tiempo también se toma en cuenta la adición de cupos adicionales para mujeres en las carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por su sigla en inglés), por parte del Comité Técnico de Acceso del Subsistema Universitario, por vía centralizada, a partir del Proceso de Admisión 2024.
Asimismo es crucial que las organizaciones adopten estrategias concretas. El más reciente reporte de fuerza laboral en el área de ciberseguridad elaborado por el Consorcio Internacional de Certificación de Seguridad de Sistemas de Información, (ISC)² destacaba entre sus hallazgos que las mujeres suelen contar con mayores grados educativos que sus pares masculinos, algo que también debiese verse reflejado también en lo que respecta a una equidad de género en los directorios y puestos de tomadores de decisiones en organizaciones como se plantea en el proyecto de ley que busca legislar sobre la participación de mujeres en directorios de S.A. y que se encuentra en primer trámite constitucional.
Más allá de los números y las estadísticas, debemos formar una cultura inclusiva que valore y potencie las habilidades y perspectivas diversas que las mujeres aportan al mundo de la tecnología. En nuestro caso contamos con la Mesa de Mujer y Tecnología de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnología de Información (ACTI A.G.), que está compuesta por cerca de 50 mujeres que están en las directivas de nuestras empresas socias o tienen incidencia en la toma de decisiones. Allí nos hemos comprometido, dado nuestro rol preponderante como actores de la industria, a apoyar la creación de políticas de igualdad de género, de tal manera que una niña nacida hoy en nuestro país pueda disfrutar de las mismas condiciones con respecto a los hombres al corto plazo y no en el año 2076, como señala el Informe Global de Brecha de Género 2023 del Foro Económico Mundial.
La clave para el éxito está en nuestras manos y radica en la implementación efectiva de estas iniciativas. La invitación está para que tanto hombres como mujeres sigamos trabajando en este desafío que nos involucra como miembros de la sociedad y así de esta manera, podremos convertir las palabras en acciones tangibles que impulsen un cambio sostenible y positivo en el sector de las tecnologías de la información.