«Liderar desde lo Invisible: Emociones, Lenguaje y Poder Personal necesarios en todo director de empresas» es el tema que propone Willem F. Schol, Presidente de AmericaMalls & Retail y Director de Empresas.
En el contexto actual, ser miembro de un directorio va más allá de contar con experiencia o conocimiento técnico. Implica liderar desde los fundamentos del comportamiento humano: las emociones, el lenguaje y la autoconciencia.
En mi rol como director de empresas, y con la convicción de que siempre hay espacio para seguir perfeccionando nuestras habilidades, decidí tomar el Board Members Program de Tomate Consultores. En una de las sesiones del programa, por Carlos Sanhueza, se presenta un resumen práctico que sintetiza los aprendizajes más relevantes de esta sesión, indicado en clave de “qué hacer” y “qué no hacer”.
Emociones: Orquestarlas, No Suprimirlas
Toda acción humana está fundamentada en una emoción. Comprender la emoción que estamos experimentando y cómo esta predispone nuestras acciones es fundamental para cualquier decisión estratégica.
Qué Hacer:
- Identificar la emoción presente antes de actuar.
- Orquestar estados emocionales adecuados a los objetivos: calma para negociar, entusiasmo para movilizar.
- Utilizar recursos personales (música, ejercicio, meditación) para modificar estados emocionales improductivos.
- Fomentar emociones habilitadoras: confianza, serenidad y alegría.
Qué No Hacer:
- Actuar impulsivamente sin reconocer el estado emocional propio o del equipo.
- Quedarse atrapado en emociones que bloquean: miedo, rabia y angustia.
- Esperar que la emoción cambie por sí sola sin intervención activa.
Ver también: Las habilidades esenciales de un miembro de directorio en el siglo XXI
El Poder Generativo del Lenguaje
El lenguaje no solo describe realidades, sino que las crea. Cada afirmación, juicio, promesa o declaración que emitimos tiene implicaciones en la coordinación de acciones, generación de confianza y la cultura del directorio.
Qué Hacer:
- Emitir afirmaciones verificables, basadas en hechos.
- Fundamentar los juicios, reconociendo que son interpretaciones y abriendo espacio para otros puntos de vista.
- Declarar con claridad y asumir los compromisos que cada declaración implica.
- Cumplir promesas con sinceridad, competencia y responsabilidad.
- Escuchar activamente, hacer preguntas genuinas y construir entendimiento mutuo.
Qué No Hacer:
- Confundir juicios con hechos y emitirlos sin fundamento.
- Declarar sin la intención real de cumplir o sin autoridad para hacerlo.
- Prometer sin evaluar la capacidad o intención real de cumplimiento.
- Hablar sin escuchar, cerrando la conversación desde el prejuicio.
Asumir el Control: Liderazgo Desde la Responsabilidad
Una clave del liderazgo transformador es asumir el control de nuestras decisiones, sin excusas en el contexto o en terceros.
Qué Hacer:
- Desarrollar una posición de control interno: reconocer que uno es agente de sus resultados.
- Diseñar futuros posibles desde la acción propia, no desde la dependencia de factores externos.
Qué No Hacer:
- Atribuir sistemáticamente el fracaso o el éxito a la suerte, al mercado o a terceros.
- Caer en la victimización o en el “no se puede” como respuesta habitual.
Liderar en un directorio requiere más que análisis financiero o conocimiento sectorial; se necesita liderarse a uno mismo. Esto implica reconocer nuestras propias emociones, hablar con responsabilidad, escuchar con apertura y actuar desde un lugar de protagonismo.
Ver también: Alejandra Mustakis, una empresaria que inspira a Chile y a Latinoamérica
Los directores de empresas no solo se distinguen por lo que saben, sino por cómo actúan, cómo conversan y desde dónde toman sus decisiones.